Ryan Murphy ha tenido una larga andadura como director de televisión. A estas alturas de su carrera, tiene una percepción bastante adecuada de qué puede atraer la atención del público. Su equipo y él traen a la palestra American Crime Story, producto centrado en narrar los entresijos de algunos de los acontecimientos más notorios y polémicos en los Estados Unidos. El primer plato no podría ser más atractivo y morboso en su origen, nada menos que The People v. O. J. Simpson, el famoso caso de doble homicidio a que se enfrento dicho deportista de élite, quien por aquellos días había comenzado una prolífica carrera como actor.
A pesar de que ya sepamos cómo terminará el juicio, lo que interesa al agudo guión, basado en el libro The Run of His Life: The People v. O. J. Simpson, obra de Jeffrey Tobin, es el cómo antes que el resultado de las deliberaciones del jurado. Con el pretexto de recrear de manera exquisita el contexto de la época, este fenómeno mediático para la prensa amarilla fue, involuntariamente, el reflejo de las guerras subterráneas que todavía latían en el país, la falta de confianza en las autoridades, la discriminación por el color de la piel, siempre soterrada bajo las buenas formas, el trato dependiendo del estatus socio-económico alcanzado por el sospechoso, etc.
Cuba Gooding Junior encarna de manera muy adecuada al protagonista, dentro de un reparto coral espectacular, un Dream Team que pocas veces se puede disfrutar en la pequeña pantalla. Acomodado por su excelente rendimiento deportivo en un nivel de riqueza muy por encima de la media, insertado por pleno derecho en la "jet set blanca" de California, en su hora más aciaga, la defensa no dudaría en agitarle como un mártir de los muchos abusos cometidos por algunos agentes sobre la población afroamericana, basados en criterios racistas sobre quienes habían jurado servir y proteger.
Resulta admirable ver cómo cuestiones de jurisprudencia y del protocolo son presentadas de una forma fascinante y que nunca se hace pesada. Bob Shapiro (espléndido John Travolta) irá, en ocasiones de forma involuntaria, conformando un excelente equipo de letrados que conseguirá lo que, a juzgar por lo visto en el primer episodio, parecería imposible: plantear la defensa de OJ con altas posibilidades de éxito. Courtney B. Vance se lleva uno de los bocados más apetecibles al personificar al abogado defensor Johnie Cochran, personaje astuto, carismático, paradójico y que es uno de los motores de este drama que lanzó a miles de personas a las calles.
Conforme avancen las sesiones, el juicio se irá tornando en un retablo de las maravillas, un fenómeno de masas circenses donde las dos víctimas fallecidas van siendo relegadas en beneficio del show. El corte de pelo de la fiscal o la forma de vestir de los testigos podrán ocupar horas en debates televisivos, en un ejemplo del reino de la superficialidad. Si los tristes acontecimientos acontecidos en White Chapel fueron vistos por algunos como la apertura a un salvaje nuevo siglo, el proceso contra OJ empezó a advertir sobre el tipo de tratamiento de las noticias que nos esperaba a la vuelta de la esquina.
En el lado de la acusación, destaca el liderazgo de Marcia Clark (Sarah Paulson), quien no es consciente de las puertas que está abriendo para su departamento al destapar esa caja de Pandora. Tenaz y preparada, ni siquiera ella está lista para las muchas trampas que encierra este crimen. Irónicamente, también abrirá muchas puertas al estrellato, libros morbosos y cultura del espectáculo. La era de las Kardashian estaba a punto de florecer.
Entre tantas personalidades atractivas y maquiavélicas, sobresale el apasionante duelo profesional-personal que mantendrán Cochran y Christopher Darden (Sterling K. Brown), en cierto sentido, maestro y discípulo; con todo, al final del día, sumamente diferentes a la hora de plantear lo mejor para su comunidad. Si hay una serie que ha sabido pulsar la tecla en los últimos tiempos sobre la violencia que puede estar camuflada bajo apelativos como el de "nigger", ha sido esta, un verdadero tratado sobre un amplio camino por recorrer.
También asistimos a cómo el jurado también se va transformando. La gota malaya que irán suponiendo los constantes aplazamientos pondrá a prueba la paciencia de los ciudadanos escogidos para la tarea, mientras filias y fobias personales van confeccionando el sendero hacia uno de los veredictos más polémicos de todos los tiempos.
¿Busca el sistema la ejemplaridad o la justicia? ¿Las víctimas son cuidadas o apartadas del foco? ¿El racismo atiende a colores de piel o al tipo de coche que se conduce? Un programa fascinante. Lo único malo es que, cuando llegue la segunda temporada, nos pondremos muy exigentes. Cuando se acostumbra a la excelencia, cualquiera otra cosa supondría un paso atrás.
FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:
-http://sbpress.com/2016/02/the-people-v-o-j-simpson-american-crime-story/
-http://www.loslunesseriefilos.com/2017/01/people-v-oj-simpson-american-crime.html?m=0
-http://ftw.usatoday.com/2016/03/o-j-simpson-american-crime-story-the-people-v-o-j-simpson-review
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