Título: The Big Bang Theory.
Género: Sitcom.
Duración: 20 minutos.
Creadores: Chuck Lorre y Bill Prady.
Producción ejecutivo: Chuck Lorre, Bill Prady y Lee Aronsohn.
Producción: Steve Molaro, Mike Collier y Faye Oshima Belyeu.
Reparto: Johny Galecki, Jim Parsons, Kaley Cuoco, Simon Helberg, Kunal Nayyar...
Misteriosamente, a pesar de todos los indicios que voy dejando, el blog no está muerto. Hoy nos ocupamos de un programa que en apenas tres temporadas está haciendo temblar los cimientos de lo pre-establecido, de lo políticamente correcto, una serie con una sensibilidad especial para tratar temas más serios de lo que parecen tras una sonrisa. De la mano de Chuck Lorre (responsable también de la divertida "Dos hombres y medio") y el genial Bill Prady viene un pelotón (no se asusten, por favor) de freaks...
Todo comienza con dos físicos, que pueden incluso llegar a ser gente divertida, Sheldon Lee Cooper (Jim Parsons, en una caracterización genial) y Leonard (John Galecki, para muchos, el eje de la serie, aunque Sheldon se lleve las carcajadas), ambos muy inteligentes, veinteañaeros... pero con muchas aristas que pulir en determinados aspectos de la vida. Especialmente Sheldon, una especie de Mozart de las Matemáticas, ha sido tan precoz en lo académico que en determinados roles sociales apenas pasaría de ser un niño sabihondo de sexto de primaria. Como iremos descubriendo conforme avancen los episodios, solamente tipos con las peculiares habilidades de Leonard pueden llegar a soportarle.
Como incluso las parejas de piso que hacen ecuaciones tienen amigos, nuestros protagonistas se codean con otros dos individuos que tal bailan, Howard Wolowitz (Simon Helberg), ingeniero judío de primer orden y con una verborrea digna de Woody Allen y una sexualidad tan frustrada como salida. Wolotitz viven con una madre que parece la mezcla de Marise con Frasier y la mujer de Psicosis. Con tintes de Shiva, viene Rajesh, astro-físico, salido de Bollywood y con unos padres forrados que le han mandado a curtirse (y controlarle mediante el portátil) en Estados Unidos. Además, es encantador con todo el mundo... siempre que está borracho, ya que de natural es incapaz de dirigirse a ninguna figura femenina.
Hay, salvando el primer episodio piloto, más flojito, aunque básico para la presentación de las piezas en el tablero, algo muy entrañable en este grupo de colegas. Debemos afirmar que siendo la realidad de un espejo deformado, se dan hipérboles, pero hay una justicia poética, con los claro-oscuros de este tipo de personas. Que Sheldon mereciera cinco disparos a la cabeza cada vez que da la nota no le quita ningún mérito como un tipo intelectualmente muy interesante, la intolerancia a la lactosa de Leonard no le priva de ser el compañero de piso por el que muchos Erasmus rezarían, Rajesh, mutismo aparte, es muy divertido y Wolowitz es un tipo de una cultura general amplísima, que ha leído de todo y visto de todo (también páginas con el simbolo de X Men en la red, todo hay que decirlo).
En definitiva, unos freaks de los que burlarse en muchas cosas, pero en no pocas dignos de admiración y en bastantes ocasiones, uno se vez más tentado de reírse con ellos que de ellos. No hay que perderse tampoco en las siguiente temporadas cuando profundizan en las ramas familiares, especialmente Sheldon, el tipo de las teorías de las cuerdas que no vino de otro sitio que de un rancho texano donde aún se mantenía el creacionismo. Otro ejemplo es cuando vemos a la madre de Leonard... única explicación de por qué sabe vivir tan bien con un tipo como Sheldon.
No obstante, como bien hubiera adivinado Billy Wilder, a ese hogar tan repleto de pósters de Stars Wars, Star Trek, Galáctica, etc... le faltaba algo. Y por ello los guionistas alteran el espacio-tiempo y se sacan a Penny, una bomba de relojería que va a tardar muy poco en dejar prendado a Leonard. Kaley Cuoco caracteriza a esta aspirante actriz que se ha mudado a la gran ciudad, aunque de momento se tiene que costear sus clase de arte dramático con el puesto de camarera... Podría decirse que congenia con todos bien desde el primer momento... menos con Sheldon, naturalmente. El Penny VS Sheldon dará algunos de los mejores momentos de la serie, hablaríamos de don Carnal contra doña Cuaresma... pero la metáfora es complicada.
Del mismo modo que para algunos es Leonard, no pocas personas ven a Penny como el verdadero motor de la serie, aunque las mejores carcajadas siempre las arranquen los otros personajes, más vicerales y divertidos. Penny es el punto de mesura, el contacto con el mundo real de unos quijotescos vecinos que de vez en cuando deberían salir a que les de la luz del Sol. Pero la gracia no sería tal si no fuera asimismo a la inversa, ya que compartiendo alguna cena con estos rarillos ratones de biblioteca, se da cuenta de que la vida puede exigir mover el cerebro más de lo que la gente normal lo hace. En cuanto a triángulos amorosos (que no tríos, la serie se emite en horario normal, mal que le pese a Wolowitz), por supuesto que los abrá, en una especie de "Apartamento para 3", pero con tiendas de cómics de por medio.
El único problema que se otea en el horizonte de este prometedor programa es la originalidad... habrá que hacer muchos equilibrios e ir incorporando personajes con la precisión de un relojero para que no se pierda la chispa que hoy sin duda prende. A la par seguir buscando esa coralidad (Sheldon por ejemplo es tan bueno como peligroso, igual que Futurama con Bender, hay que tenerlo controlado como el último as, ya que si no monipolizaría todo, pero, mejor tenerlo en tu serie, no que disfruten de esa bestia televisiva otros) y, esperando que la posibilidades Leonard/Penny no terminen cayendo en tópicos. Con todo, con gente como Rajesh y Wolowitz hay que ser optimista, hay apoyos y de calidad...
A fin de cuentas, todo empezó con el Big Bang... lo único que no podemos saber es el desenlace. Y, la verdad, es que si no, sería muy aburrido.
4 comentarios:
Me encanta la serie y la verdad es que has definido bastante bien el quid de la cuestión de la serie.
Sheldon y es que tanto tú como yo sabemos que hay secundarios que acaban escapando de los cercados que les levantan los creadores
Jejejejeejejeje... si es que los personajes al final son la clave, de siempre.
Y sí, es una serie encantadora que cruzamos los dedos porque nos dure muchos años.
Muchas gracias por la visita, señor Francisco Javier.
¡Qué ilusión, una entrada sobre The Big Bang! Enhorabuena, creo que has resumido de forma excepcional la esencia de la serie.
De acuerdo con que Sheldon es un arma de doble filo: puede darte los mejores momentos de la serie, pero a la vez corre el riesgo de convertirse en un esperpento. Espero que sigan sabiendo cómo tratarle.
Personalmente, me encanta Raj. Es cierto que no habla mucho, pero cuando lo hace se luce. Y el dúo Penny-Sheldon es taaan grande...
¡Un saludo!
Jejejejeej, pues sí, conste que pienso en Sheldon como uno de los grandes personajes de los últimos tiempos en TV. Si los guionistas lo manejan como hasta ahora sin problema.
De cualquier forma, tú eres la experta en esta maravilla, que no se me olvida que me la recomendaste. Muchas gracias por tu visita y por recomendarla
Saludos,
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