domingo, 8 de octubre de 2017

LA MÁQUINA DE LA FELICIDAD



Sigue siendo un apellido con connotaciones mágicas para la franquicia arácnida. Romita y Peter Parker entrelazaron sus caminos hace décadas, probablemente sin que el bueno de Spiderman supiera que le acababa de tocar la lotería. Corrían tiempos duros para la lírica, One more day apretó las clavijas de legiones de fans, mientras que los siguientes intentos de explicar el Mefistazo solamente constataban que el lanzarredes se iba desconectando de toda una generación, harta de reseteos y nostalgias mal entendidas, abanderando el estandarte de que el héroe nunca podría abandonar las mallas de eterno adolescente preocupado por la quebradiza salud de su anciana tía May. 



Cuando todo falla con el amistoso vecino, recurren a él. El 2008 estaba finalizando y llamaron al séptimo de caballería. Dan Slott tenía material para recuperar viejas sensaciones, Nuevas formas de morir, un arco que llevaría a Spidey a vérselas con los Thunderbolts de Norman Osborn, los cuales contarían con todas las bienaventuranzas de los poderes públicos para dar caza indiscriminada a la araña. Pero la jugada habría quedado incompleta sin él de siempre. Gracias al lápiz de John Romita Junior incluso el clímax de aquel despropósito que fue la segunda saga del clon pareció tener algún sentido y épica. 



¿Qué pensaba el dibujante estrella de aquel periplo tan extravagante, incluyendo la "feliz" decisión de mandar el romance de Mary Jane y Peter al Limbo? Con discreción lo ha evitado en entrevistas, volcándose en lo que mejor sabe hacer: brindar una narración pulcra, escenas de acción trepidantes y gran manejo de los rostros de los integrantes más importantes del círculo de Peter. 



Slott consigue que nos olvidemos de la resurrección de Harry y los mil desaguisados que jalonan este rincón del universo Marvel, metiéndonos en una persecución trepidante con muchos guiños a lo que supusieron los Seis Siniestros de Stan Lee y Steve Ditko. Incluso se permite un hermoso guiño a un recuerdo que Norman Osborn tiene en la retina de cómo su Némesis siempre logra convertir en ventaja que le ataquen grupos numerosos de adversarios, echando la vista atrás a su efímera alianza con los Forzadores. 



Sin embargo, Norman es listo y sabe adoptar tácticas innovadora para sorprender a tan escurridiza presa. Romita Junior lo define de manera magistral cuando afirma que los guionistas hacen el pan y él tiene libertad de extender la mantequilla del cuchillo como estime conveniente para la deliciosa tostada. Esa libertad para coreografiar nos brinda duelos como el mantenido contra Bullseye, estampa de tiempos pasados que intuimos mejores. Aunque conviene que nos detengamos aquí. 



¿Acaso Nuevas formas de morir es otra manifestación de aquello sobre lo que satirizaba South Park en su temporada veinte? Allí, muchos se veían afectados por unas añejas uvas pasas que hacían dormirse en los laureles a sus consumidores, recordando sin mucha profundidad pelis antiguas que les gustaban. Pero no desarrollan, solamente quieren recordatorios simples de aquello que les agradaba en la infancia, aterrados ante lo nuevo o analizar aquello de antaño. ¿Sobrevive esta saga, Anti-Venom mediante, a ese escrutinio?


Sinceramente, creo que sí. Eddie Brock encaja en la trama (brillante prefacio de Mark Waid y Andi Granov mediante) de manera fluida, además de encontrar acomodo a May en un nuevo e interesante marco, el cual permite profundizar en una organización sin ánimo de lucro para las personas sin techo. Las tintas de Klaus Janson son las idóneas para dar ese toque de noire que tan bien viene a esa aventura contrarreloj. 



Incluso creo que el no tomarse demasiado en serio a sí mismo ayuda al experimento. La profundización en Lil incluso nos hace pensar que hay vida más allá del carisma de Mary Jane, así como Mac Gargan en una faceta que lo eleva en la cota de peligros a los que debe hacer frente Spidey. Osborn, por más que fastidien sus regresos de la tumba, es un villano muy digno de la era Trump, un magnate con recursos para convertir el agua en vino mientras se gana a la opinión pública. La sensación de amenaza es real y sin renunciar a la comicidad inherente de Peter, incluso en las condiciones más adversas. 



Como buen hijo, Romita Junior honra a sus progenitores, mientras también lanza guiños a Ditko, Gil Kane y otros colosos del lápiz de Spiderman. En definitiva, Nuevas formas de morir se eleva como un digno islote en una época donde no florecía la empatía con uno de los iconos de la Casa de las Ideas. La pregunta aterradora es, ¿nos habría gustado tanto sin él como dibujante? Interesante cuestión. Por suerte, no tendremos que responderla en esta ocasión. Estaba ahí el de siempre en la hora más baja, la máquina de la felicidad para todos los fieles del amistoso vecino. 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



-https://comicvine.gamespot.com/the-amazing-spider-man-568-new-ways-to-die-part-on/4000-136022/



-https://comicvine.gamespot.com/the-amazing-spider-man-571-new-ways-to-die-part-fo/4000-138255/



-https://comicvine.gamespot.com/the-amazing-spider-man-571-new-ways-to-die-part-fo/4000-138255/

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