Timeo Danaos et dona ferentes
Una de las características más singulares de los seres humanos es la capacidad de dar y recibir regalos. Un acto voluntario de generosidad hacia otra persona. No obstante, entre quien lo dio y el receptor se pueden crear vínculos muy diversos, cada obsequio es un mundo: algunos de ellos son muy deseados, otros, desafortunados. En ocasiones, el tributo tiene la "virtud" de subyugar al premiado, casi una forma de comprar su voluntad. Muchos de esos factores entran en liza en El regalo (2015), dirigida por Joel Edgerton.
Las apariencias engañan en este singular film. Su reparto (Jason Bateman, Rebecca Hall y el propio Edgerton) nos podría llevar a pensar en una producción costosa; nada más lejos de la realidad. Por realización y enfoque de la trama estamos ante un proyecto bastante independiente, una película atípica dentro de la cartelera. Tiene suspense y no disimula sus intenciones de resultar incómoda y chocante en cada secuencia.
Simon (Bateman) y Gordo (Edgerton) fueron al mismo colegio hace mucho tiempo. Un casual encuentro en un comercio entre ambos, acompañado Simon de su esposa Robyn (Hall), provoca que ambos vean cómo les ha ido a uno y otro tras tantos años. Económicamente hablando, Simon resultaría el hipotético vencedor en una confrontación, habida cuenta de su buena posición empresarial y el feliz matrimonio del que goza, poseyendo una rutina de vida realmente acomodada. Unos esquemas donde una persona introvertida y extravagante como Gordo no tienen cabida para su antiguo compañero.
"El regalo está rodada con cuatro dólares y cinco interiores. La película posee un desenlace turbador y excelente"-Carlos Boyero.
De repente, un extraño (1990), es el primer film que viene a la mente cuando comenzamos a ver los desajustes que se provocan en la rutina de una pareja bien acomodada a quien todo cambia de repente. Eso en sí ya seria interesante, aunque el guión (a cargo del propio Edgerton) se va encargar de hacer varios giros que nos llevarán a pensar que hay bastantes cadáveres debajo de las alfombras de estos apacibles burgueses.
Este tipo de pirotecnias a cargo de un argumento pueden ser muy tentadoras. Nada más fácil para evitar el aburrimiento que permitirse constantes sorpresas en el libreto. Sin embargo, o esas modificaciones están muy bien explicadas o el artificio queda en luces cegadores que no esconden un cuarto vacío. Conforme avanza El regalo, resulta inevitable admitir que hay cabeza pensante detrás de las ideas tan oscuramente planteadas.
El pegamento de este pulso que se inició en el pasado es el personaje interpretado magníficamente por Rebecca Hall. Y no era una papeleta fácil. Robyn exige una caracterización que debe tener un toque de frialdad premeditada para camuflar ternura. Hall lo capta perfectamente y es el justo contrapeso a la actitud de Simon, la explicación de por qué continúa este, aparentemente, inofensivo juego. Los diálogos, bien construidos, deben verse siempre acompañados del lenguaje corporal de este talentoso triunvirato.
"El amor, por definición, es un regalo no merecido"-Milan Kundera.
Todos los ingredientes están bien escogidos en esta ejercicio de tensión constante. De cualquier modo, el tercer acto en este tipo de sospechas siempre es el salto más delicado. Debe provocarse el sobresalto sin que sea inverosímil, tampoco previsible. ¿Lo consigue El regalo? En primer lugar, habría que concederle que, si bien retuerce sus trampas, no cae en la grosería de tomar por tonta a su audiencia con un traje del emperador.
El milagro de este juego de engaños es que, bebiendo en fuentes tan diferentes como Sospechosos habituales (1995) o Sospecha (1941), las interpretaciones están tan bien y el conflicto emocional se yergue absorbente que estamos dispuestos a creer casi cualquier cosa. Se fuerza la maquinaria pero sin llegar a los niveles descabellados de otros ejercicios como The Game (1997), tratando de provocar un clímax que nos choque y permita pensar.
Al fina, pareciera que los viejos pulsos de infancia nunca mueren, simplemente se transforman en una jungla más refinada e hipócrita. Timeo Danaos et dona ferentes.
Al fina, pareciera que los viejos pulsos de infancia nunca mueren, simplemente se transforman en una jungla más refinada e hipócrita. Timeo Danaos et dona ferentes.
-http://www.bebloggera.com/2016/01/conoce-los-estrenos-de-netflix-en-enero.html
-http://www.proyectorfantasma.com.ar/critica-regalo-2015-dir-joel-edgerton/
-https://tw.news.yahoo.com/%E4%BA%BA%E5%A6%BB-%E8%95%BE%E8%B2%9D%E5%8D%A1%E9%9C%8D%E7%88%BE%E5%87%BA%E6%B5%B4-%E6%80%A7%E6%84%9F%E9%A6%99%E8%82%A9%E6%88%90-%E5%AC%8C-%E9%BB%9E-101500432.html