domingo, 23 de febrero de 2020

EL SAMURÁI OSCURO (PARTE I DE V)


Su imagen fue icónica desde el primer momento. Hay muchas escenas memorables en cierto film estrenado en 1977. Sin embargo, pocas quedaron mejor en la retina que la referida a una figura imponente en armadura negra que abría sin esfuerzo puertas de acero con un simple gesto de su mano y avanzaba como una máquina de matar fría e invencible. Darth Vader había venido para quedarse en la saga, si bien ni siquiera George Lucas pudo imaginar todo lo que vendría después con Anakin Skywalker. 



En agosto de 2015 se dio un giro de tuerca al archi-villano de Star Wars, el antagonista al que toda una generación disfrutó odiando. De cualquier modo, grandes poderes y siniestra apariencia no bastan para perdurar en el tiempo. Kieron Guillen (al guión) y Salvador Larroca (dibujo) eran conscientes de ello y repasaron la trayectoria que explicaba por qué podían seguir contándose cosas del personajes tras tantas décadas. Entre el frío Vader, casi un robot imbatible, del episodio IV y la sorprendente revelación al final de la película El Imperio Contraataca (1980) debían haber pasado muchas cosas que no se contaron en la gran pantalla. 



Con el sello Marvel bajo el brazo y el transatlántico Disney en el horizonte, la serie de cómics protagonizada por Vader se reveló como una maravilla desde sus primeras viñetas. Puro cine negro y guerras de bandas para demostrar que aquello iba en serio. Siempre se sospechó que el Mesías caído en desgracia no pudo aceptar con la docilidad que aparentaba su paso al servicio del emperador Palpatine. La galaxia es grande y la paciencia del antiguo niño prodigio jedi era superior a la que muchos de sus detractores pensaban. Una historia que Gillen y Larroca cuentan con la maestría de los grandes.


Al poco de llevar tres números, el equipo creativo se dio cuenta de que hacían falta más cosas. La personalidad de Vader puede convertirse en algo que absorba todo y tiene un halo trágico que en su justa medida atrapa, pero en exceso corre el riesgo de cansar. Por ello, se incorpora a la historia a la doctora Aphra, una inquieta arqueóloga que vendría a ser una especie de versión canallesca de Indiana Jones, la candidata idónea para que el Lord Sith haga unas averiguaciones muy importantes. 



Si el señor oscuro era una serie de éxito, Aphra encajó tan bien que terminaría protagonizando su propio Better Call Saul, es decir, un spin-off donde volveríamos a disfrutar de una inteligente dueña de la picaresca, poseedora de dos divertísimas (y repletas de humor negro) versiones de dos de los androides más queridos de la ciencia ficción. 



La sociedad que ambas personalidades entablan es una bomba que permite a los diálogos fluir y evitar que todo sea un monólogo atormentado de Vader. Asimismo, más que recurrir a personajes tan queridos como Luke, Leia o Han, los primeros compases muestran que Gillen sabe crear antagonistas a la altura del samurái oscuro de cosecha propia: y es que el emperador está tan molesto con la perdida de La Estrella de la Muerte que baraja un peculiar casting para ver si hay algún aprendiz más eficaz que su antigua apuesta.


Gillen va colocando todas sus piezas en el tablero con sagacidad. Una primera lectura del arco de la primera saga (Darth Vader #1-6) deja la sensación de que hay un dibujo espectacular, un protagonista carismático y secundarios a juego, pero que quizás falte un propósito a largo plazo en la serie. Lo hay. Volver a acercarse a la trama que aquí se inicia exhibe a un escritor que sabe en todo momento donde quiere ir, dosificando sus bazas y suspense para llegar al futuro clímax.



Espectros como Obin-Wan Kenobi o Padmé estarán también presentes en exquisitos flashbacks a cargo de un Larroca en estado de gracia. No se abusa de ellos, simplemente son los ingredientes necesarios para que comprendamos que nos hallamos ante un Anakin diferente. Una leyenda sombría cuyos hombros empiezan a cansarse de esa carga y está pensando en repartir el peso de la galaxia, lo curioso es que su poderoso maestro no entra en esos ambiciosos planes a largo plazo. 



Acostumbrados a un Imperio con subordinados patosos y legendaria mala puntería, estos cómics reflejan una estructura compleja y más próxima a la diplomacia bizantina de lo que aparentaba. Cylo serviría para mostrar los tejemanejes que se mueven en las altas esferas de una cadena alimenticia donde solamente los que más logren ser imprescindibles para Palpatine sobrevivirán. Y lo mejor estaba por venir, algo que veremos dentro de cuatro semanas.



BIBLIOGRAFÍA:



- GILLEN, K. y LARROCA, S., Star Wars: Darth Vader, Planeta Cómic, Barcelona, 2016, vol. 1. Recopila los cómics 1-6 de la colección. 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



https://www.newsandtimes.com/2017/05/a-villain-like-no-other/



https://www.youtube.com/watch?v=PSB7vSJHscs



https://aminoapps.com/c/comics/page/blog/star-wars-darth-vader-6/7YiP_u4gzlqar8l1eoaWZKjopDaw3L3

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