domingo, 28 de octubre de 2012

SALVADOS POR LA IGNORANCIA

Quizás alguno de ustedes no se haya enterado porque no ha sido muy publicitado... pero estamos en crisis. Económica, de valores, de confianza... El telediario se ha convertido en una sucesión de catástrofes, primas de riesgo y tiempo de espera hasta que llegue el espacio de los deportes. Dependiendo de la procedencia de la información, ya sabemos qué nos vamos a encontrar en el boletín
 
 
 
 
 
Paralelamente eso ocurría, uno de los guionistas del programa de Andreu Buenafuente y miembro de "El Terrat", empezaba a aparecer en las cámaras con el papel de "El Follonero", básicamente un toca-narices que simulando ser alguien del público, tenía un espacio metiéndose con el presentador. La idea funcionó más allá del cameo original que había pensado Corbacho y, pronto aquel individuo delgado, bajito y de espigada barba, fue un rostro reconocible, o, todo lo identificativo que se puede ser en ese oasis de los efímero en lo que se ha convertido la televisión.
 
 
 
 
 
Nadie hubiera apostado un céntimo porque cuando La Sexta dio carta libre para que "El Follonero" tuviera su propio espacio dominical, iba a dar los pasos necesarios para tornarse en uno de los periodistas más notables de los últimos tiempos a nivel nacional; uno, que si bien podía generar ampollas o adhesiones, generaba credibilidad. ¿Cuál es la diferencia de "Salvados" con respecto al resto de espacios informativos? ¿Está la piedra filosofal del éxito como reportero en ser un poco gamberro? 
Probablemente no. Más allá de la irreverencia y el rol de "Follonero", Évole ha estado muy lejos de empezar su show con grandes pretensiones. Su poca experiencia con la temática del ruego político y económico le llevó a hacerse a algunas preguntas interesantes. ¿Tengo alguna puñetera idea de qué significa la prima de riesgo o cómo funcionan las listas cerradas de los partidos políticos? Al responderse que no, se estaba poniendo al nivel que muchísimos de sus futuros espectadores y, una vez se ha asumido la ignorancia, es el primer paso para aprender.
 
 
 
 
Lo que llama la atención de "Salvados" es la forma tan directa de abordar las cosas y cómo no se da nada por supuesto. Si desde 2009 muchos nos hemos sentido leyendo un periódico como si hubiéramos comprado la trama de un thriller a partir de la página 1265 sin posibilidad de leer el principio, Évole y su equipo no han tenido miedo de poner notas a pie de página y explicar cosas que daba vergúenza preguntar entre tanto profeta de la verdad, pero eran muy necesarias.
 
 
 
Si en un principio, especialmente durante una campaña electoral, muchos protagonistas de sus reportajes tenían poco rubor en promocionarse a través de su micrófono, pensando que estaban ante un humorista relativamente secundario buscando sus minutillos de fama, pronto salieron de su error al verse comprometidos ante preguntas de verdad. Todo el mundo, independientemente de su ideología, desde Willy Toledo a Federico Jiménez Losantos han tenido su eco, pero se lo han tenido que ganar a base de verdadera artillería verbal.
 
Habrá quien piense que me estoy dejando llevar por el elogio y tendrá su parte de razón. No obstante, en el clima de tensión que se está viviendo en materia relativa a los intentos de independencia de Cataluña, resulta curioso que entre las proclamas más radicales de los extremos, haya sido este desarrapado charnego quien se haya ido hasta una cafetería para preguntarle en directo a sus habitantes qué piensan realmente... recogiendo informaciones de todo tipo. De la misma forma, Arthur Mas tuvo todo el tiempo del mundo de exponer su programa sin crispación... y de escuchar también que es muy curioso que haya resucitado esta oleada nacionalista en la coyuntura financiera actual y cómo no le viene nada mal ser ahora mismo la bandera del movimiento cuando, teniendo en cuenta su gestión anterior, este caballo de batalla podría evitarle perder votos en futuribles elecciones.
 
 
 
 
 
Ya sea en un "Walking on left" o metiéndose de tapado en un mitín del PP, más allá de las formas, quizás el éxito de "Salvados" (y será el inicio de su decadencia si algún día lo pierde), sea esa incapacidad de casarse con nadie, incluso a veces desmarcándose un poco de la dinámica imperante de su cadena para no tomar por imbécil a la audiencia... que simplemente son gente a la que le faltan datos que, si se les proporcionan, podrán encajarlos sin alarmismos. Básicamente, la fórmula sería, ¿Sabes lo que está pasando en Grecia y en Islandia? Yo tampoco, ¿te vienes a verlo?
 
 
 
 
Ahora, curiosamente, como siempre ocurre, la consternación se transforma en elogio y lo rebelde en clasicismo, vienen los premios y el reconocimiento de colegas de profesión. Eso no tiene nada de malo y, para muchos, serán justos laureles. Pero crucemos los dedos para que la tónica siga siendo la misma y Évole (que a pesar de su talento aún es muy joven y tiene camino por recorrer) y los suyos no cometan el error a renunciar a salvarse por la ignorancia...
 
 
Sigue siendo la única manera de aprender, sin pretender parecer el oráculo de Delfos de Wall Street...
 
 
 
 
 
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2 comentarios:

  1. No creo que te estés dejando llevar por el elogio, Marcos.
    Resulta muy merecido lo que dices de Évole. Solo espero, como tú dices, que no se adultere ni se venda, que no "pierda su esencia".

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  2. Perfectamente resumido, que se mantenga la esencia. Sería la mejor noticia. Muchas gracias por el comentario, 1 abrazo

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