sábado, 12 de diciembre de 2009

EY, SABINA




Desde que Lucifer le nombró maestro de ceremonias, San Pedro anda con la mosca detrás de la oreja por falta de clientela nueva. Más viejo y cansado, ahora sí que empezamos a creer aquello de que es la última gira. Córdoba La Llana acogió en el Polideportivo a uno de los letristas más afilados, a uno de esos elegidos que ya empieza a tener la voz tan quebrada como un papel de fumar, pero que sigue siendo aquel mismo sabio, que para hacer poesía, solamente tiene que mover los labios.




Como según sus declaraciones anunciaban, Olga no se encontraría en este viaje, presa de los suaves lazos de la maternidad, pero del bombín se nos sacó Joaquín la preciosa voz de Mara Barros, el toque de amazona imprescindible, La Malinche que necesitaba el descanso del guerrero de un ya veterano Hernán Cortés.


Entre muchísimos temas clásicos ("Por el Bulevar de los sueños rotos", "Princesa" y un amplio etceterá, que yo creo que el público abarrotado se ganó por saber tararear cada una de las letras), por supuesto estaba la nueva, "Vinagre y Rosas", que ha nacido fruto de la simbiosis de nuestro artista com Benjamín Prado. Existía el fundado temor de que ya viniera desganado, pues él mismo apunta ser ahora más aliado de teatritos íntimos, que los últimos discos nunca son los mejores para el tópico... pero es que hay excepciones a la regla.


Y por supuesto no lo hace solo, tiene una máquina perfectamente engrasada y si, me permiten el argot futbolístico, un equipo tan bueno y experimentado en todas las circunstancias que el entrenador se puede permitir salir a fumar o a tomarse un Cola-Cao si se le antoja. Con gente como Pancho Varona es más fácil tener cubiertas las espaldas, Antonio García de Diego es un seguro de vida a todo riesgo, Jaime Asúa da el ritmo y José A. Romero la clase. Perdón si me dejo a alguien. No se echó en falta a El Maestro mientras interpretaban "El caso de la rubia platino" y ése es el mejor piropo posible, que no se notase.


Cantos a la Magdalena incluídos, fueron dos horas y media realmente emocionantes. Incluso la parte más rutinaria de un concierto, la cola y espera, se hizo ligera gracias a la excelente compañía de la que uno tuvo la suerte de rodearse y a la que estoy agradecido, como espero que notasen. Hubo mucha complicidad en el público y eso es de agradecer, el mito de Cordosiesa se quebró por una noche donde nos dieron las diez, las once, las doce...sin problema alguno. "Pasado mañana tengo un concierto en Madrid, venid y así no tengo que cantar", afirmó medio en broma, medio en serio al ver la memorística capacidad de algunos espectadores/as.


Aunque era díficil de adivinarlo, posteriormente, repasando lo vivido, dio la impresión de que todo estaba pensado de antemano, incluso que adivinaron que le íbamos a tararear como lo hicimos: "Ey Sabina, así no se termina". Y no acabó así, nos regaló, bandera pirata incluída, no pocos temas más. La entrada al concierto pareció cara hasta que se llegó al concierto y eso es fundamental. Alejados del merchandising (bastones, camisetas, etc), hubo magia, de la buena, de la de verdad...
Tener la oportunidad de ver en directo a un genio en lo suyo y a su equipo. Lo nuestro duró... lo que dura dos acorde de chelo en un pabellón de rock... porque Sabina no podía irse sin esa pizquita de Rock, porque aunque él no lo sepa y tenga mil incongruencias, nunca se ha resistido a cantar el blues... de lo que pasa en su escalera.
PD: En la próxima entrada vuelven los libros, perdón por la intromisión, pero un suceso de rabiosa actualidad ha requerido saltarse el formalismo.




4 comentarios:

Chespiro dijo...

Sin duda, un concierto que superó todas las expectativas. Igual que la compañía, sin duda.

El Viejo dijo...

Gracias por la parte que me toca, aunque el mérito fue del resto. Sin duda, superadas todas las expectativas.

Easmo dijo...

Brutal entrada. Pena que no tenia capital suficiente para invertir en tamaña experiencia.

Un detallito: el texto que hay al lado de la foto al comienzo del articulo, si es parte del mismo, deberias moverlo. Un "pie de foto", no queda mal ahi al lado, pero si ese trozo es parte de la entrada y no un comentario aparte de la foto, quda "raro" verlo ahi separado. Opinion personal, conste.

El Viejo dijo...

Certero ojo, amigo Easmo. Lo tendré en cuenta para futuras entrada. No, no es un pie de foto, es parte del texto. Anotado queda.

Gracias. Y sí, tío, una pena que no pudieras venir, contigo hubiéramos redondeado la noche. 1 abrazo