domingo, 24 de enero de 2016

TAKE US BACK TO A LEGACY...CREED (ROCKY REVIVAL)



Sonaba a algo desfasado. Una melodía que ya nos sabemos de memoria, la cual tenemos albergada en nuestra nostalgia con cariño, aunque sabemos ya que los mejores tiempos para escucharla habían pasado hacía mucho. Una nueva película para la saga de Rocky Balboa, el boxeador ficticio más longevo de cuantos han cruzado la gran pantalla. Agotaba imaginar al inefable Sylvester Stallone volviendo a subirse al ring cuando estaba claro que eso ya era ciencia ficción, así como algunos clichés que le rentable franquicia ya tiene eternizados.  



Sin embargo, Creed se ha mostrado como una secuela más que digna de aquella epopeya que un semi-desconocido Stallone comenzase en 1976; ahora, hablamos nada menos que de la séptima. Un viaje de altibajos, de calidad heterogénea, pero también de haber tenido la capacidad de meterse en el bolsillo a una parte nada despreciable del público. Ahora, los seguidores del Potro Italiano están de enhorabuena, pero, y esto es muy importante, también aquellos que desembarcaron hace mucho de la saga podrían verse intrigados por esta versión de Ryan Coogler. 



Aaron Covington y el propio director firman un argumento que lleva al protagonista a la realidad del tiempo. Nos encontramos ante un Rocky envejecido y melancólico, con sus problemas de salud de todo mortal y, quizás por primera vez en su vida, dispuesto a tirar la toalla en un paulatino apagón de interés. No puede imaginar que la chispa de querer volver a estar vinculado al boxeo le vendrá de la mano de un joven desconocido cuyo rostro le resulta rápidamente familiar: Adonis Johnson, hijo de Apollo Creed, quien fuera el primer gran rival de Balboa, el hombre con el que se enfrentó en dos brutales series de los pesos pesados.



Este hijo desconocido de Apollo viene a ser el rescate del injusto olvido al carismático personaje interpretado por Carl Weathers. De cualquier modo, nadie podía esperar que este underdog se colase con tanta fuerza en el género; el propio Stallone reverdecía laureles con varias prestigiosas nominaciones por su rol como mejor actor secundario. Si bien uno no exige tampoco milimétrica continuidad y argumentos a prueba de bomba en este tipo de filmes, son muy de agradecer las necesarias menciones al círculo de Rocky (Adrian, Robert, Paulie...), lo cual refleja que este nuevo equipo creativo se ha tomado en serio la tarea.



Saber de dónde se venía para hacer cosas distintas. Un nuevo protagonista (Michael B. Jordan) que brinda oxígeno en la esquina, justo cuando ya habían pasado muchos asaltos de esta idea surgida en la década de los 70 del siglo XX. Les acompaña en el cartel Tessa Thompson como Bianca, la vecina del joven Adonis cuando se muda a Philly en busca de la guía de la antigua Némesis en el ring de su padre; por supuesto, ambos jóvenes tendrán un interés romántico compartido, otro ingrediente que no iba a faltar y es que hay tópicos inexcusables, pero es una pareja con gancho y dos incipientes intérpretes que firman más que aceptables actuaciones sin caer en lo forzado.



Se produce, a fin de cuentas, una interesante variación del viaje iniciático con los guantes que tuvo el personaje de Stallone. En el caso de Adonis, el pesado legado de tener que convivir con la alargada sombra de su afamado progenitor. Obviamente, ello implica dimes y diretes, entrenamientos con reminiscencias a las antiguas cintas y la banda sonora de Ludwig Göransson.



A este respecto creo que las críticas positivas a Stallone son más que merecidas. Ha tenido la inteligencia de ver que le tocaba ponerse el buzo del entrenador y dejar las escenas de los combates a otros. Brinda una actuación serena y tranquila, transmitiendo la entrañable y encantadoramente sonada personalidad de Rocky. En claro homenaje a las cintas anteriores, observamos como Adonis busca en youtube los enfrentamientos de su progenitor con él, mientras en búsquedas relacionadas aparecen los Pacquiao, Márquez, Mayweather...



Las coreografías de las luchas también están bien logradas y trabajadas. Se cae en algún momento hollywoodiense y poco verosímil, si bien son emocionantes y hay un buen trabajo para crear expectativa, sin que haya un excesivo abuso de peleas en el ring (eso sí, las que hay son fuertes). Desde el flashback inicial de un joven Adonis con su madre (Phylicia Rashad), tenemos la sensación de que vamos a ver un producto bien hecho.



Una agradable sorpresa. Justo cuando parecía que la campana iba a sonar, encontramos un séptimo e interesante round de aquella aventura comenzada hacía décadas...



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



http://www.filmaffinity.com/es/filmimages.php?movie_id=943315



http://www.fox32chicago.com/mornings/51049416-story



http://www.wsj.com/articles/rocky-creator-sylvester-stallone-on-creed-1447259759

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