Con motivo del centenario de Joseph L. Mankiewicz, uno de los directores más prolíficos del Hollywood clásico, Sam Staggs realizó una completa disección de su popular film: Eva al desnudo. Estrenada en 1950, a pesar de que reunía un elenco que era un auténtico Dream Team (Bette Davis, George Sanders, Anne Baxter, Marilyn Monroe...), ha sido el paso de los años el que ha colocado a esta mirada en el mundo teatral norteamericano en el lugar que merece dentro del imaginario popular cinéfilo.
Staggs coloca el elocuente título de All About All About Eve, haciendo verdadero honor a la pretensión, ya que firma con precisión de notario y curiosidad de sofisticado chismoso buena parte de los detalles del rodaje, negociaciones y consecuencias del mismo en la trayectoria de sus principales intérpretes. Hay material para ello, el carácter volcánico de Davis, las peculiaridades de Sanders y las complicaciones que encontró Mankiewicz para llevar a buen puerto la empresa, en un gallinero repleto de talento, sensibilidades y competitividad.
Una obra repleta de ingenio, diálogos ácidos y que brinda tantas lecturas como se quieran observar en ella. El vínculo de dos mujeres, Margo Channing, una estrella de los escenarios que está entrando en su madurez, y Eva Harrington, la muchacha que la aguardaba cada lluviosa esquina en el callejón del teatro, incapaz de mediar palabra con su ídolo. Una visión de las entrañas del mundo del espectáculo, su glamour y vacío, así como la procesión de extrañas personalidades que desfilan ante él.
Narrador de fuertes convicciones, ya conocía el trabajo previo de Staggs de un análisis de similares características de otro de los grandes hitos artísticos de la época, El crespusculo de los dioses de Billy Wilder. Uno no siempre puede coincidir con alguien de juicios tan taxativos (por ejemplo, su manera de subestimar la influencia de un guionista como Diamond en la carrera de Wilder, o, en el caso que hoy nos ocupa, su escaso aprecio y líneas dedicadas a producciones posteriores de Mankiewicz, destacándose su falta de concesiones con dos películas tan interesantes como La condesa descalza o De repente, el último verano).
No obstante, siempre es recomendable leer visiones y opiniones contrapuestas a la propia, más si han sido efectuadas con una metodología como la Staggs, quien sorteó muchas dificultades para poder aproximarse al contexto de la época. En primer lugar, la desaparición en una mudanza de buena parte de los papeles relativos al desarrollo del film del director, así como al fallecimiento de buena parte de los protagonistas principales. Celeste Holm, una de las mejores secundarias de esta ópera prima, si pudo haber arrojado algo de luz al respecto, pero prefirió no desempolvar los rollos de una de sus participaciones más célebres en la gran pantalla.
Con mucho tino, el narrador de esta monografía muy bien editada por T&B Editores se remonta a tiempos pasados para, hábilmente, coger impulso en los precedentes que llevaron a lo que luego fue visto por espectadores de todo el globo. De hecho, el éxito fue tal que, alguien tan orgullosa y talentosa como Bette Davis, afirmaba que Margo la había resucitado de entre los muertos; años después, se haría un remake musical en Broadway, con otra celebridad como Lauren Bacall haciendo el papel de la madura actriz.
Los breves y organizados capítulos permiten mantener la atención de los lectores, los cuales van aderezados con una equilibrada mezcla de consideraciones críticas y rumores de alcoba (sobresale el affaire desde el primer día entre Gary Merrill y Bette Davis, así como los celos de Zsa Zsa Gabor, esposa de Sanders, con Mariryn, por aquel entonces una rubia cuasi desconocida e insegura, pero destinada a convertirse en uno de los iconos pop de su tiempo).
Como acontece con mucha de la producción de Mankiewicz, hay muchas corrientes subterráneas en los mensajes y códigos que se emplean para realizar muchas insinuaciones, desde las motivaciones de sus personajes, pasando por críticas veladas al sistema artístico de su tiempo (aunque aquí debemos mencionar asimismo a Mary Orr, autora del fantástico cuento que desarrolló todo el mundo posterior, probablemente, con más referencias reales de las que pensamos hasta hace muy poco). Incluso, hay una posible interpretación y velada insinuación lésbica (viene a la mente aquí el ama de llaves de Rebeca, dirigida por sir Alfred) entre Margo y Eva, también a la vampirización que puede llegar a existir en sus vidas paralelas.
Decía Javier Rioyo, crítico de Cinemanía, que hasta para ejercer el cotilleo siempre habían existido clases. Sin duda, este Desnudando a Eva puede ser visto como una concatenación de secretos y confesiones privadas, pero, sería muy difícil imaginar que pudieran describirse mejor.
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