domingo, 13 de mayo de 2018

DOCTOR LECTER, I PRESUME


Sigue siendo una presencia inolvidable. La mirada siniestra e inteligente de Hannibal Lecter en El silencio de los corderos (1991) marcó un hito dentro de todo un género cinematográfico. Basada en las novelas de Thomas Harris (alguna de ellas ya previamente llevada a la gran pantalla con notable éxito), aquella película fue el punto de arranque de una saga irregular pero capaz de penetrar en el imaginario popular. Por ello, el proyecto de Bryan Fuller parecía una apuesta demoníaca y arriesgada: volver a sacar a Lecter de la celda, pero no como un remake al uso. Se trataba de hacer un show televisivo que lo mostrase cuando se trataba de un reputado y excelso psiquiatra de extravagantes métodos con fuertes vinculaciones en el FBI. 



Mads Mikkelsen, extraordinario actor danés, fue la persona escogida aquel 2013 para rejuvenecer al buen doctor de impecables modales en la mesa y gustos gastronómicos peculiares. El savoir faire de Mikkelsen permite lograr el primer gran éxito que parecía altamente complicado: que nos creamos estar en presencia de ese mal tan absoluto y turbio que es Hannibal. En cada escena, sabe transmitir la inteligencia, crueldad oculta, sutiles manipulaciones y un extraño respeto por la escasa nómina de personas en su círculo a quienes considera dignas. 



En esa reducida lista, sobresalen dos personajes creados por Harris: Clarice Starling y Will Graham. Desafortunadamente, la audaz agente no podía ser utilizada en la precuela porque su encuentro con Lecter estaba destinado a suceder mucho tiempo después. La elección de la cadena NBC fue Hugh Dancy, quien sabe encarnar con solvencia al brillante pero atribulado profesor, una persona con la bendición/maldición de poder ponerse perfectamente en la mente de otros...incluso la de los monstruos. 


Tras ser encarnado por Edward Norton en El dragón rojo (2003), no era tampoco fácil el reto para Dancy. Will es un antihéroe muy peculiar en este universo. Su desbordante imaginación lo vuelve imprescindible para los casos más desagradables de esta serie de suspense, si bien siempre da la sensación de estar a un mal día, como dirían en La broma asesina, de cruzar el Rubicón de la moralidad. En su forma de enfocar las tribulaciones del agente especial Graham, Hannibal toma algunas de sus soluciones visuales más arriesgadas.



En este sentido, a veces recuerda a otra sería de gran interés, Sherlock (2010). Es decir, por un lado una perfecta recreación y actualización de los contenidos de las novelas originales; en el otro, una cierta tendencia a juegos de cámara bizarros que no aportan nada realmente. Especialmente en las conjeturas y procesos mentales de Will se hacen esos viajes oníricos que, quizás, a veces aporten menos profundidad de la que se pretendía por parte del equipo de guionistas.



Dicho lo cual no quita para que a nivel de libreto se explique de una forma muy convincente por qué Graham va a terminar cayendo en las ocultas redes de Lecter. Jack Cwaford (un enérgico y muy convincente Laurence Fisburne), superior de Will, decidirá recomendar al célebre terapeuta cuando se convenza de que las misiones están agotando a Graham. Sin pretenderlo, acaba de darle las llaves de una mente sagaz pero frágil a la persona menos adecuada. 


Naturalmente, un duelo de estas características solamente puede mantenerse interesante rodeando a quienes lo disputan de un elenco de secundarios capaces siempre de atrapar nuestro interés. Curiosa es la irrupción de la doctora Bedelia Du Maurier. (Gillian Anderson) Sus vínculos con Lecter son presentados en forma de aperitivo, si bien sospechamos que podrían ser el plato principal de cualquier parrilla televisiva. Terapeuta y confidente de Hannibal, sus diálogos siempre parecen esconder mucho más de lo que las apariencias indican, también intuimos una experiencia dolorosa en el pasado con uno de sus pacientes...



Muchas incertidumbres se presentan también con Abigail Hobbs (Kacey Rohl), un personaje muy bien construido y que encarna la doble naturaleza que preside toda la serie. Incluso se permite cierta pomposidad y boato en los títulos de cada capítulo, presentados como un delicado plato de menú escrito en lengua gala. Sin embargo, es embestida con derecho, puesto que la segunda temporada lo hará también japonés, otra cultura gastronómica que ayuda a entender mejor el amplio espectro de influencias de la cocina de Lecter.



En un programa con tantas monstruosidades (y cierta tendencia al gore en alguna escena), son precisas la fortaleza que representan Bella Crawford (Gina Torres) y la doctora Alana Bloom (Caroline Dhavernas). Más que buenos ingredientes para comenzar. Habida cuenta de las inquisitivas indagaciones periodísiticas de la sensacionalista Freddie Lounds (Beverly Katz), parece que apenas hemos estado en los entremeses...pasen y ocupen su localidad, y presten todos atención, está a punto de levantarse el sangriento telón. 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



-https://whisperarctic.wordpress.com/2013/08/11/transcript-hannibal-season-1-episode-2-amuse-bouche/



-http://wegotthiscovered.com/tv/hannibal-review-aperitif-season-1-episode-1/



-https://www.imdb.com/title/tt2373023/mediaviewer/rm679453696

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