Cambalache
Tras una primera temporada que había dejado las espadas en todo lo alto (reseña primera temporada), Narcos confirmó las expectativas que había puesto en ella Netflix con una segunda entrega a la altura. Si el inicio se vio copado por la figura oscura de Pablo Escobar, esta nueva entrega sigue profundizando en él, mientras que el terremoto de violencia de su generación va provocando una serie de respuestas inesperadas y que pondrán al límite a bandas rivales, el DEA y al propio gobierno colombiano.
Wagner Moura sigue manejando con soltura al protagonista, con un registro parecido al del gran James Gandolfini, capaz de pasar de la familiaridad más cariñosa a las exhibiciones brutales de violencia. En esta ocasión, el Patrón empezará a sufrir fisuras en su imperio, especialmente por la pérdida de aliados de confianza y necesidad de reclutar nuevos elementos. Paulina Gaitan sigue acompañándole como su inseparable Tata, a la par que Paulina García va haciéndose imprescindible en el círculo del presunto Robin Hood paisa. debido a su buena caracterización como la madre del hombre que quiso reinar.
Paralelamente en ese cerco que se va gestando, sobresalen los agentes Javier Peña (Pedro Pascal) y Steve Murphy (Boyd Holbrook). Llegados a este punto, esta pareja de intérpretes funciona de memoria y transmiten los sinsabores que han sufrido en esta tierra de realismo mágico. Por un lado, estaría la visión positiva del personaje de Connie Murphy (Joanna Christie), quien termina enamorándose de muchas cosas de su nuevo destino, mientras que su pareja va endureciendo su carácter hasta fronteras muy peligrosas, aceptando el credo que solamente la violencia responde a la violencia. Se trata de un conflicto elemental que, bien llevado como hace el equipo de guionistas de esta serie, resulta un filón inagotable.
El único al que temió
"Los Pepes" fueron una organización paramilitar de métodos extraordinariamente contundentes que encaminaron sus esfuerzos a golpear el entramado de Escobar de una forma furibunda. Narcos inventa a la figura del coronel Horacio Carrillo (Maurice Compte), muy basado en el personaje histórico de Hugo Martínez Poveda con el que compartía rango en la escala bélica. Ante la política de terror (bombas, chantajes, extorsiones, secuestros, etc.), fue una coyuntura donde se fomentó un terrorismo de estado igual de escalofriante contra los delincuentes, dejando, además, un reguero de víctimas colaterales.
Por ende, si la primera entrega ya era poco light, ahora el show eleva el fuego cruzado hasta límites poco aptos para todas las audiencias. En igual medida, el cartel de Cali va creciendo como una poderosa sombra que amenaza con engullirlo todo. De estilo más refinado que su gran competidor, los responsables del tráfico de coca en New York se mostrarán igual de inexorables y dispuestos a sacar la mayor tajada del negocio. Esta profundización nos permite disfrutar de actores de la talla de Alberto Ammann como Pancho Herrera. Se intuye un futuro magnífico si Netflix apuesta por seguir esta subtrama en el futuro.
Mención especial habría que hace a este respecto a Cristina Umaña, quien dota de una fuerza impresionante a Judy Moncada, viuda por culpa de las venganzas de Escobar, más que dispuesta a volver el ojo por ojo, todavía a costa de pactar con quien sea preciso. Al más puro estilo Juego de Tronos, se irán fraguando alianzas por derribar al Patrón que revelarán misteriosos compañeros de cama. Un viaje sin hueco en la maleta para la moral, un rito de iniciación donde Peña y Murphy no podrán volver a ser los mismos.
El Bueno, el Malo y el Muerto
En resumen, una espiral de interesantes secundarios y luchas subterráneas por el poder que no impiden recordar quién es la estrella de la función. Moura puede disfrutar en esta ocasión de la oportunidad de trabajar con el Pablo más íntimo, a medida que lenta, pero inexorablemente, se va viendo privado de los poderes que le habían permitido ser juez, jurado y verdugo de todo aquel que se opusiese a su persona.
Habrá un vano intento de volver a la normalidad, de desandar el camino que ha fraguado a lo largo de todos los años de infamias. Los fantasmas del pasado tienden a volver cuando el fin se aproxima, no será el Patrón la excepción a dicha regla. Diez capítulos bien medidos, ajustados con fuerza y sentido del espectáculo, una oportunidad saber más de una etapa oscura.
Absolutamente recomendable. Cruzamos los dedos porque no sean la última vez que oigamos hablar de Narcos.
ENLACES DE INTERÉS:
-Así son los personajes reales de Narcos (Alba Orol)
FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:
-https://www.engadget.com/2015/09/03/netflix-narcos-season-two/
-http://www.incisozluk.com.tr/w/%C3%A7ok-iyi-adamd%C4%B1n-horacio-carrillo-reis/
-http://www.imdb.com/title/tt5714408/mediaviewer/rm2177044224
No hay comentarios:
Publicar un comentario