viernes, 10 de julio de 2009

PAFMAN



Título: Pafman.

Guionista/Dibujante: Joaquín Cera.

Año: Desde 1.980 hasta 2.009.

Editorial: Originario de Bruguera, actualmente en TOP Cómics.


No está el panorama fácil para cómic español. La crisis económica generalizada en todos los bolsillos ha provocado que en las tiendas, el espacio de las estanterías sea cotizado en una feroz lucha donde solamente los más aptos, o mejor dicho, los más conocidos, sobreviven. Vamos, básicamente que si Mortadelo o Superman se resfrían, la gripe se puede llevar para adelante a personajes menos populares.

En éstas anda el personaje de Joaquín Cera, Pafman. Como su propio título indica, nos enfrentamos a una parodia de Batman, aunque cualquier parecido con El Señor de la Noche es pura casualidad. Sobre todo en el uniforme, que finalmente Cera se ha visto obligado a cambiar para evitar problemas por derechos, a partir de ahí, el supuesto carácter de súper-héroe de nuestro protagonista solamente sirve a su autor para justificar su sentido del humor absurdo y su forma de narrar las situaciones, con sátira, acidez y buenas dosis de crítica social si se sabe leer entre líneas.
La andadura no ha sido nada fácil para este defensor de Logroño City (sí, cada uno pone el marco geográfico de sus personajes donde quiere), pues comenzando en revistas como Mortadelo o Súper-Mortadelo, Pafman apenas podía contar con dos o tres carillas. Sin embargo, aunque no a la altura en aquellos momentos de Jan, Ibáñez o Escobar, una vez superados unos timoratos inicios donde ni siquiera se ponían de acuerdo los coloristas, Pafman fue cogiendo ritmo. Especialmente en “El caso de las Gafas Churrifocales”, el estilo esperpéntico y alegre de los cómics empezó a destacar. Los principales puntos de acierto fueron dar más comba a Pafcat (éste si que tiene poco que ver con Robin, básicamente un gato, aunque a veces él mismo ni es consciente, que sería como fusionar a Garfield con un personaje de Siete Vidas) y el gran antagonista de los personajes, El Enmascarado Negro (prueba de diseño simple y efectivo, fácilmente reconocible, que aún sigue haciendo la puñeta en los nuevos números).

Al contrario de lo que suele ser normal, el dibujante novato no se caracterizó precisamente por ser un imitador de lo que ya estaba sucediendo, siguiendo el estilo de una nueva hornada de dibujantes de Bruguera, entre ellos su buen amigo Ramis (autor entre otros de Sporty), marcó un nuevo paso, de cómics diferentes, con un sentido del humor personalista, quizás en ocasiones con más bromas internas de la cuenta, pero que generaba atención entre tantos personajes y autores que iban desfilando con pocas oportunidades en cientos de páginas. Mientras, Cera, utilizando a un personaje compartido con Ramis, Mafrune (un tipo calvo, con mostacho fascista, gafas y misteriosa tendencia a aparecer en calzoncillos), insertó a Pafman en la comisaría de policía, dando mayor margen de maniobra y escenarios al personaje.

Pafman probó suerte con más pena que gloria en varios números para él en exclusiva de la colección Olé. Aunque algunos de ellos como “El Asesino de Personajes” tenían una calidad muy por encima de la media, su acogida en el mercado fue bastante escasa. Todo lo contrario que los divertidos personajillos alienígenas que creó conjuntamente con su amigo Ramis, los Xunguis. En un principio orientados a un público adolescente e incluso con ciertas tramas que podían divertir hasta el adulto, la verdadera mina de dinero para los dos autores ha sido enfocarlos a libros estilo ¿Dónde está Wally?. En realidad, ha sido la gran fuente de financiación para ambos artistas.

Pero hace unos años, tras haber caído en un relativo olvido y por problemas personales (Cera vive y se ocupa de su madre, mujer ya de avanzada edad), se volvió a hablar de ellos. Intentó de nuevo junto al inseparable Ramis hacer una re-versión de los clásicos Zipi y Zape, del tristemente desaparecido Escobar, aunque la modernización no sentó bien a los personajes, a pesar de que el dibujo era de un calidad alta.

De nuevo suscitando interés de la editorial, Cera recibió permiso para recuperar a algunos de sus personajes. Desgraciadamente, solamente se trató de Pafman, otros realmente memorables como Paconstein siguen en el baúl de los recuerdos, pero mereció la pena por el re-diseño. Desde el primer momento, se trató de un bautismo de fuego, se introdujeron nuevos personajes (la sobrina de Pafman, Tina, recordad que se pueden tener sobrinas sin tener hermanos, como el Pato Donald) y se hicieron aventuras más largas. En algunas como la que transcurre en Estados Unidos, aparte de dar un gran repaso a la América del Norte era Bush, demostró un gran dibujo, un lápiz detallista al extremo.

Combinando viejas fórmulas (recuperar al Enmascarado Negro y cía) con nuevas (el delicioso viaje en el tiempo titulado “1.944), Pafman asoma en TOP Cómics como una de las grandes alternativas en cuanto a Súper-López y Mortadelo, a quienes homenajea en repetidas ocasiones, a la par que hay guiños a su buen amigo Ramis. Si hay que quedarse con algo sería los delirantes diálogos (“Alien voló sobre el nido del cuco” según Pafcat cuando un extraterrestre poseyó al profesor Fu-Yú o “Dejadlos, era mejor para ellos, de haber seguido evolucionando habrían creado cosas terribles como la bomba atómica o el requetón”, Pafman dixit para justificar su genocidio de un planeta de los simios).

Aunque está siendo un placer disfrutar de Pafman durante un período de varios años y a pesar de que los seis tomos se antojan menos de los que debería haber, la editorial y Cera comenzaron con buen pie. Pequeños extras como recopilar las viejas historietas de Pafman fue un detalle excepcional en los dos primeros números, pero desde entonces parece haber bastantes rupturas. Al contrario que otros dibujantes más personalistas con su obra, Cera parece bastante desvinculado de la política editorial, sobre todo en el formato y precio (de hecho ha lanzado alguna pullita bastante divertida en sus cómics con respecto a eso).

En definitiva, uno de los personajes más singulares y prometedores del universo de ficción nacional está en una encrucijada, de la que esperó que vuelva a salvarse y no haya que esperar siete años para volver a disfrutar de sus desventuras, pues Cera merece la pena por su intuición y originalidad (aunque en algún foro internaútico se le quiso poco menos que matar por copiar en una ocasión un chiste clásico de la mítica serie Dragon Ball).

Como suele suceder con este tipo de cuestiones, Pafman está oscilando a convertirse en una comedia humorística semi-desconocida pero de culto, pues a quienes gusta, gusta mucho. Es muy recomendable bucear por el Foro de la TIA donde incluso el propio Cera se deja caer de cuanto en cuanto y hay opiniones tan interesantes como las del amigo Chespiro, que de tanto en cuando se deja caer por allí.



6 comentarios:

Chespiro dijo...

Gracias por la mención, amiguete.
Sin duda, siempre tuve claro que de todos aquellos dibujantes "secundarios" de la revista "Mortadelo" y agregadas, ya en Ediciones B, si había dos que podían continuar con la tradición brugueriana adaptándola a los tiempos, estos serían Cera y Ramis (más el primero que el segundo).
Desgraciadamente, la acogida del nuevo Pafman, aunque aceptable, no responde a las expectativas de la editorial, por lo que su futuro es incierto.
¿Qué le hacemos? La venta es la venta. Y Ediciones B nunca destacó por su amor al arte.

El Viejo dijo...

Desde luego a fin de cuentas es un negocio, ley de la oferta y la demanda. Pero me mantengo en mis trece de que Cera probablemente sea el autor de Bruguera más desafortunado, por su talento ha merecido más oportunidades de las obtenidas.

Efectivamente, en la época de Súper-Mortadelo, si había dos "delfines" para suceder a la Vieja Guardia, fueon Cera y Ramis. Crucemos los dedos porque la colección mejore sus cifras de ventas.

Easmo dijo...

Grandísima reseña para un grandísimo personaje. Ojalá los incultos del mundo leyesen ésto y comrpasen Pafman, dándole a Cera su merecido reconocimiento (y el empujón para que re-use a otros de sus personajes como el dios Pacostein)

El Viejo dijo...

Desde luego Paconstein, como bien dice Easmo, es demasiado grande para caer en el olvido. Que vuelva ya, por el bien de la comedia,

Anónimo dijo...

Decir cualquier cosa que pienso acerca de Pafman, Pacostein, Mafrune, la Fefis, los Xunguis, Sporty, el TBO u otras creaciones de esos dos grandísimos autores que resultan ser Cera y Ramis me llevaría mucho tiempo, así que ya hablaré de ello en otro comment.

Peroooo....

¡Ha salido "La Guía del Motero"! ¡7.50 €! ¡Cera y Ramis! ¡128 pag.! ¡Medialive! ¡Redevuelta a los tiempos del TBO de B! Auguro que será un tebeo inencontrable e imprescindible dentro de poco tiempo. Háganse con él pero YA (pero no lo busquéis en Beta, porque sólo tenían un ejemplar. Tenían, que ya no tienen.).

(¿tienen la historieta de las gafas churrifocales? La primera parte de esa historia me dejo alucinado).

El Viejo dijo...

Estimado Franchesk:

No se puede ser aficionado a Pafman sin haber leído la desquiciante y desternillante saga de los gafas, sobre todo por su increíble desenlace. Y sí, si que lo conservo aún, si estás interesado te lo presto en Cúbicas.