domingo, 23 de agosto de 2020

HISTORIAS DE PAFMAN

 


Parece probable que, desde el punto de vista comiquero, Joaquín Cera llegase un poco tarde para explotar todo su potencial en la Editorial Bruguera. Junto con otros autores como Juan Carlos Ramis, era un historietista fiel a la tradición del modelo clásico de Francisco Ibáñez, incorporando además elementos de un humor más absurdo y con referencias a elementos de la cultura pop. Con apenas dieciocho años, se inició con la serie hoy casi olvidada de Rebuznos en el espacio, si bien siempre será Pafman, el superhéroe más tonto de Logroño, quien siempre irá asociado a su trayectoria artística. 



Pronto, el personaje y Pafcat, combinación gatuna del profesor Bacterio con Robin, se convirtieron en dos figuras reconocibles para el gran público a través de revistas como Mortadelo o Súper Mortadelo. De hecho, la buena acogida permitió a Cera ver editadas recopilaciones de dichas historias cortas a través de la colección Olé. Tras un primer volumen (publicado en 1989), logró repetir unos años después con El doctor Ganyuflo y otras historias (1991), álbum que analizamos precisamente en esta entrada del blog. 



Por aquel entonces, Cera se había adueñado perfectamente de la atmósfera de esta parodia superheroica. Incluso superando los errores de los primeros coloristas en las distintas revistas, Pafman y Pafcat ya tenían unos uniformes inconfundibles que permanecerían hasta Pafman redevuelve (2004). Por regla general, en este álbum tenemos historietas de tres o cuatro carillas, sumamente ágiles y basadas en gags físicos que beben indudablemente de Mortadelo y Filemón. Cera no oculta esa influencia y hasta homenajea los célebre finales con la coletilla "¡Tenía que hacerlo!" de los agentes de la TIA acompañados de una tremebunda noticia de periódico. 


Pese a tener ese formato propicio para la revista, aquí ya podemos advertir que Cera intuye que sus personajes dan juego para alargar las situaciones con resultados francamente divertidos. Eso se percibe en una serie de continuaciones que realiza en 1989 y son reeditadas en lo referente al malvado profesor Robayeur, quien, siguiendo otra tónica característica de villanos de Anacleto o Mortadelo, incrementa sus posibilidades de fracaso cuando pasa a un ataque frontal al domicilio de los protagonistas. 



Aquí ya se destapa el humor absurdo que florecerá con toda su fuerza y dará lugar a "mediometrajes" como El caso de las gafas churrifocales y el canto de cisne de la saga en los noventa: El asesino de personajes. Particularmente brillante es el duelo de antagonistas entre Robayeur y El Enmascarado Negro, la verdadera némesis de Pafman, convirtiendo un pequeño salón doméstico en un juego metaficcional de algunos de los grandes tópicos de la industria (los múltiples clones de Spiderman, simulaciones robóticas, etc.). 



Dicha fórmula vuelve a repetirse con el doctor Ganyuflo, quien se convertirá en un antagonista a recordar dentro de este universo. Desde sus salidas del manicomio hasta sus transformaciones en hombre-lobo, hay muchos elementos que luego recuperará Cera en sus últimos trabajos. También se permite el juego de separar momentáneamente a Pafcat de la senda de Pafman para que la lupina figura intente, sin mucho éxito, sabotear al atolondrado héroe. 


Luego hay muchas historietas costumbristas, donde Cera aprovecha la irrupción de una familia para dar problemas de convivencia a Pafman y Pafcat. Ahí se exhibe a un Cera que combina elementos también de otro gran maestro, Escobar, reflejando la ventaja de que la propia naturaleza de sus personajes les permite trasladarlos desde aventuras épicas a otras sumamente cotidianas sin que por ello se pierda nunca frescura. 



Como suele suceder en productor orientados a revistas de humor, algunas referencias a personalidades famosas de aquella actualidad han perdido vigencia y precisarían de unas notas a pie de página, si bien no es un elemento que se repita en exceso. A nivel humorístico, el autor tiene un buen balance de distintos registros, puesto que la audiencia iba enfocada a un público de todas las edades. 



Todavía a día de hoy, El doctor Ganyuflo y otras historias permanece como un toque fresco de una evolución de la escuela brugueriana, que imprimía más dosis de frikismo a los puntos fuertes de la Vieja Escuela. 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES: 



https://www.todocoleccion.net/comics-ediciones-b/pafman-dr-ganyuflo-otras-historias-ole-primera-edicion~x43656405 [Propiedad de la fotografía: todocoleccion.net] [Consultada el 17/08/2020]



el comenta mierda-blogger [Propiedad de la fotografía: Joaquín Cera] [Consultada el 20/08/2020]



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