domingo, 23 de agosto de 2020

HISTORIAS DE PAFMAN

 


Parece probable que, desde el punto de vista comiquero, Joaquín Cera llegase un poco tarde para explotar todo su potencial en la Editorial Bruguera. Junto con otros autores como Juan Carlos Ramis, era un historietista fiel a la tradición del modelo clásico de Francisco Ibáñez, incorporando además elementos de un humor más absurdo y con referencias a elementos de la cultura pop. Con apenas dieciocho años, se inició con la serie hoy casi olvidada de Rebuznos en el espacio, si bien siempre será Pafman, el superhéroe más tonto de Logroño, quien siempre irá asociado a su trayectoria artística. 



Pronto, el personaje y Pafcat, combinación gatuna del profesor Bacterio con Robin, se convirtieron en dos figuras reconocibles para el gran público a través de revistas como Mortadelo o Súper Mortadelo. De hecho, la buena acogida permitió a Cera ver editadas recopilaciones de dichas historias cortas a través de la colección Olé. Tras un primer volumen (publicado en 1989), logró repetir unos años después con El doctor Ganyuflo y otras historias (1991), álbum que analizamos precisamente en esta entrada del blog. 



Por aquel entonces, Cera se había adueñado perfectamente de la atmósfera de esta parodia superheroica. Incluso superando los errores de los primeros coloristas en las distintas revistas, Pafman y Pafcat ya tenían unos uniformes inconfundibles que permanecerían hasta Pafman redevuelve (2004). Por regla general, en este álbum tenemos historietas de tres o cuatro carillas, sumamente ágiles y basadas en gags físicos que beben indudablemente de Mortadelo y Filemón. Cera no oculta esa influencia y hasta homenajea los célebre finales con la coletilla "¡Tenía que hacerlo!" de los agentes de la TIA acompañados de una tremebunda noticia de periódico. 


Pese a tener ese formato propicio para la revista, aquí ya podemos advertir que Cera intuye que sus personajes dan juego para alargar las situaciones con resultados francamente divertidos. Eso se percibe en una serie de continuaciones que realiza en 1989 y son reeditadas en lo referente al malvado profesor Robayeur, quien, siguiendo otra tónica característica de villanos de Anacleto o Mortadelo, incrementa sus posibilidades de fracaso cuando pasa a un ataque frontal al domicilio de los protagonistas. 



Aquí ya se destapa el humor absurdo que florecerá con toda su fuerza y dará lugar a "mediometrajes" como El caso de las gafas churrifocales y el canto de cisne de la saga en los noventa: El asesino de personajes. Particularmente brillante es el duelo de antagonistas entre Robayeur y El Enmascarado Negro, la verdadera némesis de Pafman, convirtiendo un pequeño salón doméstico en un juego metaficcional de algunos de los grandes tópicos de la industria (los múltiples clones de Spiderman, simulaciones robóticas, etc.). 



Dicha fórmula vuelve a repetirse con el doctor Ganyuflo, quien se convertirá en un antagonista a recordar dentro de este universo. Desde sus salidas del manicomio hasta sus transformaciones en hombre-lobo, hay muchos elementos que luego recuperará Cera en sus últimos trabajos. También se permite el juego de separar momentáneamente a Pafcat de la senda de Pafman para que la lupina figura intente, sin mucho éxito, sabotear al atolondrado héroe. 


Luego hay muchas historietas costumbristas, donde Cera aprovecha la irrupción de una familia para dar problemas de convivencia a Pafman y Pafcat. Ahí se exhibe a un Cera que combina elementos también de otro gran maestro, Escobar, reflejando la ventaja de que la propia naturaleza de sus personajes les permite trasladarlos desde aventuras épicas a otras sumamente cotidianas sin que por ello se pierda nunca frescura. 



Como suele suceder en productor orientados a revistas de humor, algunas referencias a personalidades famosas de aquella actualidad han perdido vigencia y precisarían de unas notas a pie de página, si bien no es un elemento que se repita en exceso. A nivel humorístico, el autor tiene un buen balance de distintos registros, puesto que la audiencia iba enfocada a un público de todas las edades. 



Todavía a día de hoy, El doctor Ganyuflo y otras historias permanece como un toque fresco de una evolución de la escuela brugueriana, que imprimía más dosis de frikismo a los puntos fuertes de la Vieja Escuela. 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES: 



https://www.todocoleccion.net/comics-ediciones-b/pafman-dr-ganyuflo-otras-historias-ole-primera-edicion~x43656405 [Propiedad de la fotografía: todocoleccion.net] [Consultada el 17/08/2020]



el comenta mierda-blogger [Propiedad de la fotografía: Joaquín Cera] [Consultada el 20/08/2020]



domingo, 2 de agosto de 2020

UN BRINDIS POR BEL


Marzo de 1933. La revista Weird Tales publica un relato de Robert Ervin Howard, uno de los grandes talentos de la publicación, junto con colegas como Howard Phillips Lovecraft o Clark Ashton Smith, entre otros. El protagonista del mismo es un cimmerio de ojos azules, quizás uno de los pocos rasgos que le diferencia de otro bárbaro howardiano: Kull de Valusia. "La torre del Elefante" no es la primera narración sobre un personaje que llegará a ser monarca de Aquilonia por sus méritos, pero sí es la aventura que permite que el personaje alcance la esencia, ese punto donde una ficción halla todos los elementos que la pueden hacer memorable para el gran público.   



Personalidad atormentada, las traducciones castellanas de Howard no siempre han sido todo los fieles que habría podido desearse. Sobresale en el panorama castellano el trabajo de Javier Fernández, realmente notable y muy próximo al estilo del escritor texano, en ocasiones incluso deslavazado, pero siempre vertiginoso y plagado de pasión. Un literato soñaba con que el imponente guerrero le dictaba sus memorias en distintas etapas de su vida, desde su sombría cuna hasta sus momentos de mayor gloria, pasando por enormes decepciones. 



En esta ocasión, Conan era ubicado en "La torre del elefante" durante su primera juventud, visitando una de las ciudades más populosas de la Edad Hiboria, el fascinante marco protohistórico en el que se desarrollaban sus hazañas: Zamora. Roy Thomas, afamado guionista de cómics y fiel estudioso del corpus literario howardiano, unió su talento al del ilustrador británico Barry Windsor Smith para recrear con maestría la atmósfera de la taberna donde todos los ladrones de la urbe comparten jactancias y peligros. Un puro spaghetti western antes de que existiera este tipo de western, con chispeantes diálogos. 


Su propia infancia de mudanzas por el estado de Texas convirtieron a Howard en un apasionado de la narrativa de frontera. Asimismo, hijo de su tiempo, estaba influenciado por concepciones atávicas de los auges y caídas de civilizaciones, un darwinismo social que a día de hoy, por fortuna, podemos rebatir con facilidad. No obstante, lo que siempre engancha a nuevas generaciones sobre él es el vigor de su prosa, plagada de tintes poéticos por herencia materna. 



Persona cultivada en la Antigüedad, el creador de Conan plagó de referencias sus relatos. Aquí, hallamos la figura de Bel, deidad de los ladrones, claro homenaje al culto mesopotámico y que nos transporta a una especie de Sodoma capaz de deslumbrar a un audaz viajero. En contraste con su improvisado aliado en la aventura, Taurus de Nemedia, el cimmerio se moverá por impulsos para hacer el robo más audaz posible en el domicilio de alguien que es temido por el propio monarca de Zamora: el brujo Yara. 



Aunque con tendencia a recargar la adjetivación y, en algunos escritos, a potenciar en exceso a sus protagonistas en lo indestructible de su salvajismo, "La torre del Elefante" se lee conteniendo el aliento, ágil y logrando complicidad con la persona lectora, quien está encantada de imaginar las sugerentes propuestas de Howard. Barry W. Smith dejó una narración en viñetas memorable con Yara caminando sin tocar el suelo, reflejando el poder de la magia, tan alejada de la órbita del fiero ladrón. 


Recientemente, y también de forma fascinante, el dueto formado por el guionista Kurt Busiek y el dibujante Cary Nord han dejado una nueva versión de esta trama que rompe con algunos esquemas clásicos de los enfrentamientos de espada y brujería. Dicha etapa tiene un fascinante añadido en los colores de Dave Stewart, excelente en sus homenajes a los tonos pulp originales y al estilo de Frank Frazetta, cuyas portadas hicieron pervivir al cimmerio en el imaginario popular incluso tras el suicidio de Howard.



"La torre del Elefante" proporciona un salto de profundidad que lo da Yag-kosha, una delicia de creación que permite explorar cuestiones que se alejan de los clichés. Influenciado por su amigo epistolar Lovecraft, Howard se permite aquí saltar dimensiones, demostrar incluso a su indestructible protagonista que hay más cosas en el cielo y las estrellas de las que alcanzan sus enseñanzas con Crom.



De repente, el fiero bárbaro sintió vergüenza de su raza. Y, en ese momento, no se refería a las mujeres y hombres de Cimmeria, tuvo una mirada universal. Aquel coloso dispuesto a pisar con sus sandalias los tronos enjoyados de la Tierra vio desmoronarse la inmensa torre del Elefante, sintiéndose pequeño y humilde. Ninguna lectura mejor para iniciarse con Conan.



BIBLIOGRAFÍA:



- FERNÁNDEZ, J. (ed.), La reina de la Costa Negra y otros relatos de Conan, Cátedra, Madrid, 2012, pp. 99-132. 



-THOMAS, R., "Conan the Marvelous: La desconocida historia de Conan el Bárbaro", nº 4 (1998), s.f. Traducción: Joan Josep Mussarra. 



VACACIONES VERANIEGAS: Por descanso estival, el blog permanecerá sin actualizarse hasta el próximo 23 de agosto, donde se retomará con normalidad al ritmo de una entrada semanal. Como siempre, agradecer a cualquier persona que haya prestado su atención y valioso tiempo a seguirlo. Feliz verano y nos leemos al retorno. 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:






https://starsmydestination.wordpress.com/2019/04/23/conan-el-barbaro-omnibus-1-la-etapa-marvel-original-1a-parte/ [Propiedad de la fotografía: Marvel Cómics] [Consultada el 02/08/2020]



https://muldercomics.wordpress.com/2005/11/20/conan-22/ [Propiedad de la fotografía: Dark Horse] [Consultada el 02/08/2020]

domingo, 26 de julio de 2020

EL JUEGO DE LA SOSPECHA


Mansión victoriana. Singulares y extravagantes invitados, casi surgidos de las páginas de una novela de Agatha Christie, se reúnen para una velada plagada de misterio. Ahora que Puñales por la espalda (2019) ha recibido tan buena acogida de público, no está de más recordar El juego de la sospecha (Cluedo), dirigida por Jonathan Lynn en 1985. 



John Landis y el propio Lynn aunaron esfuerzos para desarrollar un libreto que tenía una misión complicada: mostrar la esencia del célebre juego de tablero del mismo nombre. Aunque llega hasta nuestros días, no está de más recordar que la primera versión de Cluedo se encuentra en circulación desde el año de 1948, cuando Waddington Games le dio luz verde para que distintas generaciones discutieran y conjeturasen en qué lugar de la misteriosa casa se produjo el crimen a resolver. 



Existe un precedente muy importante para ver la atmósfera que quiere lograr esta cinta: Un cadáver a los postres (1976), delirante comedia con reparto espectacular y que parodiaba a algunas de las grandes creaciones detectivescas de la ficción. No solamente supuso una simpática pieza para ver con una sonrisa perenne, también incluía un juego metaficcional notable sobre el género, algo que aquí también ocurre. 


Dentro del casting, sobresalen nombres como el de Tim  Curry o Christopher Lloyd, quienes estaban destinados a ser rostros muy reconocibles durante los siguiente años en la cartelera. Una de las ventajas de este tipo de experimentos es que los personajes con muy arquetipos y se tarda poco en conocerlos, puesto que hay una cantidad de obras previas que nos predisponen a conocerlos sin problemas (el mayordomo, la mujer fatal, etc.). 



Reflejando su hermanamiento con la ya citada Un cadáver a los postres, hallamos a una actriz que da presencia y fuerza a ambas obras: Eileen Brenan. La mansión está bien amortizada por la cámara, no dudando nunca en explotar las escaleras, puertas que dan acceso a lugares misteriosos y todo con un tono gótico que viene como anillo al dedo a lo que se quiere narrar. 



Un hecho que se suele subestimar de su libreto es lo difícil que resulta transmitir el estilo de partida de un juego como Cluedo para el séptimo arte. A través de una hábil combinación de posibles finales alternativas y conjeturas, la audiencia puede sentir que ha estado formando parte del duelo, siendo una característica infravalorada. 


Con acierto, Priscilla Frank considera que la pieza tiene elementos suficientes para que podamos hablar incluso de pequeño objeto de culto; más allá de la broma, las hipérboles y juegos de palabras, hay un verdadero y sentido homenaje al tablero que vertebra todo y nos invita a un honesto entretenimiento que nunca comete el error de tomarse excesivamente en serio. 



Otro truco efectivo es su metraje, un total de cien minutos. Verdaderamente, cuesta pensar que se precisen dos horas o más para conseguir los objetivos que se plantea Lynn, siendo una duración precisa para poner el mantel, hacer disfrutar a los comensales y abandonar la fiesta antes de que la gente comience a aburrirse. 



Si nunca la han visto, les invito a darle una oportunidad de tarde de domingo. No se arrepentirán. 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



https://www.filmaffinity.com/es/film120242.html [Propiedad de la fotografía: Filmaffinity] [Consultada el 26/07/2020] 



-https://cmonmurcia.com/el-juego-de-la-sospecha-siete-sospechosos-seis-armas-y-tres-finales/ [Propiedad de la fotografía: C`mon! Murcia] [Consultada el 26/07/2020]



domingo, 19 de julio de 2020

UN EQUINO DE TENNESSE WILLIAMS (BOJACK, PARTE IV DE VI)


Puede que sea el ojito derecho del padre de la criatura. Cuando Raphael Bob-Waksberg rememora la cuarta entrega de BoJack Horseman, suele hacer alusión a que el equipo de guionistas exploró facetas insospechadas con el protagonista. Realmente, empleando todos los elementos de las tres anteriores entregas, el show alcanza la plena madurez, conoce a la perfección a su elenco y puede pasar de la comedia al drama con una facilidad pasmosa. 



El programa antropomorfo por excelencia nos lleva por donde quiere y, justo cuando se piensa que ha perdido la cabeza, exhiben que cada pieza encaja mejor que la anterior. Hay dos relaciones muy intensas para la antigua estrella televisiva de una comedia situación de la década de los noventa: una hija que hace la irrupción inesperada y una madre con la que nunca tuvo una relación saludable emocionalmente. Con esos ingredientes tantas veces vistos, logran alcanzar resultados insospechados y capítulos de pellizco. 



Las subtramas acompañan también con calidad. El señor Peanutbutter comienza una disparatada campaña para gobernador que, si miramos un poco la historia política de California, es de todo menos descabellada con respecto a eventos reales recientes. En un curioso ejercicio que puede ocurrir también en grupos de amigos, se observa cómo hay una separación progresiva del vínculo entre BoJack y Todd, quedando cada vez más el segundo en los planes del can que en los de su antiguo compañero de piso. 


Con todo, el plato principal y donde esta entrega se alza por encima del resto es la relación materno-filial del protagonista. Un ejemplo lo hemos tenido recientemente en Kidding, una obra de interés y con un humor negro importante. No obstante, visto en perspectiva, mi modesta opinión es que cuentan un fenómeno similar de forma parecida, pero, curiosamente, la versión animada es mucho más humana, logrando que la audiencia pueda empatizar con cada lado de este drama. 



Y es que comprender complica el juicio. En ningún momento se justifican los actos, no pocas veces de un egoísmo atroz, de dos personajes complicados y con muchos cadáveres en el armario. Simplemente, se exponen con una inteligencia envidiable y empleando en su justa medida flashbacks que se pueden remontar incluso a 1963. Una humilde recomendación es que, vista toda la cuarta temporada, se intente tirar del hilo que lleva a dramático desenlace. Nada ha sido dejado al azar.



Con las debidas proporciones, la historia de Beatrice Sugarman se hubiera hermanado con la de otras damas sureñas en una obra de Tennesse Williams. El prodigioso dramaturgo hizo un arte del oficio de insinuar, de obligar a imaginar las dobles lecturas e intuir antes que conocer las miserias humanas. El trabajo de los argumentos tan condensados e inteligentes en poco más de veinte minutos es digno de todo elogio. 


Pese a ese intenso duelo que amenaza con eclipsarlo todo, el equilibrio de la balanza se mantiene para abastecer a los bien perfilados secundarios. Joanna Calo firma un episodio de sumo ingenio con "Ruthie", un merecido espacio para Princess Carolyn, dirigido por Amy Sedaris. Brillantemente escrito, deja otro de esos finales memorables y con mucha metaficción que propician esa sonrisa agridulce con la que se suele contemplar este espectáculo. 



Con resonancias buñuelescas disponemos también de "Underground", un fatal accidente que pondrá a prueba la solidaridad grupal con pésimos resultados, volviendo a destacarse que la serie no defiende la actitud, no pocas veces deleznable, de BoJack. Este punto volverá a ser reflexionado más adelante, advirtiendo al respetable de los riesgos de considerar a la primera figura televisiva que vean como un modelo a seguir. 



Para estas y otras cuestiones nos remitimos a dentro de unas pocas semanas. 



ENLACES DE INTERÉS:



BoJack Horseman Season 4 [Propiedad del artículo: Daniel Kurland] [Consultado el 19/07/2020]



Reseña en el blog de la primera temporada



Reseña en el blog de la segunda temporada



Reseña en el blog de la tercera temporada



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



https://www.denofgeek.com/tv/bojack-horseman-season-4-the-series-creator-on-the-growth-of-a-horseman/ [Propiedad de la fotografía: Daniel Kurland] [Consultada el 19/07/2020]



https://www.pinterest.es/pin/312578030384036704/ [Propiedad de la fotografía: Pinterest] [Consultada el 19/07/2020]



http://www.popticon.com.au/2017/09/30/bojack-horseman-season-4/ [Propiedad de la fotografía: Popticon] [Consultada el 19/07/2020]

domingo, 12 de julio de 2020

LA ESENCIA DE MORTADELO Y FILEMÓN



El sulfato atómico (1969) no necesita presentación en el panorama del cómic español. Francisco Ibáñez desarrolló en el mismo la primera aventura larga de Mortadelo y Filemón. Una historia con ritmo frenético, mucho humor y una deuda descarada con la escuela franco-belga, particularmente Franquin. No obstante, sin desmerecer este hito histórico, ese mismo año salió publicado Contra el "gang" del Chicharrón, el segundo "largometraje" de los dos agentes de la TIA. Aunque pueda ser levemente inferior a nivel gráfico, este volumen ya sí muestra la esencia de lo que va a suponer esta pareja humorística, más incluso que la primera entrega, un tomo casi con ribetes épicos, pese a la parodia. 



Uno de los puntos más fascinantes es que aquí podemos rastrear cómo Ibáñez se da cuenta de la estructura que más puede beneficiar a su narración. Existe un hilo narrativo claro, Mortadelo y Filemón deben dar caza a una peligrosa banda internacional, pero, a diferencia de lo hecho por anterioridad, aquí su creador decide dividir la aventura en capítulos de cuatro páginas, centrándose cada uno en los duelos individuales frente al integrante que toque de la sociedad criminal. La fórmula es excelente, permite agilizar la lectura y será repetida posteriormente debido a su funcionamiento tan fluido. 



Nuevamente, la escuela franco-belga será una referencia que el autor español sigue manteniendo. Concretamente, se aprecian muchos detalles propios de la saga de Lucky Luke, especialmente en sus duelos frente a los hermanos Dalton. Como muestra cuando todos los integrantes de la banda escapen del calabozo haciendo cada uno su propio agujero, solamente Filemón se percata de la estupidez que supone no usar todos el mismo, algo que parece escaparse a las entendederas de Mortadelo y el mismísimo Superintendente Vicente. 


Distintos especialistas en el personaje como Miguel Fernández Soto o José Ángel Quintana Ramos, han subrayado el estado de inspiración de Ibáñez en estas páginas, donde va descubriendo los escenarios que le permitirán sacar el máximo potencial de su pareja cómica: muelles, aeropuertos, festines de alto copete de la nobleza, etc. 



El autor maneja con una soltura envidiable los tópicos y arquetipos de las bandas criminales en su versión de parodia. Es la misma habilidad que exhibirá con la Banda del Rata en Valor y ¡al toro! Algunas caracterizaciones son sobresalientes, por ejemplo, la del vizconde Godofredo, quien recuerda incluso a las representaciones de aristócratas fraudulentos que encarnó para la gran pantalla a don Jaime de Mora y Aragón. 



También hay hueco para bromas privadas que servirán para disfrute de quienes conozcan la intrahistoria de la editorial Bruguera. Así, Julio Fernández sirve como modelo para Kar-Akol El Mongol, una graciosa hipérbole de su deportivo compañero, convertido aquí en una verdadero dinamo humana que dará no pocos quebraderos de cabeza a los agentes. 


Gedeón "El Chicharrón" se muestra como un excelente adversario que da mucho juego para la trama, siendo, además la primera vez que un enemigo se infiltra hasta las entrañas de la TIA. Obviamente, los componentes de su banda caen en tópicos y estereotipos, sin otro propósito que el gag humorístico y otorgarles rasgos que permitan a cada capítulo funcionar de forma independiente. 



Esta faceta no puede subestimarse en el Ibáñez de esta época, una verdadera máquina de crear antagonistas formidables: Magín El Mago, Chapeau "El Esmirriau", Lucrecio Borgio, etc. Indiscutiblemene, esta banda ha ocupado un lugar destacado en el imaginario popular de Mortadelo y Filemón, teniendo el honor atípico de haber vuelto a aparecer en la colección, a través de Venganza cincuentona (2007). 



El sulfato atómico merece todas las distinciones como punto de inflexión en el cómic más emblemático de la historieta española, si bien es a partir del número que hoy nos ocupa cuando podemos hablar que los agentes encuentran la esencia que les hará tan célebres en las viñetas. 



BIBLIOGRAFÍA:



- FERNÁNDEZ SOTO, M., El mundo de Mortadelo y Filemón, Medialive Content, Barcelona, 2008, p. 67. 



- IBÁÑEZ, F., El gran libro de Mortadelo y Filemón: 50º Aniversario, Ediciones B, Barcelona, 2007, pp. 32-33. 



ENLACES DE INTERÉS:



Contra el "gang" del "Chicharrón" [Propiedad del artículo: Blog Corra, jefe, corra] [Consultado el 09/07/2020]



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



https://www.amazon.es/Mortadelo-Filem%C3%B3n-Contra-Gang-Chicharron/dp/8402099548 [Propiedad de la fotografía: Amazon] [Consultada el 09/07/2020]



-http://mortadeloyalgomas.blogspot.com/2008/05/contra-el-gang-del-chicharrn-1969.html [Propiedad de la fotografía: Blog Corra, jefe, corra] [Consultada el 12/07/2020]



http://lomejordemortadelo.blogspot.com/2010/10/2.html [Propiedad de la fotografía: Blog Lo Mejor de Mortadelo] [Consultada el 12/07/2020]

domingo, 5 de julio de 2020

¿ESTÁ LA VEROSIMILITUD SOBREVALORADA?



"¿Le apetece que le cuente mi vida?". Si alguna vez han tenido tedio de esas conversaciones formales y de manual que dicta el protocolo, el viaje que plantea Antonio Orejudo en Ventaja de Viajar en Tren evita con soltura semejante riesgo. A cambio, eso sí, nos sumergirá en una montaña de locura y basura que hubiera hecho las delicias de la inquisitiva mente de Diógenes. Desde su publicación en el año 2000, esta novela sigue enganchando a generaciones lectoras que se ven, al igual que Helga Pato, inevitablemente dispuestos a escuchar lo que el psiquiatra Ángel Sanagustín les quiera decir. 



Y es que estamos ante algunas de las páginas más inteligentemente heterodoxas que se han redactado en castellano durante los últimos veinte años. Su autor, doctor en filología hispánica, exhibe conocimiento de todas las reglas imprescindibles, lo cual le permite deformarlas y saltárselas a su antojo. A vista de mercado, muchos de los caminos que transitan su particular estructura narrativa serían las antípodas de un éxito editorial garantizado. La audacia y un cierto resabio cervantino son los que permiten a la obra permanecer fascinante. 



Su reciente adaptación cinematográfica, también exportadora de talento a raudales (Ver reseña) nos ha permitido a muchas personas poder acercarnos a este universo tan particular donde los desquiciados textos de una carpeta roja, oportunamente abandonados, se van antojando como el fruto prohibido.


Dentro del conglomerado hay verdaderas joyas como "Depresión postezquizofrénica", una reflexión de terrible agudeza sobre las progresivas cesiones que podemos realizar ante personas que abusan de ella. En unas pocas páginas, hasta un desenlace que nos dejará sentimientos ambiguos, tenemos todo un tratado de esos riesgos. Todo empezó con 101 Dálmatas y culmina con una catarsis que Quentin Tarantino habría firmado sin pestañear.



¿Cuál es la tesis de estas historias, aparentemente inconexas? Nos cuenta Orejudo que Helga Pato cometía el error de confundir al narrador con los autores, además de, en no pocas ocasiones, provocar esa alteración también con los personajes que surgen de la ficción. De hecho, no hace falta leer excesivamente entre líneas para notar un bisturí pensante sobre el mercado editorial y la forma de captar clientela.



Con todo, quizás la pieza más cruel sea "Trastorno paranoico de tipo somático". Aquí podríamos decir que los añadidos del film lo superan incluso. Un verdadero atentado contra las falsas expectativas que las novelas y cultura pop han generado alrededor de las relaciones humanas, hasta llegar a un último acto desgarrador, camuflado en la falsa inocencia del protagonista.


Una cuestión interesante es que Orejudo ha mencionado que la novela originalmente era mucho más larga y que su primer título fue Selva. En cierto sentido, eso la habría hermanado con la fantástica Relatos salvajes (2014). Con todo, siguiendo la doctrina de Rafael Azcona con los guiones, se puede deducir que el autor quitaría cosas notables pero prescindibles, puesto que el pequeño y explosivo cóctel que hoy conocemos no precisa de ningún aderezo.



En el teatro siempre se ha dicho que es más poderoso aquello que se obliga a imaginar al público que cualquier cosa impactante mostrada. "El casamiento engañoso" nos lleva a esos terrenos, pasando por la OTAN, para recordar esos resquicios oscuros y ocultos de los más poderosos, los caprichos salvajes que restan impunes.



Y es que los designios de Martín Urales de Úbeda son indescifrables, aunque, no lo olviden, eso de la verosimilitud está sobrevalorada en este trayecto.



BIBLIOGRAFÍA:



- OREJUDO, A., Ventajas de Viajar en Tren, Tusquets, Barcelona, 2019 (Cuarta Edición).



ENLACES DE INTERÉS:



Defensa apasionada de "Ventajas de Viajar en Tren" [Propiedad del artículo: Rubén Díaz Caviedes] [Consultado el 02/07/2020]



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



https://www.elcorteingles.es/libros/A15858812-ventajas-de-viajar-en-tren-bolsillo-tapa-blanda-9788490661314/ [Propiedad de la fotografía: Corte Inglés] [Consultada el 30/06/2020]



https://www.planetadelibros.com/libro-ventajas-de-viajar-en-tren/88845 [Propiedad de la fotografía: planetadelibros.com] [Consultada el 01/07/2020]



-https://www.hobbyconsolas.com/reviews/critica-ventajas-viajar-tren-pelicula-deliciosamente-delirante-524131 [Propiedad de la fotografía: Hobby Consolas] [Consultada el 05/07/2020]

domingo, 28 de junio de 2020

EL PLACER



¿Cuánto hemos cambiado con respecto a generaciones anteriores en materia de un sábado por la noche? La primera respuesta que vendría a la mente sería una rotunda sensación de no tener nada que ver con aquellas cosas que harían, si es que somos capaces de imaginarles en un contexto lúdico, nuestros tatarabuelos en su día de asueto. No obstante, Max Ophüls, un cineasta que tiene un sello tan marcado que basta el opening de cualquier cinta suya para saber que solamente podría haberla dirigido él, estima que lo escrito por el gran Guy de Maupassant se aplicaría sin ninguna dificultad en futuras sociedades. 



El placer (1952) fue uno de los grandes hitos cinematográficos en Francia tras salir de la terrible experiencia de la II Guerra Mundial. Así lo reconocían figuras como Jean-Luc Godard. Su estructura narrativa se compone de tres relatos. El primero de ellos de carácter sumamente breve, bajo el sugerente título de "La máscara". Un entremés cuya condición no impide un esfuerzo técnico enorme, donde se pone de manifiesto tanto la pericia técnica con la cámara como un gusto exquisito por los grandes referentes pictóricos del arte galo. 



Contada con bastante más humor negro del que parece, esta obertura nos marca el tono para el resto del metraje. Es la antesala perfecta para ir al verdadero corazón de la cinta, "La casa Tellier", un momento que nos va a permitir hacer un pequeño alto en el bullicioso París para visitar los agradables encantos de una pequeña comunidad rural en un día tan especial como la primera comunión de la infancia de lugar. Claro que aquí la ceremonia va a tener unas invitadas muy especiales.


Madeleine Renaud da vida y carisma a Julia Tellier, una madame parisina cuyo establecimiento deja desolada a su clientela en pleno fin de semana. Ophüls aprovecha esas quejas para despertar nuestro interés en qué motivos hay detrás del cierre temporal. Y es que Tellier lleva a sus pupilas a casa de su hermano, caracterizado por otro fenomenal intérprete, Jean Gabin. Las damas provocaran una verdadera conmoción en el lugar por su mera presencia.



Maupassant es un influjo tan relevante que el cineasta no se priva de emplear la narración en off para que podamos disfrutar de su narración privilegiada a través de los ojos de la inocencia. Es una técnica que veremos también para El Chavo del 8, usar una infinita ternura para describir situaciones sociales de sumo desequilibrio o sencillamente crueles. Hay escenas en ese hogar con las chicas ayudando a la niña con su vestido que tienen magia en celuloide, en una alquimia extraña y fascinante.



También puede ser terrible. El personaje de Gabin es carismático y cuesta poco encariñarse con él. Le veremos asimismo hacer cosas muy censurables, bajo el pretexto (qué socorrido ha sido a lo largo de la Historia) del alcohol. Hay desilusión al final de ese día con respecto al género humano, si bien luego todo vuelve a una aparente normalidad. Este relato, el más largo de los tres, resulta sumamente sobresaliente en sus relecturas.


La frutilla del postre es un tanto agridulce. Siempre se ha elogiado, con razón, cómo Orson Welles diseccionó el auge y la caída de un matrimonio en un par de escenas en Ciudadano Kane (1941), si bien Ophüls no le va a la zaga en "La modelo", el turbulento romance entre una musa y un joven pintor.



Jean Servais da vida al amigo del artista, quien nos hace las veces de narrador. Un aspecto muy interesante es que no resulta fácil tenerle simpatía, algo normal en un relato que desprende cierta misoginia y desazón sentimental. Hay una palpable toxicidad en las diferentes relaciones humanas que llevan este cierre profundamente normando.



Sensualidad y tristeza. Un triunvirato de historias que nos recuerdan lo joven que sigue siendo Maupassant y lo poquito que hemos cambiado, por mucho que ajustemos la máscara. 



ENLACES DE INTERÉS:



¡Qué grande es el cine! (El Placer, parte 1) [Propiedad del vídeo: Leandro Sierra García] [Consultado el 23/06/2020] 



¡Qué grande es el cine! (El Placer, parte 2) [Propiedad del vídeo: Leandro Sierra García] [Consultado el 23/06/2020]



¡Qué grande es el cine! (El placer, parte 3) [Propiedad del vídeo: Leandro Sierra García] [Consultado el 24/06/2020] 



¡Qué grande es el cine! (El placer, parte 5) [Propiedad del vídeo: Leandro Sierra García] [Consultado el 28/06/2020]



¡Qué grande es el cine! (El placer, parte 6) [Propiedad del vídeo: Leandro Sierra García] [Consultado el 28/06/2020]



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



http://www.mubis.es/noticias/todos-los-detalles-del-blu-ray-de-el-placer [Propiedad de la fotografía: Mubis] [Consultada el 22/06/2020]



-http://johannes-esculpiendoeltiempo.blogspot.com/2010/10/el-placer-le-plaisir-1952-de-max-ophuls.html [Propiedad de la fotografía: Blog "Esculpiendo el tiempo"] [Consultado el 23/06/2020]



http://www.mubis.es/noticias/anuncio-oficial-de-el-placer-en-blu-ray [Propiedad de la fotografía: Mubis] [Consultada el 24/06/2020]

domingo, 21 de junio de 2020

BOJACK HORSEMAN ES SECRETARIAT (BOJACK, PARTE III DE VI)


Dispuesta a experimentar. La tercera temporada de BoJack tiene ya a un personaje que ha pasado por muchas vicisitudes. Tras aceptar que escriban su biografía (Temporada 1) y hacer una salida poco ordenada de LA (Temporada 2), el caballo que protagonizó una serie muy popular en la década de los noventa afrontará nuevos retos de la mano del equipo de Raphael Bob-Waksberg. Indudablemente, la serie intenta no caer en el conformismo y trata de explorarse a sí misma. 



Aquí hay que hacer referencia al reverenciado "Fish Out of Water". Mike Hollingsworth dirige este capítulo mudo en una ciudad sumergida donde el protagonista es incapaz de hacerse entender. A nivel artístico es realmente interesante, además de contener una curiosa metáfora de su relación con el personaje de su antigua directora, una de las personas a las que falló cuando depositó su confianza en él (y el bueno del equino no tiene una lista escueta en ese sentido). 



Sin ánimo de querer levantar polémicas, admito que, a título personal, sin negar la premisa, se me hacen más atractivos otros episodios de molde más clásico. Eso no quiere decir que pueda subestimarse el importante estilo que tiene este programa. Como bien me señaló un amigo, dibujante profesional, no se contentan con que los animales antropomorfos hagan alusión a su verdadera naturaleza, tienen lecturas más profundas Princess Carolyn es una gata sobre un tejado de zinc, mientras que Peanutbutter es un perro en su propia personalidad: una compañía muy agradable y fiel, aunque también dependiente y temeroso de la soledad en el hogar de su recientemente formado matrimonio.


Hay nuevas y furibundas incursiones como la de Ana Spanikopita, efectiva y despiadada manager que va a empezar con BoJack la difícil carrera para triunfar entre los nominados a mejor actor. Angela Bassett da mucha fuerza y presencia a un personaje con aristas y que permitirá trazar las bases de un mundo donde, quizás, lo menos importante sea quién ha actuado mejor. Todo es cuestión de promociones y saber estar en la pomada del star-system



Hay incluso guiños a un concepto manejado por películas como Simone (2005), aunque una inevitable es a muchas de las reflexiones que hizo Woody Allen sobre la fama en el séptimo arte a través de Stardust Memories (1980). La conducta y los vaivenes emocionales por los que pasa la cabeza del equino están tratados con más agudeza y sensibilidad que otros intentos de imagen real más sobrecargados. 



En la mejor estela de Los Simpson en sus años dorados, la estética del dibujo animado permite reflexionar con agudeza sobre temas de rabiosa actualidad. Un ejemplo lo hallamos en "Brrap Brrap Pew Pew", donde un error de Diane con el móvil lleva a una estrella del pop a la que administra en sus redes sociales al ojo del huracán. En cuestión de segundos, todo el universo tendrá una radical y absolutamente desinformada percepción del incidente.


La comedias de situación de finales del pasado siglo nos acostumbraron a verlo todo con los ojos del protagonista. En ningún momento se planteaba que hiciera cosas realmente incorrectas, al menos a propósito; la audiencia compartía sus filias y fobias. No obstante, en BoJack se aprecia que es mucho más fácil desear que las cosas le salgan bien a Princes Carolyn, un personaje que siempre despierta empatía, que con el propio personaje principal.



Esto llega a su máxima expresión con "That´s Too Much, Man!", un capítulo realmente rompedor y dirigido con mano maestra por J. C. Gonzalez. Elijah Aron, Jordan Young y el propio Waksberg firman un argumento poderoso y oscuro, con una narrativa experimental, pero que tiene bastante coherencia cuando se analiza con detalle. Sobre todo es una mirada a la relación que han mantenido Sarah Lynn (Kristen Schaal) y su antiguo compañero de reparto en Horsin`Around.



Con todos estos ingredientes, cuesta pensar que pueda hacerse una temporada que iguale en emotividad a esta búsqueda del galardón por Secretariat. Sin embargo, gracia a cierta relación materno-filial, como veremos dentro de unas semanas, esto se alcanzará en una de las cumbres del show. 



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https://nabilnet.net/collections/animation/products/bojack-horseman-season-3-2017 [Propiedad de la fotografía: Nabilnet] [Consultada el 15/06/2020]



https://www.telegraph.co.uk/on-demand/0/season-3-of-bojack-horseman-is-a-beautifully-dark-satire-on-cele/ [Propiedad de la fotografía: The Telegraph] [Consultada el 16/06/2020]



https://www.imdb.com/title/tt5218488/mediaviewer/rm1548093440 [Propiedad de la fotografía: IMDb] [ Consultada el 17/06/2020]

domingo, 14 de junio de 2020

EL SAMURÁI OSCURO (PARTE V DE V)


Colocados los soportes (Parte I), establecida la tripulación (Parte II), hecho con brillantez el crossover (Parte III) y explorados los rincones del Imperio (Parte IV), a Kieron Gillen y Salvador Larroca solamente les faltaba cerrar su trama, recoger todos los anzuelos arrojados con sutileza a lo largo de veinte y cinco números sin contar los especiales. 



Titulada El final de todos los juegos, la última de las sagas lleva a la resolución de una larga partida que el emperador y su más poderoso discípulo han disputado de forma subterránea. Lejos de ser algo aparte o una incursión de personajes icónicos del celuloide en los cómics, los sucesos de estos números explican muy bien la evolución que apenas se intuye en la trilogía original de Geoge Lucas. El Lord Vader que fracasa en la defensa de la Estrella de la Muerte es bien distinto del hábil calculador que hallamos en El Imperio Contraataca



Sin que sirva de precedente, creo que Gillen comete aquí el error de desembarazarse excesivamente rápido de una aportación interesantísima: Thanoth, una mezcla de Hércules Poirot y Colombo galáctico, un tipo mayor y aspecto funcionarial que puede ser más amenazador para los Skywalker que una poderosa criatura emergente de las arenas. Es una de las fuentes de inspiración de esta colección y merecía una resolución a su altura, cosa que no sucede. 


Por fortuna, eso no ocurre con una de las joyas de la Corona: la doctora Aphra. Perfectamente diseñada por Larroca como una Indiana Jones más pícara, Gillen no comete un error que algunos magníficos guiones tienen cuando presentan a un personaje novedoso en un marco de ficción ya consolidado: subestimarlo o sobredimensionarlo. La buena doctora está inserta desde el primer instante en los juegos de traiciones que orbitan alrededor de Vader, sus creadores no tienen ningún miedo en ponerla arrogante ante el mismísimo emperador o colocarla contra la espada y la pared al incurrir en las iras del Sith más peligroso de todos los tiempos. 



Y luego está el humor. Un arma de doble filo en Star Wars. No emplearlo da un tono de epopeya sombría que aleja del sabor original. Abundar en el mismo puede terminar cayendo en la autoparodia. Casi desde el principio, Gillen se dio cuenta de que hacer un reverso sádico de los dos androides más adorables del cosmos era la mejor fórmula posible y la apuesta le sale admirablemente bien, además de ser una conexión con el público. Con figuras tan maquinadoras, solamente pueden exponer sus planes a droides de confianza. 



De igual forma, debe haber una gran batalla. Cualquiera que rememore el episodio III o el VI, será consciente de las similitudes de Anakyn con el monstruo de Frankenstein. La gran duda que expresaba Obi-Wan Kenobi era si seguía habiendo más hombre que máquina, algo que en El final de todos los juegos se expone a través del duelo con Cylo, usándose Larroca casi a sí mismo como modelo de inspiración en el aspecto físico. 


De hecho, el dueto creativo logra un fenómeno curioso reservado para los trabajos más excelsos. Durante la escena del hundimiento del coche en Psicosis (1960), Alfred Hitchcock consigue que quieras que le salga bien la trampa a Norman Bates. Aquí, muchas veces nos sorprenderemos de anhelar que las conjuras bizantinas de Anakyn sean fructíferas y logre dar los pasos para ocultar a su hijo de miradas incómodas, reservando ambiciosos planes para el joven. 



Larroca da un plus con los momentos oníricos en el planeta Mustafar, el enclave de la gran derrota jamás conocida por el protagonista, un lugar que lo cambió todo y donde sus fantasmas brotan de nuevo con más fuerza. A nivel de color, Edgar Delgado firma un trabajo fino y excelente, acompañando de forma ideal este apartado. 



Recopilados en cinco tomos, estos compases pueden haber sido una de las demostraciones más talentosas de que nunca se ha dicho lo suficiente sobre un gran villano. Solamente hay que mover el espejo con la habilidad que exhiben Gillen y Larroca. 



BIBLIOGRAFÍA:



- GILLEN, K. y LARROCA, S., Star Wars: Darth Vader, Planeta Cómic, Barcelona, 2017, vol.4. Recopila los cómics 20-25 de Darth Vader de esa misma colección. 



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https://www.amazon.es/Star-Wars-Darth-Vader-recopilatorio/dp/8491468072 [Propiedad de la fotografía: Amazon] [Consultada el 07/06/2020]



https://comicnewbies.com/2016/10/14/darth-vader-kills-doctor-aphra/ [Propiedad de la fotografía: comicnewbies.com] [Consultada el 07/06/2020]



https://comicnewbies.com/2016/08/26/cylo-ivs-secret-weapon-against-darth-vader/ [Propiedad de la fotografía: comicnewbies.com] [Consultada el 07/06/2020]

domingo, 7 de junio de 2020

NADA


Año 1971. Woody Allen acaba de publicar Cómo acabar de una vez por todas con la cultura. En su versión al castellano, la editorial Tusquets matiza en la contraportada que el primer paso que debería dar el cineasta es acabar consigo mismo, puesto que Woody Allen es una de las personas más inteligentes que danzan por estos lares. En pleno 2020, a lo largo de sus deslabazadas memorias, el propio receptor del piropo intenta rehuir semejantes méritos, empeñado en mostrarse como alguien terrenal y bastante alejado de ese término difuso que conocemos como "intelectual". 



Actualmente, contamos con bastantes fuentes para reconstruir de un modo bastante certero la trayectoria de uno de los artistas más influyentes del pasado siglo en el séptimo arte en particular y el humor en general. Documentales, entrevistas, artículos periodísticos, crítica y un largo corpus que harán a muchos pasajes aquí descritos como ya conocidos. Curiosamente, seguirá insistiendo en la felicidad de su infancia, si bien hay algunos recuerdos de su relación materno-filial que matizarían esa insistencia. Como se dice en estos casos, nadie suele ser buen Sherlock Holmes de sí mismo. 



Por lógica vital, puede ser el último gran testimonio en primera persona de un tipo singular. Sinceramente, creo que el más detallado análisis fílmico son las minuciosas entrevistas de Eric Lax, un tremendo experto en la materia. Aquí no hay ese lujo de detalles, si bien en el vuelo de pájaro de un tipo que ha conseguido un ritmo de casi película por año, dejará alguna consideración sorprendente. En esa obsesión de Hollywood por la posteridad, su forma de enfocar las críticas y recordar que el futuro no va a hacer nada por nosotros tiene un punto de lucidez innegable. 


De hecho, uno de los puntos más atractivos de la presente obra son las pequeñas pinceladas que él deja de su pasado con monólogos y sketches. Sinceramente, suena como si ahora se descubriera un manual de Cicerón con sus trucos para impresionar al jurado. En apenas unos párrafos es capaz de transmitir su pericia puliendo un chiste, su forma de insertarlo en el tempo justo y cómo sabe cuando ha funcionado o los motivos de no lograr la carcajada. Seguiremos, eso sí, preguntándonos de qué habló exactamente en aquel almuerzo con Groucho Marx. 



Pese a su propia reiteración en afirmar que se parece poco a los personajes que interpreta en sus filmes, Harvey Meltzer y David Panich están presentes en Todo lo demás (2003), además de una de las relaciones amorosas más intensas y con altibajos de su vida sentimental. También es una delicia cualquier recuerdo con Diane Keaton, formidable actriz con otra biografía de alto interés que espero pueda ser comentada en el blog a lo largo de las próximas semanas.



Quedan revindicadas figuras como Jack Rollins, verdadero mentor y agente durante los primeros años. Asimismo, habrá referencias a directores de fotografía, actrices, montadores, dialoguistas y ese recuerdo que una obra cinematográfica siempre es deudora de muchos esfuerzos. Admirador de Bergman, Allen tiene una percepción curiosa sobre su legado, teniendo aversión a Manhattan (1979), considerada un clásico por varias generaciones. Si bien tiene momentos en que profundiza algo, es mucho más sencillo verle apasionado por Un tranvía llamado deseo (1951), debido a su devoción absoluta por Tennesse Williams, antes que por su filmografía. 


Lógicamente, uno de los puntos más esperados era su versión de la famosa disputa con Mia Farrow. Sin duda, una relación con muchos vaivenes y que culminó de la forma más triste posible, con acusaciones de extrema gravedad. Puesto que en todos los mentideros públicos se vertieron opiniones tajantes sobre el asunto, parece de justicia que el propio Allen presté su consideración. Unos pasajes para leer con calma e intentar sacar conclusiones, no obviando que es mucho más compleja la realidad que el taxativo titular de las redes sociales. 



Pese a sus intentos de distanciarse de cada alter ego que ha tenido en la pantalla, considero, modestamente, que en Recuerdos (1980) están bastantes de las claves de la filosofía vital de un individuo que ha tenido la perspicacia de reconocer la influencia de la suerte en muchas facetas de la vida. En sus periplos europeos, conoció a figuras como Roberto Benigni, a quien regaló un ejemplar del Satiricón como regalo de despedida. 



Cerrar las páginas de esta autobiografía no es eliminar cuestiones sobre esta figura artística tan interesante. Da la sensación de que Woody Allen ha sido un disfraz bastante útil para su creador a la hora de ocultarse. Decía García Márquez que hubo un héroe que tuvo el valor de dinamitar su propia estatua. Allen, a su manera, muestra la perspicacia artística de no querer perder mucho tiempo analizando su trabajo. 



BIBLIOGRAFÍA:



ALLEN, W., Woody Allen. A propósito de nada. Autobiografía. Alianza Editorial, Madrid, 2020. Traducción: Eduardo Hojman. 



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https://www.alianzaeditorial.es/libro/libros-singulares-ls/a-proposito-de-nada-woody-allen-9788491819950/ [Propiedad de la fotografía: Alianza Editorial] [Consultada el 05/06/2020]



https://www.65ymas.com/ocio/libros/woody-allen-cuenta-su-cena-privada-con-felipe-vi-en-nueva-york_15527_102.html [Propiedad de la fotografía: 65ymas.com] [Consultada el 05/06/2020]



https://www.filmaffinity.com/es/film964279.html [Propiedad de la fotografía: Filmaffinity] [Consultada el 05/06/2020] 

domingo, 31 de mayo de 2020

BRING ON THE VILLAINS: LA CLAVE DE KILL BILL


The Deadly Viper Assassination Squad/Fox Force Five



James Bond siempre es el mismo. Wonder Woman, la princesa amazona de Temiscira, puede tener muchas encarnaciones, pero siempre representará una serie de valores. En la ficción, el gran elemento de variedad en los personajes icónicos son los villanos. Que se recuerde más una entrega u otra dependerá de cómo se haya logrado presentar el obstáculo que la figura heroica debe afrontar. Han pasado muchos años desde Kill Bill. Volumen 1 (2003) y Kill Bill. Volumen 2 (2004), cuarta y quinta película del, por entonces, enfant terrible de Hollywood: Quentin Tarantino. 



Tras debutar con los diálogos atípicos de Reservoir Dogs (1992) y romper todas las reglas del juego narrativo en su obra maestra, Pulp Fiction (1994), Tarantino había firmado una obra con inicio, nudo y desenlace clásico con Jackie Brown (1997), un inteligente homenaje a la blaxpoitation, pero que no tuvo toda la suerte esperada en taquilla. Tras varios vaivenes de qué hacer y en la burbuja de ser la nueva gallina de los huevos de oro en la industria, finalmente volvió del interregno para entregar dos películas que eran una carta de amor al cine wusia, el spaghetti western y cualquier referencia cinematográfica-televisiva que pudiera pensarse: desde Trono de sangre (1957) al subproducto Z más rebuscado.   



Todo comenzó en una conversación su musa, Uma Thurman en una cena. Entre ambos orquestaron la historia de La Novia, miembro de élite de un escuadrón de asesinos que sería brutalmente golpeada y dada erróneamente por muerta ante sus ex compañeros el día de su boda. Era el germen de un grupo que tienen resonancias a la galería de villanos en los cómics del Capitán América, aunque el Escuadrón Asesino Víbora Letal siempre va un paso más lejos en tomarse las cosas a pecho. 



Con el logo de Shaw Brothers y las películas de karatekas, comenzaba una batalla sin honor ni humanidad que levantaría amores y odios a partes iguales. Una Pinky Violence mezclada con el sello de fábrica de un autor que se adentró en retos como su primera gran escena de acción. Pese al ego considerable, tuvo el acierto y la humildad de contar con un especialista como Yueng Woo-ping para dar los golpes de efecto en una discoteca psicodélica donde la cámara lenta, el cine de la yakuza, los zombis de Romero y los gialli de Dario Argento se dan la mano. Con todo, igual que sucede en los grandes productos de Marvel y DC, si algo te hace entrar en ese juego metaficcional es el duelo personal entre la heroína y sus villanos. 


"La venganza nunca es una línea recta. Es un bosque y, como en un bosque, es fácil perderse... perderse y olvidar de dónde vienes"- Hattori Hanzo. 



Sonny Chiba es una estrella del celuloide en Hong Kong, cuna que ha inspirado a maestros como Martin Scorsese. Hijo de un piloto japonés, Tarantino era un gran admirador suyo gracias a las retransmisiones internacionales de un canal de Los Ángeles. Al brindarle el papel de Hattori Hanzo, le hizo reverdecer laureles y ganar un personaje icónico: el retirado forjador de katanas al que recurre Bill para sus mejores agentes y seres queridos. El hombre obligado por su honor a incumplir su promesa y volver a fabricar un arma para la mujer herida por uno de sus discípulos. 



Con una Uma Thurman en estado de gracia, su director y amigo la colocaría en algunas de las peores circunstancias posibles. Un descenso a los infiernos de una guerrera que volverá a reclamar cuentas pendientes. Lo que, en ocasiones, se olvida es que, igual que ocurre con los personajes del gran Clint Eastwood en los desiertos de Almería, es que Beatrix Kiddo, más conocida como Black Mamba, es una auténtica hija del diablo. Lo que ocurre, en otro formidable paralelismo con el pistolero, es que se mide a gente todavía más malvada o despreciable que ella.  



Tarantino ha afirmado tener dos universos. Uno es un espejo deformado de la realidad, pero está bastante próximo. El otro sería un cine derivado del anterior, absolutamente hiperbólico. Por ello, aunque haya muchas interesantes teorías al respecto, nunca pensé que fuera Jules el pianista que se hallaba en El Paso. El actor es el mismo sí, pero está claro que Beatrix no es Mia Wallace. Y en ese rico campo donde desarrollar todas sus filias y fobias, el cineasta parece haber prometido su propia Trilogía del Dólar, todavía inacabada. 




Antes que Arya Stark, ya había una dama de armas tomar con nombres que tachar de su lista. Cada una de esas piezas esconde el ingenio de su creador, un guionista que conoce a la perfección a sus personajes en su pasado, aunque apenas salgan en dos secuencias. Todos los integrantes del Escuadrón podría tener su propia trilogía. 



Un círculo de venganzas infinito. La historia de los malos frente a los malísimos. 


Dark Angel




Durante cinco temporadas y un total de 110 episodios, el misterioso Charlie Townsend mandaba peligrosas misiones a tres talentosas agentes. Los ángeles de Charlie arrancó en 1976 y es imposible no pensar que el programa fuera una gran influencia para alguien tan aficionado a ese medio como el joven Quentin Tarantino. En cierto sentido, el grupo de Bill es, simplemente, darle la vuelta a ese calcetín, además de tener un sospechoso parecido con el piloto de la serie del que hablaba la señora Wallace a Vincent Vega. Vernita Green podría haber estado perfectamente en ese show, aunque, en este caso, el personaje encarnado por Vivica A. Fox está justo en el lado contrario de la ley. 



Nadie lo diría al ver a Uma Thurman entrar en una residencia ajardinada propia de una familia americana de clase medio-alta. Lejos del aspecto de femme fatale imponente y de negro de cuando la entrevemos en El Paso, la Vernita Green que hallamos es una mujer apacible que espera en chándal hogareño el autobús escolar de su hija, la pequeña Nikki.



En apenas unos segundos, ambas mujeres se lanzan a una pelea descarnada a cuchillo. Solamente habrá un pequeño tiempo muerto cuando aparezca Nikki, algo que permite a Tarantino colocar esos diálogos cotidianos e inesperados que tan buen resultado le suelen dar. Ese interludio permite ver el intento de reconstrucción hecho por Vernita, mientras aumenta el misterio por su oponente, cuyo nombre real es cortado con un pitido para la audiencia.



De cualquier modo, incluso una caja de cereales puede ser mortífera con semejante anfitriona. El personaje de Vernita cae pronto, aunque está a apenas un centímetro de impedir la venganza. No obstante, su figura es fundamental en toda la saga y, más relevante incluso, por posibilitar una posible tercera entrega. Y es que Nikki presencia todo y la asesina de su madre le dará un plazo para pensar si, cuando sea adulta, le interesará solventar cuentas por esta tragedia. Esto conecta el film con La Maldición de la Mujer Ciega (1970) de Teruo Ishii.



Amandla Stenberg, quien interpretase a la hija de Vernita, ha manifestado que sería un sueño en aparecer en una futurible Kill Bill. Volumen 3. El propio Tarantino ha reconocido que su venganza sería tan legítima como la de su protagonista, además de dar pinceladas para poner los dientes largos de la audiencia como un posible entrenamiento a cargo de Elle Driver y financiación de su carrera de la mano de Sofia Fatale. Es muy bonito soñar, si bien el genial cineasta ha dilatado en otras ocasiones películas que habrían sido maravillosas. 


La Casa de las Hojas Azules



Kill Bill. Volumen 1 tiene un último acto tremendo, casi pareciera que cualquier gamberrada se consiente y perdona por hacer este viaje a algunos espectaculares rincones asiáticos, incluyendo los estudios cinematográficos creados en Pekín por orden de la poderosa Jiang Qing, esposa de Mao, y figura clave de la Revolución Cultural. Todo esfuerzo de Lawrence Bender por su niño prodigio parecía poco, máxime para dar relieve a O-Ren Ishii, una villana con clara inspiración en el film Lady Snowblood (1973).



De todos los miembros de la banda de Bill, O-Ren es, como los grandes generales de la Historia, la más dispuesta a tener legados y lugartenientes sobresalientes. En su caso, Gogo (Chiaki Kuriyama), una adolescente prodigio de look Battle Royale (2000). El gran talento de la muchacha es ser una asesina precoz y precisa, hasta el punto de ser la que más cercana está en la primera entrega de derrotar a la protagonista en un combate de armas sin ventajas adicionales. En uno de los pocos momentos de duda de la implacable Black Mamba, solicitará a Gogo que se mantenga al margen a no ser su lucha contra ella.



Menos poderosa, pero incluso más importante en el organigrama de esta jefa criminal es Sofie Fatale (Julie Dreyfus), abogada que juega un papel muy similar al de James Wesley en la serie de Daredevil (2015-2018) con respecto a Wilson Fisk, todopoderoso señor del hampa. Su última pieza es el general Johny Mo, excusa perfecta para que Tarantino pueda utilizar a Gordon Liu por partida doble, siendo aquí el mariscal de campo de los 88 Maníacos, un grupo yakuza con el que se rinde homenaje al antifaz utilizado por Bruce Lee en la mítica serie Green Hornet.



Aglutinar a todos esos elementos ya incrementa el interés por conocer a quien tira de los hilos. Sin importar que eso exigiese alterar el argumento original, la elegida final para caracterizarla sería Lucy Liu. Un pleno acierto porque el mestizaje de la actriz da mucho juego a su forma de entender el negocio, aparte de sus propias habilidades, siendo elogiada por el mismísimo Sonny Chiba por la elegancia de sus movimientos de katana en la frutilla del postre de la primera entrega: una pelea en la nieve bajo la Luna.



Previamente, tendremos una persecución en moto por las calles de Tokio, además de, en uno de los mejores momentos del film, la biografía de la temible O-Ren. En un flasback narrado en formato de anime, desarrollado con suma habilidad por el estudio oriental encargado de ello. La entrada de Liu a ritmo de la música y con gran manejo del travelling es uno de los momentos inolvidables de la saga.



Como las grandes villanas, tiene un punto honorable, como cuando pide disculpas a su adversaria por haber subestimado su entereza guerrera. Su última frase sería igual de icónica, al comprender que, definitivamente, sí que era una espada de Hattori Hanzo.


The Searchers



Michael Madsen no había vuelto a colaborar con Quentin Tarantino desde Reservoir Dogs. Una lástima porque siempre estuvo en el tintero la fascinante precuela de ese universo compartido con Pulp Fiction (1994) a través de una aventura de los hermanos Vincent y Vic Vega. Lejos de su trajeada y cool presencia como mafioso de neo-noir, en Kill Bill le hallaremos calzándose las botas de Budd, el más extraño del mortífero grupo de sicarios de élite.



Su gran momento es en la segunda parte, donde descubrimos que es hermano de Bill y se marchó desilusionado tras la masacre acontecida en El Paso. "Esa mujer merece venganza... y nosotros morir". Una frase de resignado estoicismo que ya fue usada en tráilers de la saga. Compartimos la duda de su pariente, quien considera que, si no acepta su ayuda, alguien capaz de acabar con los 88 maníacos (que quizás nunca fueron tantos y se pusieron el nombre porque sonaba bien) fregará el suelo con un alcoholizado vaquero que empeñó su katana de Hattori Hanzo.



Tras la orgía de acción del primer volumen, Budd, sobre todo por la serena tristeza que transmite Madsen, permite a Tarantino reflejar que es mucho más que un director violento. Se dedica escenas que parecen de transición, aunque ahondan en la triste vida cotidiana del vaquero. Gorila en un antro de baja estofa, con compañeras de trabajo y un jefe que le desprecian. Casi parece que el inminente golpe de La Novia será hacerle un favor. Y por eso la siguiente escena es tan impactante.



El anzuelo y tirar de él. Un disparo entre los pechos y dejar a la atacante invencible a su merced. Igual que la audiencia, justo como Tarantino quiere, subestimamos a Budd. Ese simple golpe, rápido y eficaz sirve para revelarlo como un tipo peligrosísimo. Y es que su frase de sentencia tenía continuación. Cuando afirma a Bill que merecen morir por sus actos, señala que Black Mamba también.



Sus amenazas escalofriantes ante una indefensa Beatrix son mucho más violentas que cualquier golpe real en esta aventura tan comiquera. Aquí se refleja su odio por haberle roto el corazón al hombre que le hizo su mejor presente: "Para mi hermano Budd, el único hombre que he amado", es la dedicatoria de Bill grabada sobre el acero de Hanzo. Su mentira de decir que la vendió es un momento clave que causará la derrota de la siguiente pieza del rompecabezas de villanos.


Bad as I Wanna Be: Elle Driver



Si hay algo que avala el talento ecléctico de Quentin Tarantino es coger una película como They Call Her One Eye (1973) y sacar de allí a una antagonista de la talla de Elle Driver. Si Conan el Bárbaro tiene a Thoth-Amón, Black Mamba halla a su reverso del espejo en esta dama de métodos expeditivos. Mientras que la asesina favorita de Bill es la elegancia y el perfeccionismo, su gran rival para desbancarla en la banda es una implacable luchadora que no tiene reparo en aplicar ninguna trampa para lograr sus propósitos.



Presencia poderosa desde su aparición en la mítica Blade Runner (1982), Daryl Hannah tienes unas cualidades bastante únicas para el género. Álex de la Iglesia ha conseguido algo parecido con Carolina Bang en sus últimos papeles, pero Hannah esta incluso un punto por encima en esa extraña alquimia de transmitir fuerza, peligro y fortaleza sin renunciar a la seducción. Con la música del maestro Bernard Hermann, el cineasta la presenta en todo su esplendor mediante su forma de calzarse las medias blanca de enfermera y su parche de la Cruz Roja para acabar el trabajo con la comatosa Novia.



Mientras que Liu era la elegancia, Chiba se fascinaba por la intensidad de la mirada de esta samurái oscura. La división de pantalla entre ella y su Némesis lleva a un vínculo que solamente puede terminar en un pulso de katanas donde se perfecciona el fino arte de Sergio Leone para el duelo. Ambas discípulas del terrible Pai Mei, sería Elle Driver quien acabaría con maestro al hartarse de su cruel tutelaje (llegó a arrancarle uno de sus ojos por su insolencia) al envenenar sus cabezas de pescado.



Apodada también Mountain Snake, es, indudablemente, una de las mejores actuaciones de Hannah quien logra una malvada a la que encanta odiar. Desmontando lo esperable, Kill Bill. Volumen 2 nos trae el choque entre ambas justo en el núcleo de la cinta en lugar del tercer acto, con guiños a La batalla de los simios gigantes (1966). Elle es el reflejo oscuro y con golpes bajos, lo cual hace su vínculo algo muy especial. Curiosamente, pese a odiarla a muerte y haber querido darle la dosis de gracia en el hospital, tampoco dudará en afirmar a Budd que su oponente es la mejor guerra que ha conocido.



Cegada por completo en una caravana con serpiente incluida, da esperanzas esa enigmática interrogación con la que el nombre de Elle Driver aparece en los créditos finales. La Historia confirma la existencia de samuráis invidentes. Eso y la promesa de que la hija de Vernita Green aprenda de ella los trucos subterráneos que pudieran llevar a la joven a tomarse la revancha. No fear of snakes


Superman y Beatrix



Si hay algo que se debe agradecer a esta saga orquestada por Tarantino, fue el retorno a los focos de David Carradine, antigua estrella televisiva por su papel en Kung Fu. Su papel como Bill es un claro homenaje del director a potenciar sus virtudes, especialmente su magnífico torrente de voz. El líder de una despiadada organización de asesinos que no deja de poder ser interesante o incluso entrañable en el proceso. Con todo, la cautela con él debe ser máxima, puesto que es el alumno aventajado de Esteban Vihaio (pretexto de Tarantino para dar dos papeles a su admirado Michael Parks), otro hombre afable que puede ser cruelmente expeditivo y machista sádico en apenas un parpadeo. 



En un principio, fue un papel para Warren Beatty hasta que el retraso provocado por el embarazo de Uma Thurman le hizo no seguir tras el interludio. También fue cortejado Kevin Costner, quien también sería barajado para ser Big Daddy en Django Desencadenado. No obstante, Carradine se convirtió en justo lo que necesitaban. El sonido de una flauta inconfundible que brinda algunos de los momentos más líricos que ha rodado un cineasta que tiene asimismo su corazoncito.



Inolvidable en El Paso , contando historias a Beatrix bajo la luz de la hoguera o hablando con Elle Driver por teléfono, Bill es el gancho. Como todos los integrantes de esta saga cuando te tiene ganado, es capaz de meterte una bala entre ceja y ceja. Estamos ante una familia disfuncional de criminales cuyo concepto de perder los nervios puede ser organizar una masacre. Lo mismo es todo ternura con la mutilada Sofie o el padre ejemplar que explica a su hija lo que es la muerte a través de lo que le ha sucedido al pez de pequeña, pero, en última instancia, es El Viejo de la Montaña, el líder de una secta de Hassassins.



En uno de los momentos más freak y deliciosos de la saga, bebiendo de una fuente como Jules Feiffer, regala un monólogo sobre lo que significaba Superman y su vínculo con Beatrix que es particularmente inolvidable. La grandeza del asunto es que Tarantino siempre termina hablando de lo que él quiere y le apasiona, aunque sea en una inverosímil trama de culebrón donde sus piezas son mortíferas armas de destrucción masiva. Además de darle una debilidad por las rubias que se remonta a Lana Turner y le hermana con el maestro Alfred Hitchcock. De hecho, durante esos cuatro años, ¿no intenta hacer como James Stewart en Vértigo (1958) y convertir a Elle Driver en su antiguo amor?



Al más puro estilo spaghetti western, el director le da la muerte soñada para todo gran villano, con música del maestro Morricone y una escena para lucimiento conjunto del combo Carradine-Thurman. El final de un disparate, una montaña rusa, pero que, sin embargo, cada vez que se vuelve a ver ofrecer algún detalle que se había pasado por alto inicialmente. El lobo solitario y su cachorro (1972) ondea en el horizonte de esta espadachina con renovados instintos maternales.



Hay cuentas pendientes. Queremos saber más de la hermana de Gogo y ese combate que acabó con el peculiar vehículo que llevaba por entonces Black Bamba. También conocer cómo emplea Sofia Fatale los dividendos de Bill. Y, sobre toda las cosas, ver a Nikki tomar su aprendizaje para cerrar el vínculo entre otra madre e hija.



BIBLIOGRAFÍA: 



- ALFONSO, R., El samuráis cool, T&B, Madrid, 2013, pp. 131-148.



- CORRAL, J. M., Quentin Tarantino: Glorioso bastardo, Dolmen, Palma de Mallorca, 2013, pp. 114-152.



- PICATOSTE VERDEJO, J., El efecto Tarantino: Su cine y la cultura pop, Look, Barcelona, 2019, pp. 48-59.



ENLACES DE INTERÉS: 



Budd, un personaggio tragico. Parte 1. (Kill Bill – Quentin Tarantino) [Autor: Aniello Troiano]



Budd, un personaggio tragico. Parte 2. (Kill Bill – Quentin Tarantino) [Autor: Aniello Troiano]



Budd, un personaggio tragico. Parte 3. (Kill Bill – Quentin Tarantino) [Autor: Aniello Troiano]



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http://fercereto.blogspot.com/2015/07/las-viboras.html [Propiedad de la imagen: Blog Opinando de todo un poco...] [Consultada el 31/05/2020]



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https://aniellotroiano.com/2014/09/26/saggio-budd-parte-1-kill-bill/ [Propiedad de la fotografía: Aniello Troiano] [Consultado el 30/05/2020]



https://www.pinterest.es/pin/12244230207498685/ [Propiedad de la imagen: BuzzFeed] [Consultada el 30/05/2020]



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