domingo, 5 de mayo de 2019

LOS ECOS DE LA VOZ



Pervive. Siempre fue un superviviente. Una figura que ha servido para inspirar a legiones de villanos en el futuro. Sin Gaston Leroux, Erik nunca habría salido de las catacumbas bajo la ópera de París. De cualquier modo, esa oscura criatura se convirtió en acreedora a su vez de futuros talentos como Stan Lee o Jack Kirby, quienes bucearon en las páginas de aquel singular fantasma para concebir a Víctor Von Muerte. Igual que el doctor Mabuse, aquella voz misteriosa y atractiva ha sido tan relevante por sus fechorías como por la capacidad de marcar el camino a millones de antagonistas de héroes y heroínas. 



Con el estilo de Alejandro Dumas y sus escritores encubiertos, Leroux compuso una novela de folletín, una serie B en el sentido más elogioso de la palabra. El fantasma de la ópera aprovecha de forma admirable el mundo de camerinos, tramoyistas, pasadizos y cementerios para crear una atmósfera irresistible, un colosal disparate donde nunca nos detenemos a razonar la verosimilitud. Como el resto de los asistentes a los palcos, asumimos que el número 5 no puede ser alquilado en aras de no ofender a Erik. 



El autor jugó con una poderosa presencia que lo alteró todo. Por supuesto que el romance entre el joven aristócrata Raoul y la cantante Christine Daaé es la que más párrafos ocupa en todo el asunto, pero los tortolitos en las películas de los hermanos Marx también disfrutaban de escenas y escaparate, si bien la posteridad dejó claro que eran esos geniales chiflados los responsables del éxito. Y la máscara de aterciopelada voz es la causa de que la pieza que hoy nos ocupa siga siendo un mito. 


Y eso estando ante una trama de preocupaciones realmente burguesas. Más allá de los crímenes, asesinatos y misterios entre bambalinas, incluso los planes maquiavélicos del singular inquilino de la ópera no son otros que los puramente artísticos, lograr hacer prosperar a una joven talentosa frente a las recomendaciones y el mundo hermético de las compañías teatrales. Es en su delicada forma de narrarlo y su poderosa imaginación donde esta novela se desmarca de otras parecidas. 



A un océano de distancia de las berlinas parisinas, décadas y décadas después de publicarse, El fantasma de la ópera es uno de los ojitos derechos de público de Broadway. Su espectacularidad, puesta en escena y el profundo amor que refleja por la música son su aval eterno, además de propiciar algunas escenas de puro terror gótico que justifican las comparativas que se han hecho entre Leroux y Edgar Allan Poe. 



También se han justificado las conexiones con otro célebre "monstruo": Quasimodo. Si el jorobado de Notre Dame era el mejor conocedor de los secretos tras las gárgolas, Erik es el verdadero señor del templo musical, con mucha más experiencia en sus recovecos de lo que cualquier propietario haya tenido jamás. Pero, al igual que el campanero o Cyrano, los complejos le llevarán a esconderse tras máscaras de su persona amada. 


¿Qué llevó a Leroux a escribir semejante hipérbole? Suele decirse que se sabe poco de su biografía. No obstante, intuimos bastante. Su faceta periodística le llevó a colarse en cárceles para lograr entrevistas exclusivas con reclusos, además de viajar a Rusia para ver el inicio de una revolución que estaba destinada a cambiar la tierra de las nieves y los zares. Siempre tuvo curiosidad por todo. Si Melville hizo las delicias de las personas amantes por la mar, El fantasma de la ópera está plagada de ricas notas a pie de página sobre dicho arte. 



Amante asimismo del cine, medio que apenas estaba despegando en aquel siglo que comenzaba, Leroux intuyó que su fértil imaginación sería bien explotada por aquel maravilloso recurso. Sus descripciones son los propios de un hábil guionista de televisión, todo visual y que casi se puede palpar, como si fuésemos compañía de privilegio de Christine en su particular visita a la laguna Estigia regente por alguien mitad diablo y ángel. 



Y al final fue la voz. 



BIBLIOGRAFÍA: 



- LEROUX, G., El fantasma de la ópera, Austral, Barcelona, 2018. Traducción: Mauro Armiño. 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES: 



- Fotografía cubierta de la edición de Austral (2018) de la obra El fantasma de la ópera, realizada por el autor del blog. 



- Fotografía realizada por el autor del blog en el teatro Majestic de New York, día de función El fantasma de la ópera [agosto de 2016]



- https://www.plasticosydecibelios.com/broadway-fantasma-opera-cumple-25-anos/

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