A lo largo de la Historia, la esclavitud de seres humanos se ha mostrado como uno de los negocios más lucrativos que pueden realizarse. Ya fueran los asientos negreros para llevar esclavos "habidos en buena guerra" en galeones o los siervos de la gleba adscritos a la tierra del amo, esta cruda realidad se ha fundamentado en una lógica económica tan siniestra como irrefutable. La popular y polémica periodista italiana Loretta Napoleoni trae recientemente un libro poco apto para elevar el espíritu: Traficantes de personas: el negocio de los secuestros y la crisis de los refugiados.
Firma de prestigio, corresponsal en diferentes países de Oriente Próximo, Napoleoni se ha caracterizado por mantener una línea muy volcada en materia de terrorismo, uno de los temas candentes de la actualidad en Occidente y que más preocupa a sus habitantes. Estas páginas nos llevarán desde el tráfico de cocaína en África, pasando por la piratería en las costas somalíes hasta llegar a la financiación que obtiene Al Qaeda del secuestro de rehenes.
Cada capítulo resulta más crudo que el anterior en cuanto a la observación de dramas personales se convierten en frías cifras. Siempre hemos sospechado que hay rehenes y rehenes para el pragmatismo de los gobiernos, pudiendo depender mucho el eco de una tragedia según los medios decidan darle cobertura o no. Unas guerras de propaganda donde lo que nos llega de verdad tiene una dosis mínima. Buena conocedora de la temática, la autora da en varios pasajes una clase magistral de nuestra capacidad de consumir sin filtro distintas noticias.
Uno de los temas que más saldrán mencionados es la célebre crisis de los refugiados. Un drama que, con todo, resulta extremadamente rentable a unos pocos. Aunque no siempre pueda dar los nombres, la periodista italiana ha realizado muchas entrevistas a negociadores y especialistas en estas lides, quienes terminan siendo desapasionados de su oficio, una deshumanización que toman como aliada imprescindible para enfocar un juego donde un error puede ser fatal.
La propia Napoleoni se excusa al final de su trabajo por su manera cruda de reflejar algunos hechos. Particularmente devastadora es su manera de presentar los errores cometidos por personas jóvenes e idealistas que acuden a zonas de crisis con el corazón lleno de buenas intenciones y la cabeza demasiado utópica para poder asimilar la verdad. En algunos de los acontecimientos presentados casi pareciera que esos involuntarios rehenes fueran acusados de ser los culpables de que organizaciones terroristas logren botín.
Se aportan asimismo otros prismas de la historia. Particularmente interesante es la compleja red de tribus que organizan y redistribuyen los beneficios entre los piratas somalíes, actividad que otros vecinos y familiares suyos justifican como la única medida que los países "civilizados" les han dejado para huir de la extrema pobreza. Naturalmente, Siria será otro país muy citado en esta disertación por los motivos que ya todos sabemos.
Aunque pueda resultar paradójico por el grado de desarrollo alcanzado, pocos continentes presentan las facilidades para el comercio de personas que Europa. Una vulnerabilidad que presenta mil riesgos, incluso algunas de las sociedades con mejores sistemas educativas en países como Dinamarca son susceptibles de sufrir brotes de xenofobia y dudas sobre sus emigrantes ante el determinado tratamiento de algunas noticias.
De contextos enardecidos surgen movimientos que explican auges como el mantenido por partidos de extrema-derecha durante los últimos años. Los más castigados, como no podía esperarse otra cosa, son los propios protagonistas de estos éxodos. En condiciones inhumanas y sin garantías reales de obtener la meta, una persona que huya desde Mosul a otra zona podría dejarse en el camino la cifra de 7.000 euros por el trayecto.
Una serpiente codiciosa que se refleja en muchos rincones sin entender de credos religiosos o políticos. No pocos bienintencionadas voluntades voluntarias son captadas en zonas de frontera de guerra para ser traicionadas por sus presuntos "guías" en cuanto ponen un pie en territorio hostil, revendidas a secuestradores ansiosos de turistas con familias, amigos y gobiernos a los que poder presionar. Un libro directo, rudo y desmitificador. No estaremos de acuerdo con muchas cosas, tampoco resulta una lectura agradable. Pero es imprescindible.
FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:De contextos enardecidos surgen movimientos que explican auges como el mantenido por partidos de extrema-derecha durante los últimos años. Los más castigados, como no podía esperarse otra cosa, son los propios protagonistas de estos éxodos. En condiciones inhumanas y sin garantías reales de obtener la meta, una persona que huya desde Mosul a otra zona podría dejarse en el camino la cifra de 7.000 euros por el trayecto.
Una serpiente codiciosa que se refleja en muchos rincones sin entender de credos religiosos o políticos. No pocos bienintencionadas voluntades voluntarias son captadas en zonas de frontera de guerra para ser traicionadas por sus presuntos "guías" en cuanto ponen un pie en territorio hostil, revendidas a secuestradores ansiosos de turistas con familias, amigos y gobiernos a los que poder presionar. Un libro directo, rudo y desmitificador. No estaremos de acuerdo con muchas cosas, tampoco resulta una lectura agradable. Pero es imprescindible.
-https://www.casadellibro.com/libro-traficantes-de-personas/9788449332487/4138488
-http://www.actuall.com/democracia/experta-refugiados-los-nuevos-yihadistas-saldran-los-campos-refugiados/
-http://www.hablandoconletras.es/entrevistas-escritores/
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