Nos referimos a un programa pionero, animada por el sistema de stop-motion, con el objetivo de parodiar muchas series de televisión, películas, video-juegos y canciones célebres. El freakismo (y lo usamos en el sentido más elogioso de la palabra), no conoce límites, desde He-Man y los Masters del Universo hasta llegar a referencias a la célebra Naranja mecánica de Stanley Kubrick.
Si bien en nuestro país no ha tenido la repercusión tan notable como en los Estados Unidos, los medios de los que disponemos actualmente con internet, permiten disfrutar de la gran mayoria de los episodios de este show, nacido en el ya lejano mes de febrero de 2005. Como curiosidad para los que la disfruten en versión original, retarles a que identifiquen muchas de las voces de celebridades invitadas, como Hulk Hogan o Mark Hamill.
Con el metraje oportuno y un paródico sentido del humor, repleto de referencias a la cultura pop, este curioso laboratorio con el pollo biónico, es un agradabilísimo entretenimiento que sabe entrar por los ojos, además, sale económicamente muy rentable a los ojos de la productora, por más que Seth MacFarlane, tenga divertidos piques con Green acerca del espacio televisivo, ya que las series del primero tienen un falso pique con el otro.
Ya sea en sus versiones fílmicas de la celebérrima Star Wars o en cualquier de sus desternillantes episodios, un espacio muy recomendable, delicioso entremés televisivo... unas alitas de pollo, por favor.
1 comentario:
Gran entrada. Te ha faltado mencionar la alegoría que supone el pollo robot: es la representación del espectador, un zombi televisivo que se traga lo que le echen.
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