Si la primera temporada se había valido de las peripecias de Pullo y Voreno para explicar los grandes acontecimientos de la época tardorrepublicana, la segunda ronda de Rome va a hacer lo contrario, basándose en el contexto histórico, se nos revelan nuevas aventuras de Pullo y Voreno.
Tras el asesinato de Julio César, en la urbe tiende la más absoluta anarquía. Nos sorprende la inteligencia de sus guionistas, cuando pensamos que vamos a ver una versión más del famoso discurso de Marco Antonio, dan un giro de tuerca. Lo escuchamos a traves del "corre ve y dile" de las gentes de las tabernas. Si la primera temporada se ha centrado en los acontecimientos con mayúsculas, ahora cultivarán la intrahistoria. Al más puro estilo Scorsese, nos veremos arrastrados a la lucha callejera más vil. Si creen que exageran, lean las crónicas de los días de Publio Clodio y Milón.
Los dos antiguos legionarios de la XIII serán el verdadero motor de las aventuras de este producto televisivo. Si creíamos que la estación predecesora había roto moldes con su forma de presentar la esclavitud o la violecia de una batalla en la Galia, ahora no valen cinturones y se toman curvas.
Hablando de las mismas -con perdón-, esta segunda entrega nos traerá a la rena del Nilo, aunque quizás pilla de nuevas la caracterización de Lyndsey Marshal, una Cleopatra que por inusual, no deja de ser muy divertida. En efecto, pese a las exuberantes faraonas imaginadas por Hollywood, la versión que tenemos aquí de la hermana de Ptolomeo extrañamente inquietante, ingeniosa, extravagante y capaz de seducir a todo un Marco Antonio, aunque por motivos distintos a los que en ocasiones nos han contado.
Lástima que muchos otros aspectos fuesen omitidos. Igual que en la primera temporada, la prole de Pompeyo se reduce a un desagradable hijo (un Rick Warden que hubiera podido ser un excelente Cneo Pompeyo junior en Munda) que constituye un vacío histórico difícil de superar. Un joven que sí está maravillosamente recreado es Octavio, Mark Pirkis ya nos advertía de que aquel pariente de cara aniñada escondía muchos Césares. Ahora, Simon Woods es un Octavio muy crecidito, un joven de salud deficiente (véase su nefasta actitud en Filipos, donde Bruto y Casio alcanzarán la muerte en el final de la República), frío como el hielo, sin escrúpulos y que usará su familia con una inteligencia sin precedentes para erigirse con el poder supremo, castigar a los asesinos de su padre adoptivo y reinar sobre una ciudad tan omnipotente como caótica, a la que piensa domar con su puño de hierro. Lástima de esa escena tan controvertida con Livia y es que, en esta serie nunca puede falta cama.
Como era de esperar, Voreno terminará, ante la inminente guerra civil, luchando en el bando de Antonio (impecable James Purefoy) y Pullo ligará sus desventuras a Octavio. Tras haber -eso sí, salpicándola de sangre- dominado a las hermandades de Roma que, en efecto, no eran otra cosa que bandas armadas y bien disciplinadas para la lucha callejera, los dos hermanos de la XIII terminarán distanciándose. Pullo será incapaz de mantener a su joven y hermosa esclava, una vez más por no saber decir no a sus apetitos, mientras que Voreno está parece maldito desde haber fallado en la protección de su comandante en jefe y propiciado, indirectamente, la muerte de su amada primera mujer. Ahora, cuando los hilos del destino vuelvan a unirles, ¿será como amigos o enemigos? Y si es la segunda, ¿quién de estos dos supervivientes natos será el más fuerte?
Mientras se desarrollan tramas secundarias muy importantes. La poderosísima Servilia verá el oscurecer de sus días cuando fallezca su querido hijo Marco Junio Bruto. Polly Walker nos seguirá regalando una Atia tan inolvidable como históricamente deficiente, en un ejemplo de que una buena actriz puede salvar la peor de las papeletas. David Bamber nos sigue regalando a un grandioso Cicerón que cotiza cada su minuto. Su triste final -que solamente enturbia, como acertadamente dice siempre Raf Wallace, no haber sucedido de noche bajo su villa- es la mejor aproximación televisiva al estoicismo, en una escena que eleva a la serie a la máxima potencia. Son estos momentos de conjugación de Historia y entretenimiento los que convierten a Roma en algo único, aunque el masoquismo, la sangre y el sexo más explítico la hagan retroceder en ocasiones a marchas forzadas.
Nicholas Woodeson nos seguirá regalando a Posca, el liberto que acompañaba a César en tierras de Astérix y ahora liga su carrera a Antonio. Cuando el joven y ambicioso Herodes llegue a Roma para financiar su corona, nos encontraremos con una de las negociaciones más divertidas, especialmente por los atinados comentarios del príncipe sobre la amistad que une a los triunviros Lépido, Octavio y Antonio. Lee Boardman, también otro semita que reside en Roma -llegaron a ser un gran número- verá que la venida de este futuro tirano, le recuerda cuánto ha cambiado desde que se halla en la Ciudad Eterna. Junto con su radical hermano, tendrá que decidir una pequeña cuestión que hubiera cambiado la historia... incluso la sagrada.
Así podríamos ir desgranando montones de situaciones, tan rico es el tapiz que se nos presenta, aunque mucha de la información debe ser pasada por el escáner. El romance de Atia-Antonio, la "verdad" sobre Cesarión, la imposible relación de Agripa-Octavia... demasiadas licencias que enfurecen más por ser realizadas con toda la intención, que por ser fallos de documentación. Todo vale en este tramo, que ha hecho que los más aficionados a la Historia se tiren de los pelos, considerando por este hecho a la primera temporada como muy superior a la presente, mientras que los telespectadores que no lloran por Suetonio solamente opinan que se han divertido de lo lindo.
Como fuere, en apenas two seasons que dirían los angloparlantes, esta producción trajó algo de cultura antigua, política y filosofía (sí, en serio, no filosofía en el sentido más técnico, pero no es casual el impresionante carisma que tienen Pullo y Voreno con dos psiques tan distintas, ambos simbolizan a Roma) a la pantalla pequeña. ¿Con violencia? A raudales. ¿Con morbo? Casi tanto como el de los romanos originales. ¿Con fallos? Muchos. Pero, y ésta es la cuestión, hay está... ha provocado no pocas producciones que han querido emularla sin conseguirlo y, muchos de su equipo, nos regalan ahora los Tudor.
Incapaz de entenderse a sí misma, esta serie merece ser conocida por todos los que amen el espectáculo... y la arena.
Por último, un pequeño regalo, las mejores frases del tándem Pullo-Voreno:
"Mis antepasados lucharon con Escipión en Zama, mi padre cabalgó con Sila... y a mí me roban el caballo unos crios". - Voreno en la Galia.
"Encontraron mi águila perdida. El tesoro de Roma. Son los dos únicos supervivientes de un naufragio y se encuentran en la costa con Pompeyo El Grande. No sé que dioses les protegen pero no pienso ofenderles". - Julio César tras el re-encuentro con los dos legionarios.
"¿Cuándo fue la última vez que estuviste con una mujer que no gimiera o llorase?"- Voreno a Pullo.
"¿Tantos años sin acostare con una mujer por fidelidad? Vaya, por los dioses, tu mujer tiene que ser una buena... mujer del hogar"- Tito Pullo a Voreno.
"Cuando vayas a la líneas enemigas, dile a Lucio Voreno que sus hijas están bien y pregúntale cómo está mi hijo... es una broma, él lo entenderá"- Tito Pullo, pero no es tan broma.
"Te he visto matando gente... y créeme muchacho, tienes madera de líder"- Tito Pullo a Octavio.
"¿Tu padre? Era muy glotón, a veces le he visto comer cosas enteras. Pero es el mejor para estar en combate con él"- Voreno a Pullo.
"He estado con ese hombre en muchos peligros en el frente... y solamente hablaba de una cosa, su familia"- Pullo.
Una de las mejores amistades que se han recreado en TV.
4 comentarios:
Y sabes si va a haber más temporadas???
Se ha barajado, pero los costes de producción son tan enormes que difícilmente se podría desarrollar una tercera temporada tan extensa.
Ojalá que sí, o cuanto menos, como se barajó, hacer un largometraje... seria muy interesante. Gracias por el comentario.
Oh, si hacen una pelicula, yo quiero verla >_<
La verdad es si finalmente le dieran luz verde, desde luego, contarían con mi entrada. Sería muy interesante. Coincido con Xobolina.
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