domingo, 21 de junio de 2009

EL VERDUGO DE LA PENA DE MUERTE



LA FICHA DE LA PELÍCULA:

Título: El verdugo. (1.963).

Duración: 87 minutos.

Director: Luis García Berlanga.

Guión: Luis García Berlanga, Rafael Azcona y Ennio Flaiano.

Fotografía: Tonino Delli Colli.

Productora: Naga Films (Madrid)/ Zabra Films (Roma).
Reparto: José Isbert, Nino Manfredi, Emma Penella, José Luis López Vázquez, Ángel Álvarez, María Luisa Ponte, María Isbert, Julia Caba Alba, Alfredo Landa…




Galardones/Reconocimientos: Premio del Festival de Venecia.








Brillante alegato contra la pena de muerte. Película de un elenco de actores en su mejor momento. Un amargo espejo donde ver deformada una dolorosa realidad. Tres guionistas ácidos en su apogeo. Un gol a la censura franquista y un ejemplo de lo mejor del cine español e italiano. Y mucho más…

El Verdugo, definida como Emma Penella “como un regalo del cielo”, quizás sea la mejor película de Berlanga, aunque él diga (y muchos otros) que prefiere a la soberbia Plácido; como fuere, es un regalo… pero un regalo para nosotros, los espectadores. ¿Cómo funcionaba el sistema de funcionarios en España? ¿Qué significaba ser ejecutor de la justicia a escala social? ¿Era fácil adquirir un piso? ¿Qué implicaba emigrar a Alemania? Muchas cosas que quedan bien reflejadas por esta maravillosa película…una comedia negra muy elegante.

Como es sabido, fue la espléndida Emma Penella la gran galardonada del festival de Venecia, y la improvisada defensora de Berlanga durante una protesta en las cercanías. Pero no es la única gran artista, ¿qué decir de José Isbert? Dejemos que lo defina el propio Berlanga lo haga: “Era un monstruo como actor, tenía una forma única de hablar… de moverse… de expresarse”. El gran “descubrimiento” de esta película es él, el auténtico verdugo como diría Nino…

Por cierto que el señor Manfredi parece ser presentado siempre como una imposición de la productora italiana, algo que puede llevar a pensar que no cuaje en el papel, o que la primera opción, José Luis López Vázquez, hubiera sido mucho mejor. Berlanga prefería a Vázquez porque ya lo conocía, sabía que era un actor espléndido, pero sobre todo, porque era español y sabía cómo se pondría el sombrero un español, cómo hablaría… bien, como demuestra haciendo de hermano de Nino, ese extraño sastre que desconfía de las luces de los hijos habidos con su esposa, es un actor como una casa… pero Manfredi también, no es un simple galán encasillado. La angustia, los gestos, la expresión y sus miradas son únicos, su diálogo final con Isbert, Nino era un candidato perfecto para esta película, y su química en pantalla con Emma Penella es maravillosa.

El punto crítico será cuando Nino se tope con los funcionarios de la cárcel, Berlanga se basó en la historia real de un verdugo que pasó muy mala noche y que iba peor que el propio preso. Las últimas escenas en la cárcel son de gran tensión, humor negro que no llega a excederse y que muestra que nadie es tan bueno ni tan malo como parece. Un comentario soez de uno de los presos, y una escena de cama fueron las dos únicas partes de la película que la censura no admitió que se proyectasen. Sorprende que no se fijasen en aspectos mucho más trascendentales que permanecían ocultos. Eso sí, también suprimieron el ruido de las cadenas mientras avanzaban. Pero como la banda sonora que acompaña es tan maravillosa, tan cínica… no hacía falta el sobre-entendido.

La última escena en el puerto quizás sea excesiva, muy amarga, en plan como luego sería “La Vaquilla” o “Vivan los novios”, una broma dramática excesiva, con una buena moraleja de Isbert. El adiós a esas islas es una auténtica pena, con baile final, muy amargo, como a Berlanga le gusta.

El angustioso desembarco en Palma de Mallorca sí está muy bien conseguido, José Luis (Nino Manfredi), va viendo como se estrecha su salida a una vida normal. Poco a poco, obstáculos al principio amables (el piso, el niño…) y al final terribles, lo llevan a la amarga disyuntiva de renunciar a todo o convertirse en un asesino. Isbert, como siempre, captando su atención y manipulándolo.

Otro gran punto de apoyo de la película son sus secundarios (Ángel Álvarez, María Luisa Ponte, Alfredo Landa…) y que hasta la escena más aparentemente tonta (la feria del libro) tiene detalles únicos y refleja la situación del país. En concreto, Ángel Álvarez está sublime en la escena de la merienda campera, mientras el bueno de Isbert le enseña cómo se colocan bien los grilletes por el cuello. Precisamente el personaje de Ángel Álvarez, junto con su morbo y su supuesta asma, es quien lleva indirectamente a José Luis a conocer al verdugo Amadeo.

Conocido es que el embajador español en Roma, Alfredo Sánchez Bella, acusa a la película de contener propaganda comunista. Quizás, por ironías del destino, la película también muy exhibida, con muy buena crítica, por el Festival de cine de Moscú. Los franceses, en sus festivales, calaron muy bien su real espíritu, y la destacaron como una extraordinaria comedia de humor negro, que creo es lo que es básicamente, aunque se le pueden sacar muchas otras lecturas.
De las películas de Berlanga, una de las que sin duda mejor ha resistido el paso del tiempo ha sido El Verdugo. Vemos el cartel de su más que digna versión teatral, con el famoso maletín de la discordia. Inolvidable la escena en la que Isbert pregunta al pobre José Luis si le impresionan sus instrumentos de trabajo, mientras intenta tomarse su café, en una mesa rodeada de hierros y grilletes. Una película a la que el tiempo ha tratado francamente bien.

Por último, y para no aburrirles más y no quitarles el tiempo de ver esta gran película, me permito citar a Isbert y me silenciaré a mí mismo: “Eso mismo dije yo”. Cuando encuentren la escena, sabrán a lo que me refiero. Como complemento perfecto a esta película también es muy recomendable el maravilloso documental “Mis queridísimos verdugos”.

6 comentarios:

  1. ¡Hola, Marcos!

    Seguiré de cerca tus propuestas (Y te iré ofreciendo mi opinión). Tu blog tiene muy buena pinta. Estoy segura de que encontraré muchas cosas interesantes.

    Un besillo

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  2. Invitada estás cuando quieras honrarlo con tu presencia. A ver si cuando acabas los exámenes quedamos un día y nos tomamos algo.

    Un besillo.

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  3. ¡Por mí estupendo! Termino el martes 30, así que a partir de las dos de la tarde de ese día estoy libre, jaja.
    El día 5 me marcho para Oxford (¡qué ganas tengo ya!). ¿Al final irás este verano a Londres?

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  4. Excelente entrada. Para mí es, sin duda, la mejor película de su director. El que me gusta menos es el protagonista italiano, quizá por algún estúpido prejuicio o porque no le tengo el cariño que ameritan los impresionantes actores españoles de esta producción.

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  5. Por fin he podido ver esta película, y tengo que reconocer que me ha encantado. Toda una obra maestra, con un final sublime.
    Muy buena recomendación! Seguiré atenta.
    Un besillo.

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  6. Desde luego el final es una bomba de relojería que nos estalla e impresiona. Muchas gracias por tomarte las molestias en verla.

    Y bueno, Chespiro, los actores nacionales tiran mucho, pero no quitemos al César lo que es del César. Grande Nino.

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