Estamos sumergidos de pleno en una era cinematográfica donde el género superheroico goza de una gran aceptación. Eso conlleva varias ventajas y otros tantos inconvenientes. Entre los segundos, destaca la fuerte tendencia al reboot, es decir, un reinicio a las dos o tres películas de un mismo personaje o grupo de héroes. Un intento claro de que se mantengan actualizados y acordes con la moda del momento. Es uno de los motivos por los que la franquicia correspondiente a los X-Men resulta tan especial porque, con varias trampas ocultas en esta afirmación, sigue avanzando hacia adelante de manera continuada.
Precuelas, spin offs con Lobezno y otros ardides apartes, los mutantes marvelianos siguen, hoy y siempre, resistentes al invasor paso del tiempo. Corrigiendo varias incongruencias de X-Men 3, Bryan Singer volvió a los mandos tras las cámaras para filmar Días del futuro pasado, una contradictoria pero excelente historia que permitió volver a colocar todas las fichas en su sitio. Por ello, esta nueva entrega con Apocalipsis, una de las grandes Némesis de los pupilos de Xavier, fue aguardada con sana expectación, puesto que Singer repetía rol y estaba garantizado el cameo de Hugh Jackman como Logan.
Simon Kinberg, Michael Dougherty, Dan Harris y el propio Singer se toman muchas licencias de la alargada saga original. Varias de sus decisiones son muy acertadas. En primer lugar, olvidar la atractiva ucronía futurista en la que se basaban los cómics, probablemente, como consecuencia de que Días del futuro pasado ya había jugado con todo ello, hasta el punto de que al gran público le resultaría repetitivo dos películas consecutivas ambientadas en tiempos venideros donde todo iría muy mal. Lo que sí se hace es mantener la línea temporal arreglada y ver cómo hubiera sido el ingreso de futuros miembros de los X-Men como Cícople o Fénix. No se puede hablar de reboot, pero la Fox ha encontrado en las paradojas de los dominios de Cronos el elixir de la eterna juventud de los esforzados estudiantes de Charles Xavier.
En este sentido, hay varios aciertos de casting indudables. Sophie Turner aceptó con entusiasmo la posibilidad de encarnar a una joven Jean Grey, llamando de inmediato a Famke Janssen, su predecesora en el puesto, la cual había dejado un gran recuerdo por su interpretación de una de las mutantes más reconocidas de la Casa de las Ideas (como modestamente hacía llamar Stan Lee a la editorial). Turner argumentó que lo había hecho porque a ella le gustará que cuando otra actriz tome los ropajes de Sansa Stark, a ella le agradaría que le pidieran consejo. Buena forma de comenzar el desembarco de caras nuevas, dejando una agradable sensación para los fieles de la saga de que el legado se encontraba en buenas manos.
Con todo, a nivel de la cinta que hoy nos ocupa, X-Men Apocalipsis sigue viviendo de un feliz hallazgo, un triunvirato de intérpretes en estado de gracia: James McAvoy, Jeniffer Lawrence y Michael Fassbender. O, lo que es lo mismo, ese triángulo de personalidades atormentadas que configuran Charles Xavier, Raven y Magneto. Tres personalidades muy atractivas que dan mucho empaque a la historia y se nutre de la fuerza que cada uno de ellos da al otro. Todo ello se mantiene vigente en esta competición por la supervivencia que Apocalipsis, el primer mutante del que tienen constancia los libros de Historia, impone a lo largo y ancho de todo el planeta.
La trama resulta menos inspirada que en el episodio anterior, lo cual no significa que sea una experiencia muy entretenida y que hará las delicias de las personas que conozcan bien a estos personajes, existiendo varios guiños y detalles que quizás se pierdan en un primer visionado, pero que hablan claramente de la sensación de continuidad que arroja este proyecto. Pese a los pasos en falso o batacazos, en carrera de fondo, este exitoso género debe mucho a la constancia de estos protagonistas perseguidos por una sociedad a la que intentan proteger.
Si en la anterior entrega era McAvoy quien destapa e tarro de las esencias con la ternura bien entendida que supo dar al profesor Xavier, o Jennifer Lawrence la que dio una dimensión en X-Men: Primer Generación a Mística/Raven que no había tenido en su concepción original, aquí la voz cantante la da la versatilidad de un Fassbender impresionante. Un actor que puede hacer de Macbeth, de abogado de narcotraficantes o de Magneto, entre muchos otros, es que tiene un registro a prueba de bomba. Se nota que lleva mucho tiempo con Erik y no hay secretos para él a la hora de mostrarlo en su complejidad y alejarlo del estereotipo de villano de folletín con casco grandilocuente. Ian McKellen, Patrick Stewart y Rebecca Romijin pueden estar tranquilos con respecto a sus sucesores.
Con todo, el proyecto también arroja sus puntos flacos. Pese al buen hacer de Oscar Isaac, los poderes de Apocalipsis no son nada fáciles de llevar a gran pantalla, siendo quizás esta aventura más sencilla de llevar a buen término en las viñetas. Hay aciertos de casting como la joven Ororo Munroe a la que da vida Alexandra Shipp, habida cuenta del listón tan alto dejado por Halle Berry, o la Psylocke que representa Olivia Munn. Muchas peleas y piruetas de enjundia que aderezarán las palomitas, si bien todo es menos redondo y tiene menos coherencia el castillo de naipes construido que ese círculo cerrado que fue Días del futuro pasado.
No defraudará en ningún momento a los seguidores a la causa, quedando solamente la pregunta de cuánto tiempo apostarán productora y equipo artístico de no ceder a la tentación del botón reset. Cuanto menos, ese es un Omega para el futuro de los X-Men en el cine que no se plantea. Por fortuna, demos gracias a En Sabah Nur.
http://www.taringa.net/posts/tv-peliculas-series/19416487/X-Men-Apocalypse-es-destrozada-por-la-critica.html
http://www.melty.com/x-men-apocalypse-sophie-turner-and-famke-janssen-s-jean-grey-are-very-different-a3731.html
http://collider.com/x-men-apocalypse-michael-fassbender-interview/
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