domingo, 26 de enero de 2020

WHITE LIES: UNA SEGUNDA TEMPORADA A LA ALTURA


Se trató de un cierre perfecto. Aquella idílica imagen en la playa era el mejor homenaje posible a la obra de Liane Moriarty, Big Little Lies quedaba en la retina como una adaptación televisiva de altura (La verdad sobre la perfección). No obstante, pronto llegaron rumores de que la HBO iba a poner en marcha una segunda temporada. Un cierto aire de tono innecesario se oteaba en el horizonte, si bien el mantenimiento del Dream Team original hacía obligatorio el visionado. Una reflexión tras los siete nuevos capítulos no arroja dudas sobre que se ha mantenido el elevado listón. 



Una de las claves es el fichaje de Meryl Streep, intérprete que no precisa de presentación en ninguna parte del globo. Encarnará a May Louise Wright, suegra de Celeste (Nicole Kidman). Tras la trágica muerte de su hijo, la abuela vendrá para ayudar con los nietos, aunque el personaje se irá revelando como mucho más que una mera benevolente madre política. Bajo falsas apariencias de cordero, Mary Louise es un lobo que supondrá un reto formidable para "las cinco de Monterrey", como empieza a conocerse en la localidad al grupo de amigas que estuvieron presentes en el extraño accidente con el que finalizó la primera parte de la saga. 



En este sentido, Kidman sale muy beneficiada del duelo actoral con Streep. Ambas se complementan muy bien mutuamente en una realidad francamente interesante: la supervivencia al maltrato físico y psicológico. A pesar del dolor sufrido, Celeste sigue teniendo muy presente el fantasma de su marido, llegando a añorarlo en muchos compases. Eso permite a la australiana brindar un papel plagado de matices, a la altura de su anterior caracterización.


Otro caramelito es el que se lleva una excelente Reese Whiterspoon con su Madeline, un personaje cuyos actos del pasado ponen en peligro su actual matrimonio. Adam Scott da una perfecta réplica como su pareja, reflejando una historia verosímil de los intentos de dos personas por mantener un edificio tan delicado como la vida conyugal, donde años de confianza pueden resquebrajarse en apenas unas horas. 



Por buscar algún defecto, hay ciertos desequilibrios argumentales que perjudican a algunos de los mejores talentos del show. Laura Dern no va a ser a día de hoy un descubrimiento para nadie, habiendo hecho gala de sobrada capacidad en innumerables películas. Su oficio para manejar a Renata Klein hace que este importante miembro del quinteto no quede despegado del resto, pero su arco es menos adictivo que en otros, sobre todo porque su tensión marital con Gordon Klein (un solvente Jeffrey Nordling, aquí desaprovechado) es menos compleja que en otras situaciones paralelas, quedando Gordon aquí como alguien absolutamente infantil y con quien casi no se puede empatizar. 



Un paso al frente viene dado por Zoë Kravitz, quien muestra en este caso más cicatrices de guerra, las marcas silenciosas, para Bonnie, de menos a más en todo el show. Shailene Woodley sale asimismo muy fortalecida de estos capítulos, con un viaje tan apasionante y delicado como la recuperación de una persona para la vida sentimental tras haber sufrido una violación. Big Little Lies no descubre la pólvora, su secreto es saber coger problemas reales y comunes para transportarlos a unas protagonistas creíbles y de gran carisma. 


ESTA PARTE DE LA CRÍTICA CONTIENE SPOILERS: 



Repitiendo fórmula, el desenlace permite dejar un inmejorable sabor de boca que también habilita puntos de interés para una futurible tercera temporada. "Las Cinco de Monterrey" avanzando hacia esa comisaría en la noche abre un abanico de posibilidades con gran atractivo. Además, plantea un dilema moral muy interesante, la asunción de la responsabilidad de homicidio involuntario, pese a ser en legítima defensa. 



Los diálogos y situaciones casan muy bien con la obra de Moriarty, con agilidad y utilizando con maestría los trucos de lo culebrones más tradicionales. Puede ser un género denostado en "la era de las series", pero un buen libreto que ponga romances, decepciones y misterios con diálogos inteligentes siempre va a encontrar eco y audiencia. 



Y, naturalmente, si esa hipotética tercera parte incorpora a otra actriz con el aura de Meryl Streep para este roster casi invencible... no nos vamos a quejar. 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



https://www.theguardian.com/tv-and-radio/2019/jun/10/big-little-lies-recap-season-two-episode-one-what-have-they-done#img-1



https://www.wmagazine.com/story/big-little-lies-season-2-episode-1-misery-recap/



https://metro.co.uk/tag/shailene-woodley/feed/

domingo, 19 de enero de 2020

LA CHICA NUEVA: KICK-ASS


Fue una revolución. Corría el año de 2008 cuando se publicó un cómic realmente transgresor para los tiempos que corrían con el colorido título de Kick-Ass. Una de las cuestiones más llamativas era la ecléctica fórmula de combinar a un guionista atrevido como Mark Millar con un dibujante de corte tan clásico como el de John Romita Junior. El éxito de la gamberrada llevó a secuelas, adaptaciones cinematográficas y, lo que hoy nos ocupa, a un nuevo comienzo. La pareja de creadores vuelve a este universo violento, cambiando la bulliciosa New York por Nuevo México. 



La primera sensación que deja el arranque es que este universo no precisaba de una continuación. El arco de Dave Lizewski había quedado bien cerrado y el público parecía más que satisfecho con Hit-Girl creando problemas por el resto del globo sin necesidad de compañía. Millar es consciente y apuesta por dejar referencias mínimas, siendo la nueva protagonista, Patience Lee, un personaje bien diferente del anterior individuo que se enfundó el disfraz. Si el encanto de Dave era su freakismo y aprendizaje a marchas forzadas, Lee es una endurecida veterana de Afganistán que se mete en el negocio de las mallas por necesidad económica al estilo Breaking Bad



El cambio de escenario a la frontera presenta suficientes atractivos, especialmente porque Romita Junior reverdece laureles y, al menos los seis primeros números, se muestra muy eficiente y sólido en la narración. Escenas como el asalto de Patience al motorista de una banda a la que quiere hurtar de su ilícito botín es una verdadera maravilla desde el punto de vista de narración gráfica. Se asiste con interés al inicio, si bien se ha perdido, lógicamente, la sensación de frescura que antes poseía Kick-Ass.


Curiosamente, un cierto aroma de seriedad preside todo el asunto. Una de las bazas más mortíferas de la pareja conformada por Hit-Girl y Kick-Asss era un descabellado sentido del humor negro que no hacía prisioneros. Aquí, lo más brillante suelen ser la escenas de acción, realmente bien llevadas, especialmente una espectacular fuga que no deja de ser bastante verosímil dentro de los parámetros de las viñetas. Y aquí que partir una lanza a favor de algo que aporta Patience y se había desvirtuado bastante en las otras secuelas.



Particularmente en el caso de Hit-Girl nos habíamos acostumbrado a que los protagonistas fuesen invencibles. A pesar de sus habilidades, Lee es una veterana guerrero que puede ser herida, sangrar y ser vulnerable. Mindy McCready se ha ido tornando en una fusión de Thanos y Kill Bill por la que nunca podemos sentir la más mínima sensación de peligro real. De la misma forma, este mundo fronterizo lleva a una violencia distinta. Otro sendero distinto a anteriores transitados.



Todo lo que le sucedía a Lizewski y a su tropa parecía tarantiniano. Una violencia irreal, exagerada al extremo y, nunca mejor dicho, comiquera. Los golpes aquí son incluso menos sonoros, pero más impactantes por tener un sabor doméstico, de mayor cercanía a lo que pudiera pasar en la realidad de una barriada como por la que transita la heroína. 


Un punto interesante es la visión militarista que preside muchas de las actuaciones de Lee y que no tendrían nada de llamativo por el contexto social que le ha dado su pareja creativa. Lo curioso es que, al igual que le ha sucedido a Frank Miller en sus últimos trabajos sobre Batman, Millar parece contagiarse por completo de ese fervor y culmina en un laudatorio panegírico de las intervenciones de su país en Oriente Próximo sin ningún atisbo de autocrítica. 



Este prendamiento de Millar y Romita Junior por su protagonista les lleva a incurrir en una potenciación de sus virtudes a tal extremo que, paradójicamente, vuelven a caer en el problema con Hit-Girl: dejan la sensación de que ninguna persona va a ser capaz de poner en verdadero jaque a una máquina de picar carne perfecta, desatendiendo lo que funcionaba bien en el arranque. No ocurre así con sus virtudes tácticas y estratégicas midiéndose a las bandas, puesto que casan muy bien con la formación que ha recibido, revistiendo de originalidad a esta nueva Kick-Asss, puesto que es un don propio y una forma distinta de entender la guerra contra el crimen. 



Un primer arco correcto, realizado con oficio, pero tal vez sin la magia gamberra de antaño. Puede que la clave del futurible éxito sea lograr el cruce (¿cómo aliadas o rivales?) frente a Hit-Girl. 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



https://www.amazon.es/Kick-Ass-Chica-Nueva-Mark-Millar/dp/8491676147



https://www.youtube.com/watch?v=NY49CfyyEJ4



https://screenrant.com/kick-ass-patience-lee-explained/

domingo, 12 de enero de 2020

LAS NUEVAS RUTAS DE LA SEDA


Los caminos siempre terminan conduciendo a algún sitio concreto. La conformación de rutas alrededor de productos y países esconde muchos siglos de Historia compartida. En ocasiones, también de enfrentamiento. Pero nunca es nada dejado al azar. Desde la primera centuria antes de Cristo, la ruta de la seda marcó el devenir de la confluencia entre Occidente y Oriente. Peter Frankopan, catedrático de la universidad de Oxford, ha intentado seguir la pista de un mundo cambiante y donde ese Gran Juego del que hablaban los imperialistas británicos ha modificado por completo sus reglas. 



Lo primero que llama la atención de la obra Las nuevas rutas de la seda: presente y futuro del mundo es la importancia del escaparate. Los telediarios en Occidente brindan una atención muy destacada a las cuestiones de algunos países, mientras que otros aspectos quedan ocultos, haciendo que parezcan poco relevantes. Por ejemplo, la tensión en la frontera entre dos potencias como la hindú y la china ha estado a punto de estallar en varios compases del pasado, siendo un pulso que no es tan publicitado como debiera. 



Hubo una época en la que la explicación de los eventos históricos en este lado del globo se hacía desde un punto de vista eurocentrista y limitado a la memorización de batallitas con trazos de las grandes personalidades que lo desencadenaron. Frankopan nos lleva en sus pasajes por la intrahistoria, el ambicioso mundo de las grandes empresas, el desarrollo tecnológico y la geopolítica a largo plazo.


Todo ello no exonera de que haya muchos nombres propios. Donald Trump es frecuentemente mencionado en las páginas, desde sus tweets reprochando la presunta ingratitud de Pakistán a su jactancia sobre cómo podría arrasar Estados Unidos a Afganistán en apenas una semana de guerra. La personalidad histriónica del mandatario norteamericano genera muchos titulares y escenifica la división interna de la que ha sido la gran potencia mundial en el pasado siglo XX, mientras que China se está erigiendo en un verdadero coloso que desafía de forma clara esa preponderancia.



Un trasvase de intereses que se puede reflejar en cuestiones tan curiosas como la decisión de Arabia Saudí de insertar el idioma chino como lengua extranjera en todas sus etapas educativas. El liderazgo que está obteniendo Pekín en el resurgir asiático es analizado de forma detallada en capítulos extensos y que aportan una gran cantidad de datos estadísticos que dejan claro el potencial del que estamos hablando.



Otra pieza esencial de dicho tablero es la Rusia de Vladímir Putin, actual presidente de la Federación Rusa y cuyos anteriores mandatos ya han generado no pocas críticas por sus líneas de actuación interior y exterior. El propio Trump ha sido acusado por sus adversarios políticos de deber muchas ayudas a Moscú en su elección, mientras que a nivel comercial hay varios puntos de ruptura que deben ser considerados y hacen impreciso ese futuro conjunto.


Una de las ironías es que, en varios sentidos, sucede incluso en esta loable investigación es caer en un exceso de perspectiva occidental. Se observan más los caminos de Washington que los surgidos alrededor del gobierno del presidente Xi, herencia de una hegemonía que llevó a Francis Fukuyama a lanzar las campanas estadounidenses al vuelo tras la caída del muro de Berlín. La decadencia, o no, del modelo de norteamericano y de Europa del Oeste no debería ser en sí una cuestión positiva o negativa en sí misma.



Las enormes reservas petrolíferas y de gas natural son dos de los factores más concluyentes que llevan a explicar este giro político-económico que promete convertir a Asia en el eje vertebrador de un futuro cercano. Poniendo ejemplos como el reciente Brexit de la Unión Europea, el autor concluye que en Oriente se producen movimientos de signo contrario: unionistas que explican ese ascenso. En dicho punto se podría matizar, puesto que nada implica que no puedan suceder resistencias y brotes nacionalistas que cuestionen el liderazgo de China sobre los Tigres Asiáticos sin ir más lejos.



Sin duda, desde el descabellado intento de compra de Groenlandia por parte de Trump hasta el alarmante cambio climático, hay muchas cuestiones en este mundo globalizado que demuestran que todo está interconectado. Desde la alarma china por los reconocedores faciales de la cadena de comida rápida Kentucky Fried Chicken a los problemas de Hillary Clinton con el correo electrónico, ex Oriente lux



BIBLIOGRAFÍA:



- FRANKOPAN, P., Las nuevas rutas de la seda: presente y futuro del mundo, Crítica, Barcelona, 2019. 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



https://www.casadellibro.com/libro-las-nuevas-rutas-de-la-seda/9788491991458/10044212?gclid=EAIaIQobChMIhb_HuvHs5gIVVoXVCh1EGw7DEAQYASABEgIOy_D_BwE



https://www.europapress.es/internacional/noticia-china-anuncia-reunion-trump-xi-no-impondran-mas-aranceles-partir-enero-20181202021053.html



http://www.atto-co.com/es/wp-content/uploads/2019/06/Mapa-de-la-ruta-de-la-seda-antigua.jpg

sábado, 4 de enero de 2020

DOBLE PLACER CULPABLE


Tras el éxito de Zombieland (2009), era solamente cuestión de tiempo que la franquicia alumbrase una secuela. Lo llamativo es la fuerte demora que ha tenido dicho proyecto, nada menos que una década para que se estrenase Zombieland: Double Tap (2019). Asimismo, se logró la hazaña de mantener a todo el núcleo duro de la primera parte: Emma Stone (Wichita), Woody Harrelson (Tallahasse), Abigail Breslin (Little Rock) y Jesse Eisenberg (Colombus). Una improvisada familia disfuncional que, pese a todo, se mantiene, hoy y siempre, capaz de mantener a raya al invasor zombi. 



No solamente el grupo, también Ruben Fleischer aceptaba volver a embarcarse tras las cámaras de una continuación que comienza con acordes potentes mientras los protagonistas logran encontrar un hogar provisional en un lugar llamado la Casa Blanca. El tono de gamberrada con los muertos vivientes es constante y conviene entrar a formar parte de la broma para que la hora y media de metraje sea un gran disfrute, un place culpable al que entregarse de forma gozosa. 



Obviamente, el show ya no puede ser tan fresco y sorprendente, si bien el argumento de Dave Callaham, Rhett Reese y Paul Wernick aprovecha la ventaja de que la audiencia ya conoce perfectamente las motivaciones de los personajes, los cuales serán lanzados en un viaje desde la capital de los Estados Unidos hasta Graceland. Y es que el tono de road movie es el verdadero pulso narrativo del asunto, con la única novedad de que hay algunas tipologías diferentes y evolucionadas de zombies por el camino. 


Con un humor muy gamberro, el cuarteto titular juega de memoria y sin titubeos. Eso es un gran mérito, uno podría pensar que nombres como Emma Stone o Harrelson podían verse tentados de poner el piloto automático, pero se toman muy en serio la cosa para que resulte divertida. Los diálogos son rápidos y se nota la influencia de Deadpool, con un libreto ágil, el cual no pretende sobrevalorarse y que busca siempre la complicidad de la audiencia. 



Hay nuevas incorporaciones en el casting. Por ejemplo, Zoey Deutch (Madison) y Avan Jogia (Berkeley) se incorporaron y dan una vis cómica muy buena a dos personajes que están excesivamente caricaturizados, casi de retablo (la pija y el hippy). Salvan muy bien la papeleta, aunque están absolutamente hiperbolizados. Mejor trazada está Nevada, un caramelito para una estrella como Rosario Dawson, quien siempre da fuerza y presencia a todo lo que toca. 



Cameos logrados son los de Luke Wilson y Thomas Middleditch; además, no podía ser de otra forma, de los tejemanejes que hace la narración para lograr que volvamos a disfrutar del talento de Bill Murray, quien había sido protagonista de una de las escenas más celebradas de la primera parte. Siguiendo las reglas, no estaría de más rememorar la número 32: Enjoy the little things. Zombieland: Mata y Remata es la clase de cinta para ver con amistades con un buen cuenco de palomitas y sin buscar subtextos. 


Con todo, aunque en algunos mentideros se ha reprochado que esta nueva parte de la saga no tiene un propósito claro más allá de los gags, sí que hay un viaje con destino, aunque sea interior. Como en toda road movie que se precie, el elenco hará dos recorridos: uno a la tierra de Elvis y otro interno, además de compartir la que quizás sea su última aventura conjunta. Si bien muy diferentes entre sí, estos tetrarcas comparten el síndrome del superviviente, ser capaces de aferrarse a cualquier resquicio para mantenerse con vida. 



Frente al sosiego casi excesivo de Los muertos no mueren (2019) o la irregularidad que están mostrando las últimas temporadas de The Walking Dead, Double Tape tiene la suficiente ligereza y encanto para usar los clichés del género de una forma tan desvergonzada que únicamente puede generar complicidad. 



Han pasado diez años desde el parque de atracciones. Esta secuela no era imprescindible en lo absoluto. Pero, épico salto del búfalo mediante, no ha sido en lo absoluto innecesario. Bienvenidos/as a Zombieland de nuevo. 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



https://moviehaku.com/pelicula/Zombieland--Double-Tap/imagen/20811/



http://www.fanpop.com/clubs/zombieland/images/43021789/title/zombieland-double-tap-2019-character-poster-rosario-dawson-nevada-photo



https://www.polygon.com/2019/10/18/20917440/zombieland-double-tap-review