domingo, 5 de junio de 2016

LA GENERACIÓN DORADA



Como persona aficionada al baloncesto, debo admitir, no sin cierta envidia, que Juan Francisco Escudero ha escrito varios libros que son los que hubiera encantado poder haber hecho yo mismo. Uno de los principales autores de la línea abierta por Ediciones JC, Escudero es una referencia por haber hecho una excelente biografía al castellano de Drazen Petrovic, así (junto con Antonio Rodríguez) de una historia coral de la andadura de los míticos Boston Celtics, entre otros manuscritos sobre el deporte de la canasta. Para colmo de mis males, en que hoy nos ocupa para este reseña, Escudero toca otra de mis grandes pasiones, Argentina. Y es que, en esta ocasión, presenta Manu Ginóbili y el milagro argentino.



Se trata de un recorrido con precisión de notario que nos lleva desde el Luna Park hasta la gloria olímpica alcanzada por una irreverente camada en Atenas 2004, los cuales no tuvieron miedo a la Historia y lograron noquear en semifinales a la cuarta reencarnación del Dream Team estadounidense. Como eje rector del discurso, el Narigón Manu Ginóbilli, el jugador más representativo para sus coetáneos, el que logró triunfar en Europa (Kinder de Bolonia) y en la NBA, siempre con la elástica de los San Antonio Spurs.



De cualquier modo, el protagonista de Bahía Blanca tarda en aparecer. El relato de Escudero se remonta a tiempos menos felices, cuando la federación albiceleste era caótica y seleccionados como el uruguayo o el brasileño les llevaban una amplia delantera. Los días de pioneros como Jorge el Gigante González, una fuerza de la naturaleza que superaba los 2´30 metros de altura. Tras defender los colores de su país, este extraterrestre derivó a una carrera en el mundo de espectáculo, donde hizo fama, contactos y plata que desaparecieron con la misma rapidez que llegaron. Olvidado por muchos, el gigantón tuvo la fortuna de contar con la solidaridad de sus ex compañeros, quienes seguían agradecidos a alguien que permitió igualar, aunque fuera un poco, las desproporcionadas diferencias en la guerra bajo tableros.


Asimismo, sus páginas nos acercan a figuras como León Najnudel, cuyo efímero paso como máximo responsable del basket del conjunto sudamericano sembró las bases de los futuros éxitos. Un pionero a quien gente como Luis Scola todavía se muestran agradecidos: "Bienvenido al mundo de los altos", le dijo en una ocasión al joven, acomplejado por su tamaño. O a soñadores como Guillermo Vecchio, una mezcla de visionario y vendedor de imposibles, pero que fue una pieza básica para que sus pibes se creyesen que podían competir contra cualquiera en una cancha. 



San Antonio, por supuesto, ocupa un escenario relevante de esta historia. Solamente con un entrenador como Popovich (quien viajó un verano a acompañar a Manu a su tierra de origen, buscando conocer el pasado de uno de sus mejores pupilos) podría haberse fraguado una trayectoria atípica, la del sexto hombre que estaba más minutos en pista que los titulares. "El Narigón" terminó componiendo una epopeya que incluso otro icono del deporte argentino, Diego Armando Maradona, ha admito que le ha emocionado.  



El libro viene acompañado de un sentido prólogo por parte de Santiago Segurola, uno de los mejores cronistas deportivos de los últimos años, además de añadirse unos epílogos y palabras finales de actores principales en esta cuestión. Por ejemplo, Sebastián Uranga, uno de los primeros argentinos en ser reconocidos a nivel internacional por sus prestaciones baloncestísticas. O el destacado entrenador Julio Lamas, actualmente en San Lorenzo de Almagro, junto con las impresiones de Carlos Raffaelli, prolífico escolta que se ha reconvertido en la actualidad en representante y comentarista deportivo. 



El repaso que Escudero realiza de los distintos torneos en los que participó una generación dorada que vivió trepidantes duelos con la España de Pau Gasol y Juan Carlos Navarro, la Lituania de Jasikevicius, la Grecia de Papaloukas...añadiéndose anécdotas tan jugosas como el pique y trash talking mantenido entre Andrés Nocioni y Kevin Garnett. El Chapu (apodado así por el mítico programa mexicano creado por Roberto Gómez Bolaños) logró hacer un mate frente a Big Ticket, uno de los mejores ala-pívot de todos los tiempos. Resulta llamativo como el exuberante conjunto de sus inicios fue siendo capaz de adaptarse a un basket de menos explosivo pero más inteligente, probablemente fruto de la Copa del Mundo que se le escapó de las manos ante Dejan Bodiroga, Stojakovic y compañía. 



Historias corales que terminan, eso sí, llegando a "Manudona" como hilo conductor. Como aficionado, el mejor piropo que se puede dar a Ginóbili es que, dentro de sus excelentes coetáneos, solamente hay uno que no dice que es el mejor del grupo: él mismo. Anfitrión de Oberto en San Antonio, con quien compartió la gloria del anillo en 2007 frente a los Cleveland Cavaliers de un tal Lebron James, el escolta sudamericano siempre se ha caracterizado por ser muy cuerda fuera de la cancha y terriblemente osado dentro. Para la antología quedó un mate a una mano tras giro frente a los temibles Lakers de Kobe y Shaq, demostrando a los Spurs que no se habían equivocado al poner sus ojos sobre él. Apenas era un novato, pero ya demostraba que no le pesaba estar compitiendo contra los más grandes. 



Heredero de una dinastía familiar en la liga de su país, a Ginóbili no le tembló el pulso a la hora de medirse a su ídolo de siempre, Héctor "Pichi" Campana, o llegado el momento de afrontar las dudas que inicialmente tuvo su entrenador favorito, Popovich, de que pudiera adaptarse a un tipo de basket más reflexivo. El baloncesto argentino seguirá proporcionando grandes jugadores y camadas notables, pero, probablemente, nunca se conjugarán los astros para regalarnos a una generación tan especial y con un estandarte como el dorsal 20 de San Antonio. 



Y, gracias a Juan Francisco Escudero, disponemos del mejor testimonio escrito posible de una odisea deportiva como pocas. 
  


FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



http://apuestasbaloncesto.com.es/manu-ginobili-y-el-milagro-argentino/



http://superdeportivo.elonce.com/notas/manu-ginnbili-estuvo-en-mnxico-y-acompann-de-cerca-a-la-seleccinn-argentina.htm



http://mundod.lavoz.com.ar/basquet/para-nocioni-la-generacion-dorada-ha-terminado

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