domingo, 24 de noviembre de 2019

MAD LOVE


Fue una caja de las sorpresas deliciosa. La serie animada sobre Batman creada por Bruce Timm y Eric Radomski a comienzos de la década de los 90 era cualquier cosa menos simple. Bajo una hábil estética cartoon para despertar el interés del público infantil, el show ofrecía un abanico de lecturas que podía satisfacer a la audiencia de cualquier edad. En una época poco proclive para la lírica en el cómic norteamericano, aquel espacio televisivo parecía captar mejor que ningún otro en aquellos días la esencia de lo que debía ser Gotham. No satisfechos con eso, sus responsables lograron enriquecer la mitología del murciélago, merced sobre todo a la llegada del guionista Paul Dini. 



Escritor de talento y olfato fino, cualquier capítulo que contase con su pluma era una garantía de calidad y detalles que quizás pasaban desapercibidos en un primer momento. Entre sus innovaciones, ninguna brillaba más que Harley Quinn, un personaje que no había surgido de las viñetas, pero que pronto se convirtió en uno de los ojitos derechos del fandom. Con una dobladora excepcional para darle voz, Arleen Sorkin, un halo tragicómico encantador rodeaba a la ayudante más destacada de la Némesis del héroe: el Joker. 



Cada aparición hacía crecer el interés del auditorio sobre los orígenes de una dama enfundada en traje de arlequín. Ello decidió a Dini y Bruce Timm de realizar un monográfico donde sus páginas desvelarían las motivaciones de la psiquiatra Harleen Quinzel, quien cruzó su destino con uno de los pacientes más peligrosos del sanatorio Arkham. Corría el año de 1994 y la historia, titulada Mad Love, fue galardonada con el prestigioso premio Eisner aquel mismo curso.  


A pesar de ser una historia relativamente corta y auto-conclusiva, podrían escribirse ríos de tinta sobre qué significa este romance alocado. Sin renunciar a su tono para todos los públicos, este acercamiento a Harley Quinn es una de las más hábiles aproximaciones a un tema que era tabú en las viñetas: las relaciones tóxicas y el maltrato. Sin enseñar nada de forma excesivamente explícita, la aventura permitía comprender una realidad terrorífica, el síndrome de Estocolmo que el criminal había logrado inocular en su pareja. 



Timm narra gráficamente con su usual maestría la hábil forma en la que una persona se aprovecha de los buenos sentimientos de otra para moldearla a su imagen. Dini, siempre perspicaz, coloca al mejor detective del universo DC como nuestro privilegiado narrador, puesto que sus pesquisas le van haciendo reconstruir los pasos que llevaron a una prestigiosa doctora a terminar renunciando a su carrera para ponerse al servicio de un psicópata. 



Frank Miller, responsable de joyas como Año Uno o El regreso del Caballero Oscuro, no dudaba a la hora de afirmar que Mad Love era la mejor historia en la última década realizada sobre Batman. Puede sonar hiperbólico, si bien un análisis de la capacidad de la trama de revelar mucho en poco espacio es realmente soberbia. Solamente el opening con la desquiciada visita de Jim Gordon a un dentista muy particular permite saber que la pareja creadora nos va a agarrar de las solapas y no permitirá que nos bajemos de la montaña rusa hasta el final. 

La popularidad que alcanzó en tan poco tiempo llevaría en el futuro a trasladar la historia de forma íntegra la pequeña pantalla. La experiencia resulta muy grata, pues si bien una obra tan redonda no precisaba trasladarse a otros formatos, no resulta menos cierto que escuchar las voces de Sorkin, Mark Hamill (El Joker) y Kevin Conroy (Batman) es siempre un placer. 



Una de las claves del proceso es la capacidad de estas viñetas para lograr empatizar con Harley. Igual que Sancho, nos contagiamos de su locura y (casi) queremos que le salga bien la trampa que tiende al héroe; por cierto, una treta bastante más hábil que las tejidas por un Joker falto de inspiración en aquellos compases a la hora de lograr la broma asesina definitiva. De secundaria de lujo, demostraba que no existía ningún problema en darle los ribetes de protagonista. Se sembraban las bases de su enorme popularidad posterior. 



Con uno de los finales más impactantes y desoladores que se recuerdan, Mad Love se convirtió de forma automática en una de las referencias indiscutibles en cualquier estantería. Y allí permanece, ahora y siempre, ante el invasor paso del tiempo. 



BIBLIOGRAFÍA:



- DINI, P. y KIDD, CH., Batman Animated, HarperCollins Publisher, New York, 2016. 



- DINI, P. y TIMM, B., The Batman Adventures: Mad Love (The Deluxe Edition), DC Comics, Canadá, 2015. 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



- HERNANDO, D., Monográficos Dolmen: Bruce Timm, nº 7 (2005), p. 60.



https://www.reddit.com/r/DCcomics/comments/81wndc/the_origin_of_harley_quinn_mad_love/



https://www.deviantart.com/matzepeng/art/Batman-Adventures-Mad-Love-17-512582724

domingo, 17 de noviembre de 2019

LA TRAGEDIA


Si su primera parte ofrece poca confusión (Ver reseña I parte), cuando Goethe abordó la continuación de Fausto marcó una fuerte ruptura con lo anterior. Con todo, se mantiene la pareja protagonista: el erudito doctor y el príncipe de las tinieblas que logró tentar a una curiosa apuesta al intelectual. Desde el comienzo, un tono de tragedia operística preside todo el asunto, volviendo a entenderse que las personas especialistas en la cuestión destaquen la importancia de la experimentación que el escritor bávaro hizo con su lengua para darle un gran tono poético. 



En la primera entrega, los problemas de Fausto son muy humanos, incluyendo una breve pero intensa historia de amor con final desdichado. No obstante, en este tramo Goethe opta por enmarcar todo su universo en un tono más etéreo y complicado, incluyendo un rocambolesco plan de Mefistófeles para encumbrar a su compañero de viaje ante el emperador de Alemania. Los soliloquios y los diálogos rimbombantes con alusiones a la mitología clásica serán constantes. 



Queda claro que hay una fisura entre el antiguo Fausto que conocimos y a quien ahora el sagaz demonio presenta como un hombre poderoso y enmarcado en grandes viajes temporales que en nada tendrían que envidiar a un héroe Marvel. Obra impregnada de un fuerte romanticismo, el denominador común es la balanza del alma de un ser humano.


Alguna crítica previa de interés (ver enlace abajo del texto) subraya cómo Goethe escribió la segunda entrega de forma irregular y a lo largo de los años, finalizando cuando su estilo estaba en su momento más barroco y complicado, deleitándose con una mezclas y referencias dentro de referencias que pueden convertir algún pasaje en una lectura árida.



En un homenaje claro a la época clásica, la obsesión romántica de Fausto en esta ocasión va a ser nada menos que Helena de Troya, cuya belleza, según cuenta la leyenda, justificó que los barcos aqueos navegasen hacia las playas de Ilión. La sucesión de escenarios y surgimiento de personajes fantásticos que aparecen y desaparecen a su antojo puede incluso hacer que la pareja protagonista esté ausente en varios momentos.



Aunque no lo parezca en muchos momentos, esta continuación terminará encajando con la anterior, recordando incluso de forma poderosa al mito de don Juan Tenorio en cuanto al papel del sacrificio y el amor verdadero para salvaguardar el alma, incluso si se ha caído en la tentación en muchas ocasiones.


Probablemente, el aspecto más importante de estas dos piezas ha sido su poderosa capacidad para servir como fuente de inspiración a nuevas generaciones, teniendo los suficientes ingredientes para que siempre sea reconocible y con facilidad para re-interpretarlo al antojo de la coyuntura del momento. 



Justa herencia, puesto que el universitario Goethe ya se encontró con el mito previamente, no siendo su creador, si bien fue la pluma que más lo impulsó a auparse en los altares de la mitología de su siglo. Sin estas páginas, el gran cineasta Friedrich Murnau nunca hubiera filmado una de las versiones más interesantes de Fausto para la gran pantalla. 



Con todo, nadie podría culparnos por cierta sensación de estar perdidos en el laberinto al sumergirnos en esta peculiar y enrevesada finalización de la saga... 



ENLACES DE INTERÉS:



Crítica a Fausto en el blog "¿Me estás hablando a mí?



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



https://es.wikipedia.org/wiki/Fausto_(Goethe)



http://meestashablandoami.blogspot.com/2007/03/fausto-de-goethe.html



https://wikioo.org/es/paintings.php?refarticle=8XXBRR&titlepainting=Faust:%20Margaret%20in%20the%20Church&artistname=Dante%20Gabriel%20Rossetti