domingo, 18 de octubre de 2009

ÁGORA



Título: Ágora (2.009).

Duración: 126 minutos.

Director Alejandro Amenábar.

Guión: Alejandro Amenábar y Mateo Gil.

Fotografía: Xavi Giménez.

Música: Dario Marianelli.

Reparto: Rachel Weisz, Max Minghella, Ashraf Barhom, Oscar Isaac, Michael Lonsdale, Rupert Evans, Homayoun Ershadi, Richard Durden, Sami Samir...

Y finalmente aconteció. Tras una semana esperando pacientemente que clases y salas repletas lo permitieran, conseguí ver Ágora. La expectacion general que se intuía en las colas iba en progresivo aumento. La ecuación prometía, Alejandría siglo IV d.C, la maestría de un director del calibre de Alejandro Amenábar y un personaje femenino fascinante y poco conocido, Hipatia. El problema es que a veces las expectativas tan elevadas pueden hacer que subestimemos cosas que en sí están bien, pero que esperábamos mejor.

En primer lugar me llamó la atención una entrevista que en una cadena privada hicieron al creador, Amenábar contó sus influencias en dicha cinta. Salieron adelante muchas piezas que demostraron que el cineasta español ha visto mucho (y buen) cine, en definitiva, un conglomerado que iba desde piezas históricas hasta el peplum, el problema era... ¿sería posible semejante cóctel? No olvidemos que algunas de ellas, como Ben-Hur, tuvieron la fortuna de ser creadas en una época donde era permisible una película de cuatro horas, algo que los inquietos espectadores de hoy en día díficilmente pueden permanecer en su butaca. Ágora apenas sobrepasa las dos horas, dando la sensación, a mi modesto juicio, que se quieren contar demasiadas cosas que los guionistas y el equipo tienen muy claras, pero no sé si al público nos resulta tan fácil.

Cabe resaltar que la recreación es buenísima, digna de Hollywood, así que las productoras pueden darse por francamente satisfechas en este aspecto. La legendaria biblioteca y el Ágora han sido efectivamente resaltadas de un modo maravilloso y la puesta en color del cielo y el acercamiento a esta tierra de barro muy digno. No se deben buscar las carencias de este film en los aspectos técnicos. Creo que la duda que todos tenemos con Ágora es el desarrollo de la trama, no tanto con un nudo muy interesane como con un inicio un poco desangelado y un clímax prometido y que quizás no llega como hubiéramos querido o lo hace demasiado rápido.

Quede claro que esto no es una crítica a Rachez Weisz. Es una actriz muy bien escogida y que envuelve de dignidad a esta dama, de una forma convincente y poderosa, además, en un honor a la biografía real de esta filósofa, no se ha recurrido a una historia de amor tradicional que casi siempre se suele imponer para garantizar taquilla. Ha sido un alarde de respeto por la Historia digno de agradecer y una demostración de que esta cinta quería algo más. El problema es que creo que los guionistas, que conocen muy bien el tema, nos han presentado una Hipatia ya demasiado madura, inteligente, fría y distinta. Tiene el alma de Lisa Simpson, pero al igual que nuestra apreciada dibujito, cuando sea adulta, aunque habrá ganado mucho en sabiduría, habrá perdido considerables dosis de encanto. Me explico con un ejemplo.

Hay una escena que puede ser conmovedora al inicio es que es cuando las tensiones entre paganos y cristianos han llegado a su punto álgido. En un sitio, el padre de Hipatia, un digno Michael Londsdale, quiere disculparse ante la muchacha por la cerrazón de sus últimos años, por haber permitido a los estudiantes de la Academia caer el juego de provocaciones. "Cuando recuerdes a este viejo tonto... hazlo cuando te podía ayudar, cuando estudiábamos juntos". Esta escena cobraría más significado si hubiéramos tenido algún flashback o alguna especie de prólogo donde una pequeña Hipatia hubiera contraído esa deuda, aparte que nos acercaría al fantasma de la madre, quizás la única manera en la que esta amante de la sabiduría podría tener la sensación de que ha sacrificado otros campos de felicidad por el cultivo de su talento astronómico. No se trata de enmendar la plana a nadie, pero no deje de pensarlo durante la proyección.

Otra polémica que ha hecho que incluso se cuestione el potencial de esta película exportada al extranjero ha sido la materia religiosa. Considero que eso es absurdo. Basta conocer al siniestro personaje interpretado magistralmente por Ashraf Barhom para ver que el llamamiento no es contra ninguna clase de fe ni credo concreto, es una alerta contra el fanatismo y toda persona que es capaz de justificar la perpetración de actos violentos porque hay una voz en su cabeza que le dice que eso está bien. Lapidaciones, revanchas, derribos de credos y quema de libros son cometidas por los peores elementos de los cultos paganos, cristianos y judío, mientras todas ellas tratan de hacerse gratas al Emperador y así eliminar a la competencia. La única cosa que las diferencia es que será el cristianismo ganará este pulso, gracias a la maquiavélica forma de comportarse del futuro santo y doctor de la Iglesia, Cyrilo (encarnado por Sami Samir). Por cierto que el duelo de voluntades entre Hipatia y Cyrilo (atentos a la carta de San Pablo escogida) queda demasiado indirecto, aunque históricamente no aconteció, hubiera sido impagable. Por fortuna, Hipatia deja una frase para el recuerdo y que bien vale una entrada: "De momento vuestro Dios no ha demostrado ser más misericordioso que los que le precedieron". Ahí queda eso.

Estos dilemas religiosos se reflejan a la perfección en un antiguo esclavo de la casa de Hipatia, Davo (Max Minghella, que conforme avanza la película se va sintiendo más y más cómodo), un personaje magistral (creo que el que mejor está escrito) y que encarna a la perfección la pérdida de valores y los peligros del desamor. Un hombre que aunque sigue amando a Hipatia en lo más hondo de su corazón no cesa de preguntarse, ¿por qué soy incapaz de perdonar? Davo, sin saberlo, lleva las claves de la destrucción de su ama, una pagana tolerante que además tiene muchas influencias sobre antiguos alumnos suyos que han prosperado mucho, sobre todo Orestes (Oscar Isaac), que a pesar de sus aires de galán y su sincera admiración por Hipatia (pañuelo mediante), terminará actuando como una especie de Pilatos.

Sin duda la parte intermedia es la más agradecida de la cinta y donde los duelos entre los personaje llegan a su mayor florecimiento. Me dio la sensación de que fue la parte donde Amenábar y su equipo se sintieron más cómodos y me las prometía felices para un final que corroborará todo lo prometido. Entre medias, se intercalan aspectos de las investigaciones de Hipatia (por cierto, me gustó mucho que no fuera Miss Perfecta, ya que su posicionamiento de la esclavitud es muy negativo y deja mucho que desear, lo cual la convierte en una mente adelantada a su época pero con carencias que la hacen verosímil) sobre las teorías de Ptolomeo, empezando a pensar que quizás Hiparco no hubiera escritor ninguna tontería. Me sorprendió que alguna gente protestase a la salida sobre "el coñazo" de estrellas que el bueno del cine los había metido. Es muy respetable que sea un tema que no interese (a mí más que no interesarme es que soy un nudo empanado para esta temática), pero precisamente por eso debes estar dispuesto a soportar eso en una historia sobre una filósofa. De todas formas a mí me parecieron buenas explicaciones (los dibujitos en la arena no serían necesarios para determinados espectadores, pero yo y los de mi ralea lo agradecemos en sobremanera) y hasta amenas.

En cuanto al desenlace, la moral me obliga a silenciarme. Sería muy injusto, recuerdo que unas compañeras estaban hablando en clase sobre Ágora y como sabían que la iba a ver no destriparon nada verdaderamente significativo, espero haber hecho lo mismo. Al igual que ellas solamente decir que invito a todos los que tengan un poquito de gusa por la Historia, la filosofía y el buen cine a echar un rato. ¿Y a los que no? Pues que vayan el día del espectador y también le den una oportunidad. Lo bueno de los genios como Amenábar hasta que cuando se equivocan lo hacen bonito.

Una producción con un reparto internacional (no muy conocido pero excelente), repleta de interesantes cuestiones, quizás algo desangeladas por momentos en un plano demasiado cerebral, pero que exigirá futuros revisionados. Y como la sensata alejandrina dixit: "Es más lo que nos une que lo que nos separa".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hago un paréntesis en mis estudios de formulación para ponerme en una posición crítica.

La he visto y no me ha gustado por su excesiva pretenciosidad. Es más, es la cinta que me hizo empezar a desconfiar en Amenábar (precisamente, tres días antes había visto "Abre los ojos" en pantalla grande y me seguía pareciendo magnífica). Si bien no hay pegas en el aspecto técnico, y la primera parte de la película, aún con fallos (precisamente los enunciados científicos me parecen metidos con calzador), tengo una opinión mucho más extrema de la segunda parte de la película, que es un caos de guión. Y precisamente la construcción del personaje de Davo, por los "baches", me parece digna de mí mismo, pero no del dúo Amenábar-Gil (apunte: creo que en el campo de la dirección ha sido Gil el más fino últimamente). Y el desenlace podría ser algo digno, pero la sensación que me da tras haber visto todo lo anterior es la de haber querido hacer una película "oficial", altamente subvencionable con vistas a los Goya y los Oscar, no la de una con verdaderas intenciones reflexivas. Bajón creativo el de Amenábar, aunque no a nivel de público, que está haciendo buenas cifras.

Así que, por mi parte, no pienso volver a verla en bastante tiempo (todavía tengo pendientes sus cortos, "Tesis" y "Los Otros". "Mar Adentro" la acabé quitando por el sopor, otro film en el que temas duros son tratados con frivolidad). Una equivocación de Amenábar...pues eso, me parece una equivocación.

El Viejo dijo...

Parece que discrepamos amigo Franchesk, aunque son muy comprensibles tus puntos de vista, todo depende del prisma donde se mire. No te voy a negar lo de la pretenciosidad. A mí por ejemplo me aburrió más "Mar Adentro", quizás por deformación histórico. Discrepo en lo de Davo, las dudas religiosas eran mucho más fuertes en tiempos antiguos que ahora, pero bien mirado... le daré un repaso, pues me fio de tu olfato.

Una amable recomendación que te hago es que veas "Tesis", es más inocente en determinados aspectos,poco pomposa, rápida, ligera y muy bien en cuanto a cine enjoy, la ópera prima de nuestro artista. De "Los Otros" solamente te digo que es mangífica.

Secundo lo de "Abre los ojos", no sé si sabes que ahora hay una nueva edición en DVD que a mí me tiene prendado, si puedo me la pillo.

Muchas gracias como siempre por compartir tu sapiencia cinematográfica en este blog. Siempre serás bien recibido por lo mucho que aportas.

Cordiales saludos.