domingo, 5 de noviembre de 2017

WACKY ITALIC RACES


Sigue siendo una gran noticia. Uno de esos buenos hábitos que nos quedan. Ver en las noticias que ha salido un nuevo álbum de Astérix y Obélix significa que no todo está perdido. De hecho, es síntoma de que los dos irreductibles galos se mantienen, hoy y siempre, cómodos con la pareja artística responsable de plasmar sus aventuras en las viñetas. Primero con el dueto sagrado, bendecido por Tutatis, los inigualables René Goscinny y Albert Uderzo. Ahora, Jean-Yves Ferri y Didier Conrad siguen ampliando ese rico universo galo, cada vez más sueltos son su nuevo papel de herederos de tan grandes druidas.



El encontronazo con los pictos fue una toma de contacto necesaria (Astérix y los pictos), mientras que la segunda incursión fue una clase magistral (El papiro del César). Las expectativas con respecto a Astérix en Italia (si bien la traducción más correcta para esta aventura habría sido Transitálica) estaban por todo lo alto. Eso sí, habría que hacer una apreciación, el título puede resultar engañoso en cuanto que cierto tallador de menhires es quien reclama el protagonismo en esta carrera por todos los pueblos itálicos donde está el juego el prestigio del mismísimo Julio César.  



Casi evocando el entrañable espíritu de Los Autos Locos Hanna-Barbera, en esta ocasión, Ferri y Conrad nos embarcan sin frenos a un tour donde se mantiene vivo el espíritu con el que Goscinny y Uderzo embarcaban a sus creaciones. Y es que, si todavía hoy algunos napolitanos celebran con pasión los goles del Madrid a la Juventus en una final de Champions, no pocos aliados itálicos verían con agrado que la orgullosa urbe se viera derrotada por alguno de los pueblos que compiten frente a ella (lusitanos, cimbros, etc.). 


Jugando con habilidad en la inversión de roles, un Astérix en un papel más secundario funciona a las mil maravillas como auriga al servicio de un Obélix convencido de la importancia de su participación en la carrera al más puro estilo premonición oráculo de Delfos. Las muy bien organizadas vías romanas (como nos enseñó la Monty Python, debemos mucho de organización a administración a ese imperio opresor) sirven a los artistas para lanzar múltiples guiños a la cultura popular y símbolos transalpinos. 



Gráficamente, el lápiz de Conrad se muestra espectacular. No era fácil su tarea. Albert Uderzo es uno de los mejores dibujantes franco-belgas de todos los tiempos. Sin embargo, está más que a la altura de ese reto, conociendo perfectamente la anatomía de los personajes, su lenguaje corporal, gestos, expresiones, miradas, etc. Además, su guionista no se le pone fácil, hay muchos decorados y detalles a los que atender en cada viñeta. La excusa perfecta para garantizar el interés en las futuras relecturas. 



Naturalmente, a medida que los carros avanzan, las rivalidades crecen. El competidor con más apoyo mediático (haciendo un curioso paralelismo con la publicidad salvaje del mundo del deporte profesional actual) va apuntándose tanto tras tanto, siendo una figura enmascarada de nombre Coronavirus, quien goza de varias ventajas en la contienda. Con todo, no subestimen a este personaje al que uno se resiste a llamar villano, puesto que tendrá más aristas el asunto del que se pudiera intuir en el arranque de la historia. 


El propio carácter festivo y casi turístico que preside el asunto aleja a esta historia de lo épico del trabajo anterior, puesto que El papiro de César se constituyó casi como un clásico instantáneo de todas las esencias del dueto galo con una adecuada actualización. Pese a ello, no caigamos en el error de subestimar esta tercera entrega, excelente conformación de que estos iconos de la historieta gozan de su mejor salud en décadas, con un futuro más que prometedor. 



Como siempre suele suceder, Obélix y Astérix son la demostración de lo que la buena persona viajera debería ser. Abiertos a novedades gastronómicas, curiosos ante el paisaje que les rodea y ansiosos de conocer nuevas gentes. Eso sí, también como los turistas perfectos, siempre vuelven con ganas de reencontrarse con el banquete de jabalíes y sus antiguos camaradas para narrarles sus andanzas. Una fórmula que funciona con precisión de cirujano desde que la ideó el gran maestro Goscinny. 



Cerramos sus páginas con la agradable sensación que deja el hasta luego. Habrá una cuarta entrega y estaremos allí para contarla. Por Belenos. 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



-http://www.zonanegativa.com/asterix-en-italia/



-https://issuu.com/grupoanayasa/docs/st00181401_dosier_asterix37_alta



-https://issuu.com/grupoanayasa/docs/st00181401_dosier_asterix37_alta

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