"Ridere è una cosa seria non farlo con chiunque... Un giorno senza ridere è un giorno perso!"- Totò.
La improvisación es un don visto casi como una religión en Nápoles. La capacidad de ser una persona creativa incluso en las circunstancias más apremiantes es un sello de genialidad que allí alcanza un rápido aplauso. A pesar del tiempo transcurrido, el Príncipe Totò sigue siendo uno di noi para toda la comunidad, un artista genial e irreverente que supo crearse un personaje que dio risa en tiempos muy duros. Si revisitan la magnífica Rufufú (1958), una obra dirigida por Mario Monicelli con un auténtico Dream Team de casting, se darán cuenta de que el célebre intérprete napolitano es tratado con una reverencia exquisita en cada una de sus apariciones, un reconocimiento a todo lo que significaba dentro de a comedia.
En nuestra segunda entrada de esta semana, hablamos del magnífico Castel Nuovo, el cual también presta su lugar a distintas funciones teatrales. Por desgracia, el programa se toma descanso estival y no puede disfrutarse durante época veraniega. Un buen desquite se puede obtener en una de las visitas guiadas a poca distancia del anterior: el Teatro di San Carlo, fundado en el año de 1737 por Carlos III.
En vísperas de la inauguración, todo estaba ideal para que el soberano pudiese inspeccionar la construcción, quedando complacido ante el fastuoso lugar donde surgiría la ópera bufa para que el doctor Cavadas pudiera dar una lección de humildad a La vida moderna siglos después. De cualquier modo, faltaba una cuestión que inquietaba al Borbón: ¿cuál era su pasillo para acceder al palco? Con gentiles modales los organizadores le dijeron que faltaban diminutos detalles pero que estarían finalizados al día siguiente. Entre otras pequeñeces estaba el hecho de haberlo olvidado y tuvieron que hacerse labores nocturnas, un improvisado túnel que fue iluminado con hermosas velas y antorchas, complaciendo en mucho al Mecenas por tan original entrada. Pura improvisación, puro Nápoles.
"El teatro es poesía que se sale del libro para hacerse humano"- Federico García Lorca.
Aunque anualmente recibe a algunas de las mejores sopranos y tenores del mundo, dentro de algunos de los espectáculos más destacados, el Teatro di San Carlo vive su propia espinita la mano de uno de los ciudadanos napolitanos más ilustres: Enrico Caruso. La culpa fue de L´elisir d´amore, obra que no fue acogida con el entusiasmo que el artista esperaba en 1901 por sus paisanos. La reacción de Caruso fue similar a la de Maradona con su primera suplencia. Prometió no volver a ese escenario sagrado como "castigo" a la afrenta recibida.
Como tantos otros compatriotas, Caruso decidió cruzar el charco para probarse en la bulliciosa New York. Con su fino olfato, desafió los academicismos de la época y permitió que se grabase su voz para después ser vencida. Acababa de comenzar una de las industrias musicales más lucrativas de todos los tiempos. Entre otras leyendas del San Carlo debe hablarse de La dama de las Camelias, una de las obras fetiche, la cual garantiza el lleno.
Otras de las facetas culturales donde más sobresale esta urbe es en su gusto por los libros. Particularmente de interés es un cruce de calles que se produce en la Strada de Santa Maria de Constantinopoli donde disponemos de toda una bajada plagada de librerías. Desafortunadamente, cerca de la mitad de las mismas se encuentran de vacaciones en agosto, aunque lo que hay basta para garantizar una buena variedad de obras variopintas que, además, nos ayudarán a entender mejor el lugar.
"Siempre me imagino a Dante como una persona joven"- Roberto Benigni.
Una de las mejores formas de hacerlo es a través de los cuentos, donde la tarea de Salvatore di Giacomo es fundamental. De su lectura podemos sacar muchas perspectivas de los distintos elementos que componen el imaginario popular y sus personajes principales. Por ejemplo, la figura de la bella molinera o campesina cargada de astucia, escenificada posteriormente por Sophia Loren en 1955, a través de una comedia de enredo ambientada en la ocupación española de Nápoles durante el siglo XVII. De hecho, la mescolanza es tal que el film se inspira en una obra de Alarcón: El sombrero de tres picos, otro ejemplo de equívocos amorosos que terminan culminando de forma positiva y en esa sensación de drama giocoso per musica.
Y es que nada debe extrañarnos. Cada quartieri tiene sus secretos y misterios, dramas y milagros cotidianos. Marco Perillo los investigó a través de una guía bien curioso donde nos podemos explicar esas callejuelas donde una hermosa estatua de corte barroco se alterna con grafitis. Pocos han visto más que el busto de Polichinella, tributo a las artes teatrales napolitanas, ubicado en las cercanías al vico del Fico del Purgatorio, tributo a la obra de Dante y lugar donde tradicionalmente las mujeres públicas del lugar buscaban su clientela.
No podemos despedir esta entrada sin una última recomendación, un pequeño tomito a cargo de Giacomo Furia y Michele Avitabile bajo el elocuente título Le Maggiorate, il Principe e l´ultimo degli onesti, plagado de anécdotas inéditas de Totò, la Loren, De Sica y otros iconos del celuloide en Nápoles.
BIBLIOGRAFÍA Y ENLACES DE INTERÉS:
- AVITABILE, M. y FURIA, G., Le Maggiorate, il Principe e l´ultimo degli onesti: 30 Storie inedite su Totò, la Loren, la Lollo Tina Pica, i de Filippo, De Sica, Walter Chiari e..., Amico Vip Edizioni, Nápoles, 1995.
-GIACOMO, S. D., Cuentos napolitanos, Austral, Madrid, 1973.
-PERILLO, M., Misteri e segreti dei quartieri di Napoli, Newton Compton Editori, Roma, 2016.
FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:
- Palco principal del Teatro di San Carlo [fotografía realizada por el autor del blog]
-Cruce de Via Portalba y la Strada S. Maria Costantinopoli [fotografía realizada por el autor del blog]
-Vico del Fico del Purgatorio [fotografía realizada por el autor del blog]