domingo, 2 de julio de 2017

DÍAS SOLITARIOS Y TRES NOCHES BLANCAS



Cuando se evocan los tiempos más gloriosos de la literatura rusa, es inevitable que a nuestra mente vengan la sucesión de épicas páginas en tomos monumentales como Guerra y Paz, también el torrente de amores y traiciones de Ana Karenina, etc. No obstante, hay un pequeño libro que esconde algunas de las bombas más fuertes que nunca se han hecho, las Noches Blancas de Fiódor Dostoievski. Una lectura ágil y rápida, pero no precisamente fácil o permisiva con la persona lectora, en cuanto a que su autor, un gran conocedor de la naturaleza humana, recrea algunas de las emociones que siempre estarán vigentes. 



El lugar donde se enclava el relato es San Petersburgo, una ciudad que necesita poco embobar con su belleza, la urbe donde el zar descendía con sus ropajes imperiales para bendecir las aguas del río Nevá. Dostoievski nos sitúa en solsticio de verano, con una gran cantidad de habitantes de la urbe rusa abandonando momentáneamente sus casas para ir al dacha correspondiente, es decir, reflejo del poder de una clase media que puede permitirse pasar esa etapa en el campo. 



No es el caso del joven protagonista, quien deambula en soledad por calles casi vacías, sumido en sus pensamientos y a quien conocemos a la perfección con apenas un par de párrafos. De cualquier modo, su monotonía se verá truncada una noche estrellada cuando su camino se cruce con Nástenka, otra joven que parece sumida en un gran aislamiento. Tenso al principio, el encuentro va derivando en la conexión de dos almas dañadas.


Un verdadero oasis para ambos, puesto que pareciera que son justo lo que el doctor hubiera recetado para cada integrante de esta peculiar pareja. Conforme avancen sus paseos, el grado de confidencias se irá enriqueciendo, quedando de manifiesto qué les ha llevado a estar al margen del resto, justo cuando la ciudad entra en un letargo estival y los habitantes marchan provisionalmente de ella.



En una ocasión, un gran amigo me dijo una frase que en la escritura suele ser un axioma: "Para los diálogos de las novelas hay que entrar tarde y salir pronto". Todo un maestro como Dostoievski se sumerge en ellos, consciente de que pueden ser un arma de doble filo, pero precisa de esos continuados intercambios entre hombre y mujer para que su audiencia comprenda esa espada de Damocles que empieza a oscilar sobre el afortunado encuentro.



Peter Ustinov afirmaba que Shakespeare fue el gran maestro en poner palabras a cosas que siempre tenemos en la cabeza pero no formulamos. Puede parecer simple, si bien es lo más complicado en la creación. El literato ruso consigue en este pequeño cuento alargado llevarnos hasta algunos de los rincones que menos se exhiben de esa droga maravillosa (y peligrosa) que se a dado en llamar romanticismo. Y es que la gente feliz y embriagada de ese dulce sentimiento, puede, como advierte Noches blancas, convertirse en la más cruel y, peor todavía, ser inconsciente de las terribles puñaladas que inflige al prójimo.


El precio de un instante de felicidad puede terminar siendo excesivo. Los dilemas que plantea esta obra, en apariencia sencilla, son realmente cautivadores. En diferentes instantes de nuestra vida, habremos sido el joven y absorto estudiante; en otros, habremos podido caer en la situación de Nástenka, capaces de auto-engañarnos a nosotros mismos, en herir sin pretender hacerlo. Son las reglas del juego, Dostoievski se limita a ponernos delante del espejo.



Cuenta la leyenda que cuando Turgenev, consagrado escritor ruso, leyó las Noches blancas de aquel joven escritor desconocido, salió en plena noche para buscar el lugar donde vivía aquel artista y felicitarle por haber escrito semejante maravilla.



Se non è vero è ben trovato. Y, a buen seguro, ese encuentro se produjo en San Petersburgo.



EDICIÓN MANEJADA: DOSTOIEVSKI, F., Noches blancas, Nordicalibros, Madrid, 2016 (Segunda Edición). Traducción: Marta Sánchez-Nieves. Ilustraciones: Nicolai Troshinsky. 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS POR LOS SIGUIENTES ENLACES:



-http://www.nordicalibros.com/noches-blancas



-http://replikateatro.com/noches-blancas/



-http://unlibroaldia.blogspot.com/2009/06/el-libro-de-mi-vida-noches-blancas-de.html

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