domingo, 23 de septiembre de 2018

RUNNING WITH THE DEVIL


Conocimos a Wilson Fisk pisando fuerte. Por aquel entonces, Stan Lee y John Romita no habían decidido ni siquiera su verdadera identidad civil. Únicamente observábamos en las páginas de Spiderman a un colosal hampón de apariencia tan oronda como musculosa, capaz de entrar en el combate cuerpo a cuerpo frente a los prodigios de Marvel. Todos los bajos fondos le conocían como Kinping, un rey del crimen respetado y temido. Eso ya bastó para colocar al señor Fisk como uno de los grandes villanos de la Casa de las Ideas. Sin embargo, décadas después llegaría Frank Miller para mejorar más el asunto, colocando al bueno de Wilson en otro plano. 



La cabeza pensante de esa obra maestra que es Born Again (ver reseña) decidió que sus exhibiciones de fuerza serían esporádicas y únicamente en momentos concretos para reafirmar su autoridad. De la mano de Miller llegó una criatura maquiavélica, alguien capaz de tirar los hilos, corromper voluntades y permanecer impune. Eso lo convirtió en alguien todavía más peligroso y creció su popularidad en la comunidad lectora. La interpretación de Vincent D´Onofrio de la Némesis de Daredevil en la serie de Netflix ha sido vital cara a acercarlo a una nueva generación de público. 



Matthew Rosenberg aprovecha la oportunidad de los últimos acontecimientos con el personaje, carrera pública incluida, para sumergirnos en un Wilson Fisk que se ha decidido a autorizar su biografía para que la ciudadanía de New York pueda conocerle mejor. Sorprende su elección de escritora, puesto que hace una generosa oferta a Sarah Dewy, una excelente investigadora de conflictos internacionales que ahora se encuentra refugiada en las crónicas de boxeo. 


Llevar como uno de los elementos de la trama el papel del cuadrilátero ya refleja la inteligencia del guión. Con un toque noir, la vida de Fisk y su rival Murdock han estado muy ligadas a ese deporte que combina nobleza y salvajismo a partes iguales. Ben Torres comprende perfectamente lo que busca el creador y narra con ambigüedad las sombras de un mal que presenta grises. Llegamos a dudar sobre las verdaderas intenciones de este ambicioso y astuto corruptor que parece enamorado de una ciudad a la que quiere hacer mejor a cualquier precio. 



Estamos asimismo ante un cómic Marvel atípico. No hay grandes peleas aunque antiguos asociados y rivales de Kinping (Lápida, Cabeza de Martillo, etc.) acudirán con malas formas a la reportera para ver qué hay de realidad en esa supuesta reforma del viejo león. Atentos a la sutileza de cada viñeta, Fisk va a intentar encandilar Dewy para conseguir el mejor texto posible, pero también nos va a llevar a su terreno como público, incluso contándonos intimidades sobre su relación con su difunta esposa. 



Jordan Boyd es la persona responsable de dar colorido al asunto, resultando una tarea ardua y muy bien ejecutada. Lo luminoso de las fiestas y el tren de vida del "hombre de negocios" contrasta con lo turbio y la suciedad de los callejones donde activa realmente las bases de su gran imperio. Un universo donde todo tiene un precio, ese tablero de Monopoly donde él tiene los dados. 


A pesar de las apariencias, estamos ante una historia adulta y con un fuerte pesimismo que lo inunda todo. La inesperada pareja que forman escritora y figura pública nos llevará a ver cuáles son las reglas que no pueden saltarse. Todo tiene un propósito en los pasos de Kinping, nada es gratis y él es quien tiene más crédito que nadie. Dewy deberá, como diría el oráculo de Delfos, conocerse a sí misma si quiere sobrevivir a este encuentro. 



Hay una escena magistralmente narrada y escrita con delicadeza que es el encuentro con un atracador toxicómano en Central Park. Rosenberg juega con nosotros cual gran maestro para que Fisk dé la respuesta totalmente contraria a lo que esperaríamos del feroz Kinping: razonada, civilizada, lógica y protectora. Pero atentos a la magistral resolución que tendrá el asunto, ese recordatorio de qué es lo que quiere que vemos este viejo diablo. 



Queda tiempo. Pero estos primeros pasos nos acercan a un Wilson Fisk que parece explicarnos en una todas las facetas y personalidades que ha tenido el rey del crimen marvelita durante décadas. Y lo mejor es que no lo hace solo, queremos saber más de Sarah Dewy y ese viaje que ha iniciado. ¿Descubrirán de que vale ganar el mundo si al final pierde su alma o, a fin de cuentas, todo tiene un precio? 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES: 









-http://marvel.wikia.com/wiki/Kingpin_Vol_2_4

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