Fue una revolución. Corría el año de 2008 cuando se publicó un cómic realmente transgresor para los tiempos que corrían con el colorido título de Kick-Ass. Una de las cuestiones más llamativas era la ecléctica fórmula de combinar a un guionista atrevido como Mark Millar con un dibujante de corte tan clásico como el de John Romita Junior. El éxito de la gamberrada llevó a secuelas, adaptaciones cinematográficas y, lo que hoy nos ocupa, a un nuevo comienzo. La pareja de creadores vuelve a este universo violento, cambiando la bulliciosa New York por Nuevo México.
La primera sensación que deja el arranque es que este universo no precisaba de una continuación. El arco de Dave Lizewski había quedado bien cerrado y el público parecía más que satisfecho con Hit-Girl creando problemas por el resto del globo sin necesidad de compañía. Millar es consciente y apuesta por dejar referencias mínimas, siendo la nueva protagonista, Patience Lee, un personaje bien diferente del anterior individuo que se enfundó el disfraz. Si el encanto de Dave era su freakismo y aprendizaje a marchas forzadas, Lee es una endurecida veterana de Afganistán que se mete en el negocio de las mallas por necesidad económica al estilo Breaking Bad.
El cambio de escenario a la frontera presenta suficientes atractivos, especialmente porque Romita Junior reverdece laureles y, al menos los seis primeros números, se muestra muy eficiente y sólido en la narración. Escenas como el asalto de Patience al motorista de una banda a la que quiere hurtar de su ilícito botín es una verdadera maravilla desde el punto de vista de narración gráfica. Se asiste con interés al inicio, si bien se ha perdido, lógicamente, la sensación de frescura que antes poseía Kick-Ass.
Curiosamente, un cierto aroma de seriedad preside todo el asunto. Una de las bazas más mortíferas de la pareja conformada por Hit-Girl y Kick-Asss era un descabellado sentido del humor negro que no hacía prisioneros. Aquí, lo más brillante suelen ser la escenas de acción, realmente bien llevadas, especialmente una espectacular fuga que no deja de ser bastante verosímil dentro de los parámetros de las viñetas. Y aquí que partir una lanza a favor de algo que aporta Patience y se había desvirtuado bastante en las otras secuelas.
Particularmente en el caso de Hit-Girl nos habíamos acostumbrado a que los protagonistas fuesen invencibles. A pesar de sus habilidades, Lee es una veterana guerrero que puede ser herida, sangrar y ser vulnerable. Mindy McCready se ha ido tornando en una fusión de Thanos y Kill Bill por la que nunca podemos sentir la más mínima sensación de peligro real. De la misma forma, este mundo fronterizo lleva a una violencia distinta. Otro sendero distinto a anteriores transitados.
Todo lo que le sucedía a Lizewski y a su tropa parecía tarantiniano. Una violencia irreal, exagerada al extremo y, nunca mejor dicho, comiquera. Los golpes aquí son incluso menos sonoros, pero más impactantes por tener un sabor doméstico, de mayor cercanía a lo que pudiera pasar en la realidad de una barriada como por la que transita la heroína.
Curiosamente, un cierto aroma de seriedad preside todo el asunto. Una de las bazas más mortíferas de la pareja conformada por Hit-Girl y Kick-Asss era un descabellado sentido del humor negro que no hacía prisioneros. Aquí, lo más brillante suelen ser la escenas de acción, realmente bien llevadas, especialmente una espectacular fuga que no deja de ser bastante verosímil dentro de los parámetros de las viñetas. Y aquí que partir una lanza a favor de algo que aporta Patience y se había desvirtuado bastante en las otras secuelas.
Particularmente en el caso de Hit-Girl nos habíamos acostumbrado a que los protagonistas fuesen invencibles. A pesar de sus habilidades, Lee es una veterana guerrero que puede ser herida, sangrar y ser vulnerable. Mindy McCready se ha ido tornando en una fusión de Thanos y Kill Bill por la que nunca podemos sentir la más mínima sensación de peligro real. De la misma forma, este mundo fronterizo lleva a una violencia distinta. Otro sendero distinto a anteriores transitados.
Todo lo que le sucedía a Lizewski y a su tropa parecía tarantiniano. Una violencia irreal, exagerada al extremo y, nunca mejor dicho, comiquera. Los golpes aquí son incluso menos sonoros, pero más impactantes por tener un sabor doméstico, de mayor cercanía a lo que pudiera pasar en la realidad de una barriada como por la que transita la heroína.
Un punto interesante es la visión militarista que preside muchas de las actuaciones de Lee y que no tendrían nada de llamativo por el contexto social que le ha dado su pareja creativa. Lo curioso es que, al igual que le ha sucedido a Frank Miller en sus últimos trabajos sobre Batman, Millar parece contagiarse por completo de ese fervor y culmina en un laudatorio panegírico de las intervenciones de su país en Oriente Próximo sin ningún atisbo de autocrítica.
Este prendamiento de Millar y Romita Junior por su protagonista les lleva a incurrir en una potenciación de sus virtudes a tal extremo que, paradójicamente, vuelven a caer en el problema con Hit-Girl: dejan la sensación de que ninguna persona va a ser capaz de poner en verdadero jaque a una máquina de picar carne perfecta, desatendiendo lo que funcionaba bien en el arranque. No ocurre así con sus virtudes tácticas y estratégicas midiéndose a las bandas, puesto que casan muy bien con la formación que ha recibido, revistiendo de originalidad a esta nueva Kick-Asss, puesto que es un don propio y una forma distinta de entender la guerra contra el crimen.
Un primer arco correcto, realizado con oficio, pero tal vez sin la magia gamberra de antaño. Puede que la clave del futurible éxito sea lograr el cruce (¿cómo aliadas o rivales?) frente a Hit-Girl.
FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:
- https://www.amazon.es/Kick-Ass-Chica-Nueva-Mark-Millar/dp/8491676147
- https://www.youtube.com/watch?v=NY49CfyyEJ4
- https://screenrant.com/kick-ass-patience-lee-explained/
Un artículo interesante que aporta una información muy llamativa de temas que no habla cualquiera con una redacción envidiable
ResponderEliminarSimplemente fantástico
Felicidades profesor
Muchísimas gracias a ti por leerlo, Franchu
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