Daba un poco de miedo la premisa. A estas alturas, en plena etapa de Donald Trump, no estaba la cuestión para que la alianza Pixar-Disney hiciera una historia ambientada en México. La posibilidad de caer en tópicos y lugares comunes en vez de ahondar en la riqueza de un país plagado de ricas tradiciones, siempre estuvo allí. No obstante, el simple opening con la voz de Miguel nos advierte que "Coco" es una cosa seria: un cuento perfectamente encuadernado y con el lazo colocado de forma impecable. El equipo de guionistas ha huido de conformismos y se ha atrevido a hacer un largometraje de animación que aborde cómo se celebra El Día de los Muertos en una tierra que honra la memoria con un estilo propio.
Desde La novia de cadáver (2005) no se combinaba con un eclecticismo tan audaz un tema tan aparentemente sombrío. El recorrido que se nos propone como afortunada audiencia es el primer gran regalo navideño de la cartelera, la confirmación de que se puede hacer cine infantil de altura, capaz de interesar a un amplio espectro de público. Al más puro estilo Del revés (2015) (CRÍTICA INSIDE OUT), Pixar cumple ese viejo y casi imposible precepto: enseñar deleitando.
La historia de Miguel es la de una desbordante pasión musical incomprendida por su gremial familia, empeñada en desterrar cualquier cosa que tenga que ver con las partituras tras una desgracia del pasado. Venerando la icónica figura de Ernesto de la Cruz, una celebridad en su localidad, el joven está decidido a participar en un concurso de talento que ocurrirá en la plaza, pese a la imposición del clan de que es el día de recordar a los parientes que ya no están con ellos y no de andar cantando.
La travesura va a provocar una serie de inesperados acontecimientos que llevaran al chico a cruzar el camino inverso a la festividad: si los muertos vienen a visitar a sus parientes vivos, él hace justo lo contrario. Pronto va a comprender que en ese peculiar universo también hay reglas y que su vocación está a punto de cobrarle un duro peaje si no logra encontrarse con su cotizado ídolo. Un primer acto rápido, directo y aparentemente sencillo. Es la sensación que deja un argumento cuando ha sido afinado con sutileza en cada una de sus cuerdas: que así es muy fácil, mano.
Nada se ha dejado al azar. Basta ver el equipo de doblaje. Anthony González es prácticamente un guía espiritual de Coco, Benjamin Bratt resulta una maravilla como el afamado Ernesto de la Cruz, además de dos de las joyas de la corona en el elenco de personajes: Mamá Imelda (Alanna Ubach) y Héctor (Gael García Bernal).
Los guiños a la cultura son constantes y repletos de encanto. Desde el "peladito" don Mario Moreno hasta Frida Kahlo, pasando por El Santo, ha existido un buceo muy serio en dónde arrancan las tradiciones, bien sazonadas por cierto can con el tampoco casual nombre de Dante. Una vez tiene dominado el tema, Pixar logra mover en su forja los metales para que hagan a lo que su estudio se le antoja. Basta ver las impresionantes calaveras de los difuntos para observar lo meticuloso de los diseños, las ingeniosas soluciones presentadas ante la narración gráfica.
Si todavía no la han visto, quizás les llame la atención que tenga un título como Coco, pues aparentemente no corresponde a ninguno de los miembros del elenco. Y es que aquí está uno de los trucos más audaces de la baraja, un giro de tuerca ingenioso que lleva a uno de los clímax mejor llevados en el género desde hacía tiempo. Como nada hay perfecto, quizás podría quitarse algún acento excesivamente moralizante o discurso pro-familia en plan "con o sin razón son mi sangre", pero eso apenas enturbia una melodía que es excelsa.
Y es que hay un amor doble en Coco: por México y por la música. Acaso terminen siendo la misma cosa. No le anda esta cinta muy a la zaga a esa obra maestra llamada Amadeus (1984) a la hora de reflexionar sobre el arte, el deseo de posteridad, la frontera entre el talento y la popularidad, además de una de las frases más hermosas que se han dicho en la pantalla grande sobre qué es una fuente de inspiración.
Acaso todo lo que quede de nosotros dentro de mucho tiempo apenas sea una foto borrosa. Pero bastará con que alguien a quien quisimos nos guarde en su memoria para no irnos del todo. El primer regalo navideño viene de la mano de Pixar. No podría pasar el blog la oportunidad de aprovechar la ocasión para desear unas muy felices fiestas e inmejorable año nuevo a sus lectores/as. Gracias por estar ahí.
FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:
-https://www.cinepremiere.com.mx/coco-pixar-datos-curiosos-64203.html
-https://codigoespagueti.com/noticias/cultura/dia-muertos-inicia-nuevo-trailer-coco/
-https://www.youtube.com/watch?v=ZvvNu9DLdPI
No hay comentarios:
Publicar un comentario