Título: El Pisito.
Duración: 1 hora y cuarenta minutos.
Basado en la obra original de: Rafael Azcona.
Adaptación: Juan José Seoane y Bernardo Sánchez.
Director: Pedro Olea.
Intérpretes: Pepe Viyuela, Teté Delgado, Asunción Balaguer, Rafael Núñez, Jorge Merino, Manuel Millán, María Felices y José María Álvarez.
Escenografía: Wolfgang Brumann.
Vestuario: Javier Artiñano.
Iluminación: Juan Gómez Cornejo.
Lo prometido es deuda. Tocaba relamernos un poco en la literatura y aprovechamos un pequeño hueco para prestar atención a la reciente representación de "El Pisito" en Córdoba. Ahora que lo pienso, si juntamos "Cineasta busca pisito" con la entrevista a Pepe Viyuela, tenemos una trilogía bastante apañada sobre este producto que no parece agotarse, simplemente adaptarse.
No es el momento de hacer un repaso a la excepconal trayectoria de Azcona, quizás el mejor guionista español de su tiempo y, sin duda posible, uno de los mejores de la Historia. Basta decir que esta ácida sátira sobre el drama de una pareja de novios que empiezan a ver peligrar su arroz, mientras buscan una vivienda digna. Si la versión cinematográfica de Ferreri era más global, la adaptación que nos brindan Seoane y Sánchez, se ha valido mucho del casticismo madrileño. La iluminación, decorado y vestuario se han puesto de acuerdo para apoyar a esa ciudad donde, decía Sabina, ya no queda sitio para nadie.
La complicada tarea de suplir al añorado López Vázquez ha caído en cuenta de un excelente actor cómico, Pepe Viyuela, a quien este blog ya tiene el privilegio de conocer. Viyuela no hace ninguna copia del Rodolfo anterior -aunque queda claro que conoce y admira las versiones precedentes-, brindándole cosas que van acorde con sus mejores virtudes. Metido en una tela de araña, este pobre diablo de infancia triste, encontrará que la dantesca solución -casarse con su casera para evitar ser desalojado- a la que recurre, tal vez le dé por primera vez algo de cariño.Viyuela logra lo impensable, que Rodolfo nos caiga bien y hasta empatcemos con su desgracia, cuando en realida, deja mucho que desear moralmente. En el proceso destaca una Teté Delgado que hace de Petrita. Mary Carrillo basó su interpretación - por otra parte soberbia- en la quemazón, el cansancio y el hastío de un largo noviazgo al que falta emotividad, mientras esta nueva versión, muestra a una Petrita muy agresiva desde primera hora, con pasado falangista y presionada por su hermana - la constantemente preñada María Felices.
Aunque quizás, como me dijo un apreciado amigo, sea Asunción Balaguer, la verdadera protagonista, por cierto sí, para los que fueran al teatro, la voz en off del difunto padre de a casera es, no podía ser de otra forma, el siempre elegante Juan Luis Galiardo. Es increíble el desparpajo de esta señora ya en el umbral de la vejez, dando un auténtico clinic para quien quiera verlo, de cómo se debe actuar. En este apartado, ha estado muy bien auxiliada por Manuel Millán, quien ha devuelto a don Dimas -el podólogo más desagradable, marrullero y gracioso que nunca haya existido en teatro, inolvidable, tanto en la película original como en ésta-al pie de la palestra.
El resto de secundarios rayan a gran altura. Tanto el jefe como el compañero de Rodolfo brindan ese tono ácido, amargo y de rutina que esta pieza -menos alejada en el tiempo de lo que creemos-necesita por encima de todas las cosas. Atención al pequeño - en duración, no en importancia- papel del propietario del piso, incluyendo su mal del agua. Eso sí, buscando los tres pies al gato -no, no elijo al animal al azar- , he echado en falta a la otra inquilina, que sí estaba presente en la película -ignoroso si en el primer borrador de Azcona-. Creo que, pese a la muy buena adaptación, prescindir de este elemento no ha sido bueno, siendo otra tentación para Rodolfo, a quien se le plantean así tres caminos con muchas ramificaciones. Para la obra, la profesora de piano sin rostro solamente constituye un temor para Petrita, no así para un espectador que carece de elementos de juicio que le hagan pensar que en la relación pueda haber una rival... a excepción de la imbatible Balaguer, que nos dure muchos años.
Hay quien dice que El Pisito es simple, que carece de la fuerza y la complejidad de otras piezas teatrales. Puede ser, siempre que admitamos que en esta vida no hay nada más complejo que convertir lo complejo en fácil de entender, el problema más amargo en sonrisa al viento y... la pasión de juventud, en lágrimas derramadas.
Me sigo riyendo mucho con El Pisito, no así con su final... no creo que nadie lo haga. Tiene la virtud de ser demasiado coherente entre tanta locura, pareciéndose demasiado a... la vida real.
12 comentarios:
Nunca pensé que una obra de teatro tuviese cabida aquí. Me alegro de que también tengas gusto por el teatro (aunque algo percibí la otra noche) y que hayas tenido a bien abrirle un espacio en tu blog.
Encantado de que lo hayas disfrutado
¡No me la pienso perder por nada del mundo! Pepe Viyuela es MI IDOLO *O*
Pues si señor Francisco Javier, el teatro es algo que me gusta mucho, aunque por maldita pereza no he aprovechado ni la mitad de lo que debiera de nuestro Gran Teatro.
Xobolina, bienvenida a este blog y ya habrás comprobado que Viyuela es muy apreciado en el mismo. Tus visitas siempre serán bien recibidas.
Cordiales saludos a ambos
He encontrado mi refugio (Hago una reveréncia)
Gran reseña y gran obra.
Me quedo con la actuación de Viyuela y Balaguer. En ciertos aspectos, me resultó mejor que la (grandísima, indudablemente) película.
Yo tengo que verla como sea *_*
Xobolina, tienes que verla, eso seguro. Gracias por el comentario, amigo Chespiro. Aquí tenéis vuestra casa. Saludos
¿Sabes cuando se estrenará en Málaga?
Ups, pues ni idea, aunque tiene que estar al caer porque están por toda Andalucía. ¿No dicen nada por internet? Por cierto, felicidades, ¿no?
O///O Ah, si gracias... ¿Como supiste qué...?
Me parece que en tu blog ponías que ya mismo era tu cumple. Saludos.
Pues si, lo puse. Gracias :D
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